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El mundo|Jueves, 4 de marzo de 2010
Un informe del Congreso involucra al compañero de fórmula de Alan García

La red de espías del vice peruano

Tanto el vice Luis Giampetri como la ex presidenta del Congreso Mercedes Cabanillas fueron acusados de estar al tanto del espionaje realizado por la empresa Business Track, propiedad del subjefe de Inteligencia Naval de Fujimori.

Por Carlos Noriega
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Alan García, de regreso de Chile, se encontró con el informe que involucra a gente de su gobierno.

Desde Lima

Altos personajes del gobierno peruano, como el vicepresidente Luis Giampietri y la parlamentaria del oficialismo y ex presidenta del Congreso Mercedes Cabanillas, han sido involucrados por una comisión investigadora del Congreso con actividades de espionaje telefónico a políticos y empresarios. Este espionaje era realizado por Business Track, la empresa dedicada a pinchar teléfonos puesta al descubierto en enero de 2009 y que era dirigida por el hoy detenido Elías Ponce Feijóo, un ex oficial de la Marina que fue subdirector de la Inteligencia Naval durante el régimen del ex dictador Alberto Fujimori (1990-2000), y con quien Giampietri y Cabanillas mantenían una fluida relación.

Business Track, que espiaba por encargo de políticos y empresarios, es la misma empresa que grabó los audios que en octubre de 2008 pusieron al descubierto las conversaciones para favorecer a la empresa noruega Discover Petroleum en la licitación de cinco lotes petroleros. Esos audios escaparon del control de Business Track y llegaron a la prensa, desatando un escándalo que remeció al gobierno de Alan García. Ahí se acabó la suerte de Business Track y de Ponce Feijóo, hasta entonces muy vinculados con importantes personajes del gobierno. En enero de 2009, Business Track fue intervenida y Ponce Feijóo, detenido.

El informe de 324 páginas de la comisión parlamentaria que deberá ser debatido por el pleno del Congreso señala que Business Track actuó de manera “organizada, planificada y sistemática” y que existen “elementos razonables” para señalar que Giampietri conocía del espionaje telefónico a políticos y empresarios que realizaba esta empresa formada por militares en retiro. Giampietri, un almirante de la Marina en retiro que estuvo vinculado con el gobierno de Fujimori y sobre quien pesan acusaciones de violaciones a los derechos humanos, ha reconocido su estrecha y antigua amistad con Ponce Feijóo, aunque niega haber conocido sus ilícitas actividades. Giampietri mantenía una permanente comunicación con Ponce Feijóo hasta que éste fue detenido en enero de 2009. La comisión investigadora del Congreso ha establecido que Giampietri, quien también es congresista, se comunicó telefónicamente 152 veces con Ponce Feijóo entre 2006 –el gobierno de Alan García asumió en julio de ese año– y fines de 2008. Giampietri y Ponce Feijóo también se reunieron en varias ocasiones en el Congreso.

Pero Giampietri no era el único nexo que el espía Ponce Feijóo tenía en el Congreso. Mercedes Cabanillas, una de las más influyentes figuras del oficialista partido aprista, asumió la presidencia del Congreso en julio de 2006 y en septiembre contrató a Ponce Feijóo, el hombre que se dedicada a pinchar teléfonos, para que haga un barrido electrónico en el Congreso, supuestamente para evitar que las conversaciones telefónicas de los parlamentarios sean espiadas. Gracias a este contrato, Ponce Feijóo y su equipo de espías telefónicos tuvieron acceso abierto a todos los ambientes y teléfonos del Congreso. La comisión investigadora señala que las conversaciones telefónicas de varios congresistas fueron interceptadas y que este hecho coincide con la llegada de Ponce Feijóo al Congreso por disposición de su presidenta en ese momento, Mercedes Cabanillas. La comunicación entre Cabanillas y Ponce Feijóo era frecuente. Además de sus reuniones en el Congreso, donde el espía iba permanentemente, la comisión investigadora ha detectado 124 conversaciones telefónicas entre ambos entre 2006 y 2008. Cabanillas ha dicho que Ponce Feijóo la llamaba para informarla sobre temas de “seguridad nacional”, pero no ha podido explicar cómo un hombre que para entonces ya estaba fuera de la marina tenía acceso a información sobre seguridad nacional que supuestamente solamente manejan los servicios de inteligencia.

El oficialismo en pleno ha salido a tratar de desacreditar este informe y al presidente de la comisión investigadora, Oswaldo Luizar, miembro del opositor Bloque Popular. Giampietri y Cabanillas han amenazado con denunciar penalmente a Luizar por difamación. “Eso es una clara amenaza. En el informe nosotros no acusamos directamente a nadie, eso no está en nuestras facultades, solamente hacemos un relato de los hechos y señalamos indicios de posibles responsabilidades. Yo sé que después de este informe va a venir una vendetta política en mi contra”, le dijo Oswaldo Luizar a Página/12. Pero Giampietri y Cabanillas no son los únicos miembros del oficialismo vinculados con Business Track. Aunque no es mencionado en el informe del Congreso, el presidente García también ha estado vinculado con Ponce Feijóo. Según relata el periodista Gustavo Gorriti en su libro Petroaudios, García le encargó a Ponce Feijóo durante la campaña electoral de 2006 espiar a Ollanta Humala, su rival en la segunda vuelta.

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