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El mundo|Viernes, 6 de noviembre de 2009
EL CANDIDATO URUGUAYO MUJICA HABLO DE “MANIOBRA POLITICA”

Un arsenal en la campaña

El presidenciable del Partido Nacional busca vincular a su rival y ex tupamaro con el incendio de un depósito de armas ilegales. Pero la Justicia trabaja sobre la hipótesis de un caso vinculado con narcos de Brasil.

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“Llegó la hora del enchastre”, afirmó Mujica, en referencia a los veinte días que restan para llegar al ballottage.

Un arsenal se coló en la campaña presidencial uruguaya. Cuando falta menos de un mes para el ballottage, la frontera entre los hechos policiales y la política se hace cada vez más fina. Por eso, el candidato del oficialista Frente Amplio (FA), el senador y ex líder tupamaro José “Pepe” Mujica, salió ayer a rechazar de plano las acusaciones por parte de dirigentes del opositor Partido Nacional (PN), que buscaron vincularlo con el incendio de un depósito de armas ilegales y con su propietario, abatido a tiros con la policía. “La derecha y algunos medios como Búsqueda, El Observador y El País están en una cruzada contra mi candidatura y se asocian en una campaña despiadada y plagada de mentiras con el único fin de que un hombre humilde no llegue a la presidencia”, afirmó ayer Mujica en declaraciones radiales. “Los medios se prestan a una maniobra política y resucitan viejos cadáveres”, agregó el ganador de la primera vuelta electoral. Según la prensa local, buena parte de las armas serían argentinas.

Todo comenzó cuando, el sábado pasado por la madrugada, se desató un incendio en el barrio de Shangrilá, a 20 km del centro de Montevideo. Según se supo luego, lo que se había prendido fuego era un arsenal: más de 700 armas, 400 granadas y 40 mil municiones. La mercancía, además, estaba cuidadosamente envuelta en hojas viejas de un conocido matutino argentino. Al dar con la casa del propietario gracias al dato de una vecina, la policía se dirigió allí de inmediato. El contador Saúl Feldman, sin embargo, no se entregó. Por el contrario, munido de más de sesenta armas en su propia casa, se atrincheró y se tiroteó con los efectivos policiales durante casi diecisiete horas. Tras asesinar a un agente y herir a otros dos, ocho balas oficiales acabaron con su vida. Antes de morir, Feldman quemó documentos y teléfonos celulares. A partir de allí, algunas de las figuras más prominentes del campo conservador local hicieron suyo el caso y sugirieron toda clase de hipótesis. La principal, sin embargo, apuntó a vincular a Feldman con el propio Mujica y otros integrantes del centroizquierdista FA.

“Tengo elementos para sospechar que el arsenal hallado días atrás tiene connotaciones políticas vinculadas con actos de terrorismo. Esto es muy preocupante”, disparó ayer el candidato del Partido Blanco, el derechista Luis Alberto Lacalle. “Por ahora no puedo decir nada más”, agregó. Quizá por estar envuelto en medio de una campaña frente a un electorado conocido por su moderación y rechazo a las declaraciones apresuradas, Lacalle le dejó lo explícito al ex presidente Jorge Batlle. “Emplazo al señor Mujica a que digan que ellos, en su movimiento, no tienen nada que ver con todo esto”, inquirió, sin más, el ex mandatario de inclinación neoliberal. “Como posible futuro presidente, sería importante saber qué piensa Mujica. Hay vínculos desde hace dos años entre Julio Marenales y el señor Feldman”, sugirió Batlle.

Marenales, al igual que Mujica, es un ex tupamaro y actual operador político del Movimiento de Participación Popular (MPP), el espacio político fundado por el propio Mujica al interior del FA. Pero, a pesar de haber sido citado a declarar por sus dichos, Batlle no aportó ningún dato más cuando estuvo frente al juez.

Tanto las declaraciones de Lacalle como las de Batlle, por demás, contradicen la línea de investigación que está llevando adelante el juez Jorge Díaz, titular en el Juzgado Especializado en Crimen Organizado. La Justicia, ajena a las declaraciones de los dos ex presidentes, trabaja sobre la hipótesis de un caso vinculado con narcotraficantes del Brasil.

El caso, sin embargo, tiene más aristas: según el diario uruguayo La República, fuentes policiales habrían confirmado que la mayoría de las armas serían de origen argentino. De acuerdo con la misma publicación, además, por estas horas dos individuos relacionados con Feldman, uno de ellos preso por tráfico de drogas, estarían siendo investigados en el marco de la causa. Ambos tendrían vínculos con ex militares y militares argentinos que, a su vez, habrían estado comprometidos en la venta ilegal de armas a Ecuador por parte de Argentina durante el primer gobierno del ex presidente Carlos Menem.

“Llegó la hora del enchastre”, afirmó Mujica, en referencia a los veinte días que restan para llegar al ballottage.

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