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El mundo|Jueves, 4 de marzo de 2010
Honduras y Venezuela también estuvieron en la agenda de la cumbre en Brasilia

Lula y Hillary hablan de Irán

No hubo acuerdo sobre Irán: mientras que Brasil abogó por la prolongación de las negociaciones con Teherán, Clinton se mostró determinante al anunciar que se terminó el tiempo de la persuasión y llegó el turno de las sanciones.

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Hillary, Lula, el canciller Amorim y la candidata Dilma Rousseff.

Estados Unidos y Brasil mantuvieron firmes sus diferencias sobre la aplicación de sanciones a Irán por su programa nuclear. En una cumbre ocurrida ayer en Brasilia entre la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, ambos funcionarios hablaron de Honduras y Venezuela, pero concentraron su agenda en asuntos extrarregionales, siendo la cuestión iraní la temática casi excluyente del encuentro. Mientras que Brasil abogó por la prolongación de las negociaciones con Teherán, Clinton se mostró determinante al anunciar que se terminó el tiempo de la persuasión y llegó el turno de las sanciones.

“No es prudente arrinconar a Irán contra la pared. Es prudente lograr que este país mantenga las negociaciones”, afirmó Lula en escuetas declaraciones a la prensa previo a su encuentro con la secretaria de Estado norteamericana. “Si Irán quiere lo mismo que Brasil, es decir, el uso del desarrollo de la tecnología nuclear para fines pacíficos, en nosotros encontrará el apoyo”, aseguró el mandatario, marcando lo que sería la tónica de la jornada.

La secretaria de Estado había llegado en la madrugada de ayer a Brasilia con un objetivo claro: convencer al gobierno de Lula de aplicar sanciones a Irán por considerar que el país de Medio Oriente no está desarrollando su plan nuclear con fines pacíficos sino armamentistas. Para la cruzada norteamericana, el apoyo de Brasil es fundamental, debido a que el gigante sudamericano integra actualmente el Consejo de Seguridad de la ONU, organismo encargado de imponer las sanciones.

Sin embargo, la férrea oposición de la dirigencia petista dejó a la funcionaria en jaque. El presidente brasileño no sólo subrayó la importancia que para su país tiene el acercamiento diplomático a Teherán, sino que además reiteró que su gobierno continuará manteniendo relaciones comerciales con el país de Medio Oriente. Lula insistió en que abogará por una salida diplomática al conflicto con Irán al tiempo que confirmó su visita a Teherán en mayo próximo.

“Un reciente informe de la Agencia Internacional de Energía Atomica (AIEA) señala evidencias que, creemos, apoyan nuestros temores de que Irán está buscando un programa para desarrollar armamento nuclear. Con la adopción de sanciones, se podrán evitar conflictos que puedan perturbar la paz, estabilidad y mercados de petróleo en el mundo”, aseguró Clinton en una conferencia de prensa conjunta con el canciller Celso Amorim, tras la reunión con Lula. “Es por ello que una vez que la comunidad internacional se exprese, mande un mensaje claro mediante una resolución de la ONU, los iraníes van a negociar. Y por eso el mejor camino es a través del Consejo de Seguridad de la ONU”, subrayó ante el auditorio.

La respuesta del canciller no se hizo tardar. “Queremos un mundo sin armas nucleares, ciertamente sin proliferación. Pero no se trata de torcer simplemente una opinión que pueda no concordar. No podemos ser simplemente llevados. Pensamos con nuestra propia cabeza”, sostuvo Amorim. “El gobierno brasileño considera que no están agotadas las posibilidades de la vía negociadora con Irán. Aún hay oportunidad de llegar a un acuerdo que tal vez exija un poco de flexibilidad de parte a parte”, señaló, al tiempo que Clinton recalcó su escepticismo sobre los resultados de esta vía. “El presidente Barack Obama viene haciendo gestos hacia Irán hace más de un año, pero infelizmente no tuvo una señal de reciprocidad”, retrucó la funcionaria.

La cuestión nuclear iraní fue uno de los puntos conflictivos en la agenda que llevó Clinton a Brasilia. En su estadía de apenas 24 horas en el gigante sudamericano, la funcionaria de la gestión demócrata también encaró cuestiones vitales para fomentar la relación entre ambos países tales como la visita de Obama a Brasil pautada para este año, como cuestiones para afianzar el comercio bilateral. Asimismo América latina representó otro de los ítems a tratar con la gestión petista, entre los cuales se destacó el pedido por el reconocimiento del gobierno de Honduras y la referencia al rol perjudicial que tiene Venezuela para la región.

“Honduras ha hecho progresos en favor de la democracia y queremos trabajar con Brasil para la vuelta de ese país a la Organización de Estados Americanos (OEA)”, declaró Clinton al tiempo que abogó en favor del reconocimiento del gobierno del presidente hondureño Porfirio Lobo.

De acuerdo con el canciller, el pedido de Estados Unidos no es tan simple de cumplir. “Países como el nuestro, que han sufrido dictaduras en el pasado, no pueden tratar tan levemente un golpe de Estado, como el que derrocó al entonces presidente Manuel Zelaya en junio pasado”, explicó Amorim. “Sin embargo aún observamos con mucha atención algunos gestos del gobierno de Lobo hacia la reconciliación nacional”, subrayó el responsable de la diplomacia brasileña. “Simplemente se precisan más hechos y tiempo”, concluyó.

Capítulo aparte mereció las palabras vertidas sobre Venezuela. La secretaria de Estado advirtió que la dirigencia chavista mantiene algunas actitudes perjudiciales para sus países vecinos. “Nos gustaría que Venezuela mirara un poco más hacia el sur y siga el ejemplo de Brasil o Chile, países con éxito,” apuntó.

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