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La coalición de centroizquierda gobernante en Uruguay, Frente Amplio (FA), mantendrá la mayoría parlamentaria. Tras el escrutinio definitivo de los sufragios emitidos el domingo pasado, José “Pepe” Mujica parte con ventaja al ballottage del próximo 29 de noviembre, en el que compite con Luis Alberto Lacalle, del conservador Partido Nacional (PN).
El FA, encabezado por el ex guerrillero Mujica, obtuvo el 47,96 por ciento de los votos y se aseguró la representación mayoritaria en ambas cámaras para el período 2010-2015, con 66 escaños en la Asamblea General, 16 senadores (sobre un total de 30) y 50 diputados (sobre 99). El PN, liderado por el ex presidente liberal Lacalle, con la adhesión del 29,07 por ciento de los electores, se mantuvo como la segunda fuerza política en el Congreso, con 9 senadores y 30 diputados.
Asimismo, el Partido Colorado, que postuló a Pedro Bordaberry, hijo del ex dictador Juan María Bordaberry (1972-1976), recibió 17,02 por ciento de los votos, equivalente a 5 senadores y 17 diputados; mientras que el Partido Independiente, de Pablo Mieres, obtuvo el 2,49 por ciento, es decir 2 diputados.
Los resultados se han hecho públicos después de escrutar los 32.154 votos observados (votos con irregularidades y de los funcionarios públicos que votaron fuera de su circunscripción por motivos laborales) y dejan al Frente Amplio algunas centésimas por debajo del escrutinio primario, aunque no lo suficiente como para cambiar el panorama electoral. “La diferencia de dos puntos porcentuales entre el Frente Amplio y la suma de los dos principales partidos de la oposición (PN y PC) permiten avizorar una elección abierta, tras un primer escenario favorable al FA, que tuvo como punto más fuerte la ratificación de la mayoría parlamentaria”, subrayó el politólogo Oscar Bottinelli.
Los candidatos a la presidencia comenzaron este fin de semana sus campañas de cara al ballottage, marcando las pautas de sus respectivas estrategias electorales, no exentas de confrontación. Mujica dijo que “es necesario no responder” a las provocaciones de la oposición e instó a la militancia de su partido a “buscar a (los electores) dubitativos”.
Pero advirtió, en alusión a una época oscura para el país, que “no vengan a darnos lecciones de democracia porque (los partidos de la oposición) están llenos de golpistas disfrazados (...) y la dejamos pasar porque al país le conviene que nos olvidemos, pero no nos olvidamos”.
En tanto, Lacalle apeló al concepto de equilibrio político y sostuvo que la ciudadanía deberá elegir entre “una sociedad con equilibrio” y “el poder absoluto” del FA.
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