Imprimir|Regresar a la nota
El mundo|Martes, 26 de enero de 2010
En Irak ejecutaron en la soga a “Alí el Químico”

Con el mismo final que Saddam

Por Patrick Cockburn *
/fotos/20100126/notas/na21fo01.jpg
El ex secuaz de Saddam.

Irakr ejecutó en la horca a Ali Hassan al Majid, el jefe de las tareas sucias de Saddam Hussein y supervisor de matanzas masivas, conocido también como “Alí el Químico” por usar armas químicas para matar a decenas de miles de personas. Era el más violento de los altos líderes iraquíes bajo Saddam Hussein, de quien era primo hermano y totalmente leal. Ya había sido sentenciado a muerte cuatro veces, la más reciente este mes por la muerte con gas venenoso de 5 mil civiles kurdos en Halabja, en 1988.

Su ejecución fue anunciada mientras atacantes que manejaban vehículos llenos de explosivos se detonaban cerca de tres hoteles en Bagdad, matando a por lo menos 36 personas e hiriendo a otras 80. Los ataques demuestran que los insurgentes, probablemente de la rama iraquí de Al Qaida, tienen la capacidad de penetrar el centro de la capital a pesar de los muchos puestos de control del ejército y la policía.

Nubes de humo se elevaron sobre Bagdad mientras se escuchaban las explosiones en la ciudad durante 15 minutos a la tarde. La primera explosión fue en el estacionamiento del hotel Sheraton que mira al río Tigris y es usado por empresarios y periodistas. El hotel Al Hamra, donde se hospedan muchos periodistas occidentales, también fue un blanco, lo mismo que el Babylon, que es más frecuentado por iraquíes que por extranjeros.

Es improbable que las bombas fueran en represalia a la ejecución de Al Majid, que se acababa de anunciar. Los atentados mantienen la estrategia desarrollada por Al Qaida el año pasado, de llevar a cabo ataques ocasionales contra blancos de alto perfil elegidos para generar la máxima publicidad, causar la mayor alarma, demostrar que el gobierno no ha restaurado la seguridad en Bagdad tanto como afirma, y debilitar al premier Nouri al Maliki.

La única sorpresa de ahorcar al ex secuaz de Saddam es que llevó tanto tiempo hacerlo. Al Majid era probablemente el miembro más temido y odiado del régimen baasista y que fue capturado en 2003. Pero el gobierno iraquí quería juzgarlo por más de uno de sus crímenes, que rivalizan con los de los nazis en Europa Oriental durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1988 dirigió la campaña de exterminio de Anfal contra los civiles kurdos en la que todo ser humano que estuviera en áreas designadas era muerto. El número de muertos fue de 180 mil, cientos de miles más fueron deportados o hechos prisioneros y 3 mil pueblos destruidos. El jefe del partido Baas del Norte, Al Majid dirigió esas masacres y sus órdenes son explícitas en las grabaciones de sus llamados telefónicos.

Los kurdos ayer festejaban su muerte. “Estoy muy contento con la ejecución. Este es uno de los pocos días felices para el pueblo kurdo”, le dijo a Reuters Jeno Abdulá, un estudiante de posgrado en Sulaimaniya, aunque era escéptico sobre el momento elegido para colgarlo: sólo seis semanas antes de las elecciones iraquíes.

Nacido en 1941 en la provincia sunnita árabe de Tikrit, al norte de Bagdad, Al Majid debía su poder totalmente a su relación de familia con Saddam Hussein. Con una mínima educación, Al Majid fue en un tiempo un chofer del ejército y mensajero motorista pero, después que el partido Baas tomó el poder en un golpe en 1968, Saddam les dio a sus familiares el control total del aparato de seguridad.

Al Majid fue, en diferentes momentos, jefe de Inteligencia, ministro de Defensa y ministro del Interior. Reforzó su reputación de cruel como gobernador de Kuwait después de la invasión iraquí en 1990. Estaba en la vanguardia al reprimir la rebelión chiíta al comienzo de la guerra del Golfo, en 1991, en que se calcula que murieron hasta 150 mil personas. También ayudó a reprimir los levantamientos más chicos tras el asesinato del líder religioso chiíta Mohammed Sadiq al Sadr, en 1999. Recibió sentencias de muerte separadas por estas matanzas.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.