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Sebastián Piñera promete “una nueva forma de gobernar” Chile: sin soltar sus negocios. El presidente electo prevé transferir Chilevisión a una fundación sin fines de lucro desde la cual seguiría manteniendo el control del canal, informó ayer el diario La Tercera. Según los estatutos de la fundación, su directorio será designado por Piñera, lo que le permitiría mantener la influencia sobre la emisora.
“Chilevisión seguirá siendo una sociedad anónima, con el estatuto jurídico y características que tiene hoy y con la independencia que ha marcado su gestión. Lo nuevo es que su dueño será un ente sin fines de lucro”, dijo a La Tercera un colaborador cercano del electo presidente.
A través de esa figura, Piñera dejaría el control de la emisora mientras ocupa la jefatura de Estado, aunque sin vender las acciones. El mandatario electo transferiría las acciones que posee (ciento por ciento) a la Fundación Cultura y Sociedad, creada en enero para administrar el canal y otras propiedades. Según los estatutos de la fundación, su directorio será designado por Piñera. Los estatutos dan amplios poderes a la figura fundadora, la que además de poder remover a quien elija como su reemplazante puede retomar su rol de titular de la fundación en cualquier momento. Altas fuentes de la derecha dicen que el presidente electo –quien mañana dará a conocer a sus futuros ministros– no dio señales de a quién designará como titular de la fundación.
El entorno del empresario calificó eufemísticamente el asunto del canal como uno de los “casos especiales” que debía resolver Piñera una vez electo para asumir el mandato. El destino de Chilevisión es uno de los temas que más le costó zanjar públicamente. “Estamos estudiando fórmulas cómo venderlo o transferirlo a una fundación”, decía en agosto el entonces candidato de Coalición por el Cambio, una alianza entre Renovación Nacional y la ultraderechista UDI. Piñera optó por la no venta de las acciones que compró en 2005 al grupo Claxon, en 24 millones de dólares, pese a los duros embates del oficialismo, que puso en duda la independencia del canal.
Piñera habla de la nueva forma de gobernar que impondrá desde el 11 de marzo. A su juicio, en los últimos años se ha puesto el énfasis en los derechos de las personas y no en sus deberes, lo que genera una autocomplacencia. “En la sociedad civil hay demasiada dependencia de lo que pueda hacer el Estado” y “se pierde de vista lo que pudiera hacer cada persona, cada familia por sí misma”. Piñera pensó bien qué hacer. Desde que compró Chilevisión, el canal mostró un repunte. Si en 2002 su rating promedio fue de 4,9 puntos, en 2009 terminó en 7,8 (TimeIbope). El primer semestre de 2009 arrojó grandes ganancias, el único canal que creció respecto del mismo período del año anterior. “Chilevisión es como su último gran proyecto” dijo hace un tiempo la futura primera dama, Cecilia Moral, dando cuenta de la importancia que tiene para su marido no desprenderse de la emisora.
El viernes el presidente electo de Chile inició la venta de sus acciones de la aerolínea LAN, que corresponden al 26 por ciento del total, cumpliendo con un compromiso hecho en campaña para evitar conflictos de intereses. Es casi un hecho que el magnate no venderá el club de fútbol Colo Colo.
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