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El mundo|Viernes, 26 de febrero de 2010
EL GOBIERNO DE ALAN GARCIA LE DIO UN PERMISO ESPECIAL A FUJIMORI, UNO MAS DE SUS PRIVILEGIOS

Casamiento en una cárcel VIP

Por decisión de las autoridades peruanas, la cárcel donde Alberto Fujimori purga una condena a veinticinco años por violaciones a los derechos humanos y corrupción será el escenario del matrimonio de su hija Sachi.

Por Carlos Noriega
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Keiko es hermana de Sachi y candidata a los próximos comicios presidenciales.

Desde Lima

Este sábado, al caer la tarde, el prisionero Alberto Fujimori se pondrá su mejor traje para llevar del brazo a su hija Sachi, de 30 años, hasta el altar en el día de su boda. Un privilegio inalcanzable para otros presos del país. Podrá hacerlo gracias al permiso especial que le ha otorgado el gobierno de Alan García. Por decisión de las autoridades peruanas, la cárcel VIP donde Fujimori purga una condena a 25 años por violaciones a los derechos humanos y corrupción será el escenario del matrimonio de la tercera de los cuatro hijos del ex presidente que entre 1990 y 2000 dirigió un gobierno autoritario marcado por la corrupción, y que desde septiembre de 2007 es el único preso en el amplio cuartel de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (Diroes), ubicada al este de la capital peruana.

El matrimonio entre Sachi Fujimori y el ciudadano alemán Marc Koenig, de 34 años, se llevará a cabo en la capilla la Diroes. Ese día, la capilla, que tiene capacidad para sesenta personas, estará abarrotada de familiares de la novia, los padres del novio que han viajado desde Alemania, y de los principales dirigentes del fujimorismo. Sin duda, Fujimori, y no la novia, será el protagonista central de la boda.

El gobierno de García ha justificado su decisión de darle este permiso especial a Fujimori para que el matrimonio de su hija sea organizado en las instalaciones policiales de la Diroes y así él pueda asistir, argumentando “razones humanitarias”. La decisión fue anunciada luego de un Consejo de Ministros presidido por el presidente García. “La ley no lo prohíbe”, señaló el ministro de Justicia, Aurelio Pastor, explicando este permiso especial dado a Fujimori. El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) señaló en un comunicado que Fujimori recibió este inusual beneficio debido a su “buena conducta”. Lo que el gobierno no ha podido explicar es por qué otros presos no reciben el mismo trato “humanitario” otorgado a Fujimori. Sachi Fujimori agradeció emocionada al gobierno de García: “Creo que ha sido lo justo que le hayan dado permiso a mi papi para que me lleve al altar. Estoy agradecida y contenta”.

El líder opositor Ollanta Humala señaló que esta decisión del gobierno era una prueba más de una alianza política entre el gobierno y el fujimorismo. El ex procurador anticorrupción Omar Chehade, quien dirigió el proceso de extradición de Fujimori desde Chile, advirtió que este nuevo beneficio otorgado a Fujimori debe ser tomado como un advertencia de que el gobierno podría estar preparando un indulto para él. La fiscal de la Nación, Gladys Echaíz, puso en duda la razón esgrimida por el gobierno para permitir que Fujimori asista a la boda de su hija: “No me parece que ha sido por una cuestión humanitaria, es una consideración no sé de qué naturaleza”. El caso ha puesto en primer plano el notorio acercamiento político entre el gobierno de García y el fujimorismo, y ha desatado un nuevo debate sobre los beneficios que recibe el prisionero Fujimori, que no se limitan a asistir a la boda de su hija.

“No queremos ni permitiremos que se victimice a Fujimori. Le reconocemos el conjunto de derechos que la ley acuerda a todos los presos, a los cuales se deben añadir las consideraciones especiales de carácter humanitario previstas en la ley. No me opongo a que, adicionalmente a estos derechos, se tengan hacia él otras cortesías como la de permitirle asistir al matrimonio de su hija, pero creo que la democracia impone que esas cortesías se apliquen también a los demás presos. Fujimori se beneficia de otras liberalidades mayores y ésas sí inadmisibles, como la de disponer de un cuartel político en su centro de detención, donde despacha a toda hora con sus seguidores ante la lenidad de las autoridades penitenciarias”, le señaló a Página/12 Ronald Gamarra, secretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.

Gamarra se refiere a las reuniones políticas que Fujimori, quien recibe numerosas visitas en días y horarios no previstos en el régimen carcelario, realiza constantemente en su prisión VIP con los congresistas y dirigentes de su agrupación. Pero las reuniones que organiza Fujimori gracias a la libertad que le dan las autoridades no solamente son políticas. En su cumpleaños número 70, en julio de 2008, el ex presidente peruano recibió la visita de los músicos del grupo uruguayo Los Iracundos, que le dieron un concierto privado. Reuniones sociales y políticas durante el día o la noche, cualquier día de la semana, marcan el ritmo en la prisión de Fujimori.

El ex dictador Fujimori –que, además de su amplia habitación de unos veinte metros cuadrados que hace las veces de relajada prisión, también tiene un espacio que las autoridades le han dado para que cultive su propio jardín– ha sido fotografiado caminando por las instalaciones del cuartel policial de la Diroes, pero fuera del área de su reclusión, lo que ha puesto en evidencia las libertades que tiene.

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