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El mundo|Jueves, 13 de mayo de 2010
Entre la reticencia conservadora y el “eurófilo” Clegg

Europa quedó expectante con el nuevo gobierno

Por Vanessa Mock *
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Un camión de mudanzas llega a Downing Street con los petates de Cameron.

Una nueva era en la política británica puede haber comenzado, pero Bruselas todavía espera para ver si marcará una nueva era de compromiso británico con Europa. La esperanza, si no la firme convicción, es que Nick Clegg, como eurófilo, podrá suavizar los instintos escépticos de sus colegas conservadores y los ayudará a tener una opinión más informada de los trabajos de la Unión Europea.

Los socios europeos de Gran Bretaña hace mucho que se acostumbraron a la distancia del Reino Unido aun bajo el supuesto pro-europeo Tony Blair. De manera que ayer era palpable el alivio de que por lo menos algunos entusiastas de la Unión Europea están ahora en el gobierno. Esto quizás ayude a explicar la sobrerreacción algo efusiva del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barosso, que habló de su excelente relación con David Cameron.

“Espero que el primer ministro británico siga defendiendo el interés nacional de Gran Bretaña dentro de un encuadre europeo. Gordon Brown era menos europeo que su sucesor y trabajó con un espíritu muy cooperativo, de manera que estoy seguro de que tendremos una buena cooperación con el nuevo gobierno”, dijo. Muchos se sienten alentados por la forma en que los líderes políticos británicos se han manejado con la construcción de la coalición, sugiriendo que el proceso “educará” a los conservadores en la forma de trabajar con 26 socios alrededor del mundo.

“Por fin los británicos están descubriendo el espíritu de compromiso, que es la esencia de la forma de hacer política de la Unión Europea. Es una habilidad que ellos nunca desarrollaron antes, razón por la cual muchas veces estuvieron a destiempo con la Unión Europea. Pero ahora verán que es un arte que tendrán que seguir refinando”, dijo el funcionario de Bruselas.

En Clegg, Bruselas no podría haber deseado un modelo europeo con más pedigree. Educado en la elitista Universidad de Europa en Brujas, el líder liberal demócrata trabajó con el comisionado de Comercio de la Unión Europea, Sir Leon Brittan, antes de ser elegido para el Parlamento europeo. Hay que añadirle a todo esto un puñado de idiomas europeos, una madre holandesa, un mujer española. El resultado debería ser el ideal abanderado europeo. Los funcionarios también se consuelan del nombramiento de Chris Huhne (también ex miembro del Parlamento europeo) como secretario de Energía, que acalló los temores de que un liderazgo conservador podría bloquear el impulso de la Unión Europea para los objetivos más duros sobre las emisiones.

Sin embargo, una prognosis más realista es que Europa podría ser un importante problema para la coalición. William Hague dijo que él seguiría una política “activa y activista” con Bruselas. Andrew Duff, miembro del Parlamento, liberal demócrata, advirtió sobre tormentas en el horizonte cuando la Unión Europea se mueva hacia un mayor gobierno económico para estabilizar el euro: “Si los conservadores piensan que se pueden aislar de la crisis de la eurozona, están en la luna. Los bancos británicos están implicados en la crisis de la deuda griega y cualquiera que crea que la libra esterlina está segura, está muy equivocado”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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