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El presidente francés, Nicolas Sarkozy, inauguró ayer el 40º Foro Económico de Davos con un pedido de reforma del sistema financiero y cambiario. El mandatario afirmó que comparte el proyecto de su par norteamericano, Barack Obama, de limitar el tamaño y abanico de los holdings bancarios, buscando frenar las actividades especulativas. Tras el discurso, los banqueros no tardaron en dar el contraataque asegurando que limitar la talla y actividades de los bancos no es la mejor respuesta para evitar otra crisis financiera.
El representante francés cargó contra los excesos del capitalismo y defendió la regulación e intervención estatal en la economía en su discurso de apertura. “No es una cuestión de liberalismo, ni de socialismo, ni de derecha, ni de izquierda. Es una realidad. Son los desequilibrios de la economía mundial los que alimentaron el desarrollo de las finanzas globales”, aseguró el jefe de Estado.
La regulación de la banca se ha convertido en uno de los grandes ejes del debate en Davos, tras los anuncios del mandatario norteamericano la semana pasada. “El presidente Obama tiene razón cuando dice que hay que disuadir a los bancos de que especulen para sí mismos o de que financien fondos especulativos”, insistió el premier. “Este debate no puede estar limitado a un solo país, por más grande que sea su peso en el mundo financiero global. ¿Cómo puede ser que en un mundo competitivo insistamos en que los bancos europeos tengan cuatro veces más capital para cubrir los riesgos de sus actividades de mercado, sin demandar lo mismo a los bancos estadounidenses o asiáticos?”, enfatizó Sarkozy para luego asegurar que esta problemática tiene que ser parte de la agenda del G-20.
El presidente llamó al mundo a “sacar juntos lecciones comunes de la crisis”, y agregó que sin la intervención de los gobiernos, todo se habría venido abajo. “No sacar la conclusión de que debemos cambiar después de los hechos que surgieron hace un año sería irresponsable”, opinó el mandatario.
Los dichos de Sarkozy no cayeron bien entre el establishment financiero.
Ante la ofensiva política tendiente a controlar más al sector, la banca emitió su contraataque. “No he visto evidencia que sugiera que achicar los bancos y hacerlos más pequeños sea la respuesta para evitar una nueva crisis”, señaló el director del banco británico Barclays, Robert Diamond, en un debate sobre riesgos financieros en Davos. En la misma sintonía, el presidente del banco norteamericano JP Morgan Chase International, Jacob Frenkel, también hizo declaraciones. “La muy profunda recesión que hemos tenido constituye un terreno fértil para decisiones políticas potencialmente malas”, espetó el bancario.
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