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Desde Medellín
A una semana de las elecciones, los sonidos de una gaita anuncian que Germán Vargas Lleras concluye su campaña por la presidencia. Música bien colombiana, como la que invita a bailar a los partidarios de este uribista en el centro de Medellín, se escucha también en otras capitales. Los demás aspirantes a primer mandatario también recorrieron el país para rematar una de las más emocionantes campañas presidenciales en Colombia que, tras la negativa de la Corte Constitucional a una segunda reelección del presidente Alvaro Uribe, se llenó de posibilidades. Desde ayer, los candidatos no pueden participar en actos públicos, aunque sí continuar el proselitismo en Internet y con publicidad en medios. Tampoco se podrán difundir más encuestas para conocer quién reemplazará a Uribe tras ocho años de gobierno.
Consagrados congresistas, ex guerrilleros, ministros y cancilleres y profesores universitarios, conforman la baraja de opciones que pasan por la izquierda, el oficialismo, la derecha, las propuestas independientes y hasta el uribismo separatista de Vargas Lleras que, como en los sondeos, repunta muy poco entre la multitud. Su público, al calor del domingo en Medellín, no alcanza el centenar de personas. En cambio, Juan Manuel Santos y Antanas Mockus, empatados en los más recientes tanteos de intención de voto, arrastran por miles ciudadanos a las concentraciones públicas que sirvieron de cierre a sus campañas.
La Plaza de Bolívar en Bogotá fue el escenario para la movilización convocada por la campaña de Mockus. Salsa, rock y promesas de un gobierno transparente se vieron en el masivo acto de apoyo al candidato del Partido de Verde, que anunció que su gobierno no será como una fiesta para ofrecer salarios y beneficios a quienes lo respaldan, sino como las mingas de trabajadores e indígenas, donde todos aportan y todos reciben. Bajo la lluvia, Mockus y los demás ex alcaldes de Bogotá fundadores de su partido, saludaron a un público nutrido de jóvenes empapados, sonrientes y de girasol en mano.
En esa misma plaza, Gustavo Petro, del opositor Polo Democrático Alternativo, reunió el viernes a sus seguidores en un evento donde el discurso, más que el espectáculo musical, fue el protagonista. El ex militante guerrillero criticó a Uribe y su política de seguridad democrática que, según dijo provocando el aplauso, “no resultó ser la panacea que nos pintaron. Se desbordaron los objetivos y desencadenaron en el asesinato de civiles por parte de militares”. Ayer, desde la ciudad de Florencia (Sur), Petro anunció que tomará medidas de seguridad por las amenazas contra su vida conocidas este mismo fin de semana, al parecer provenientes de la marxista guerrilla de las FARC. A este candidato de izquierda, según publicó el periódico digital unpasquin.com, el candidato de Uribe le ofreció el Ministerio de Defensa en caso de unir fuerzas.
Juan Manuel Santos, ex ministro de Uribe, desmintió la información en el diario El Tiempo, que es propiedad de su familia.
Santos le tomó ventaja al filósofo Antanas, que venía ascendiendo rápidamente en las encuestas hasta alcanzar un 38 por ciento. Ahora, según la llamada gran encuesta de Ipsos Napoleón Franco, Mockus tiene el 32 y Santos el 34, es decir, están técnicamente empatados pues el margen de error es de dos puntos. Si ningún candidato gana más del 50 por ciento de los votos el próximo 30 de mayo, se realizará una segunda vuelta de votaciones el 20 de junio. En ésta, según lo indagó la firma Ipsos, Mockus ganaría la presidencia con 45 por ciento de los votos; mientras Santos sacaría el 40 por ciento. Es decir, en las cifras nada está garantizado.
Viniendo de Uribe, que ganó las dos presidencias con más del 60 por ciento, la campaña de hoy es bastante atípica, además, si se tiene en cuenta que por siglos Colombia ha sido gobernada por dos grandes partidos tradicionales: el conservador y el liberal. La candidata del primero, Noemí Sanín, comparte el tercer lugar en las encuestas con el opositor Petro. Rafael Pardo, aspirante liberal, aparece en un quinto lugar que se niega a aceptar. Cerrando su campaña, el economista reiteró que lo ve en las concentraciones de su partido es distinto de lo que dicen las encuestas, y anunció que durante esta semana va a “intensificar los contactos con los dirigentes liberales”.
Para Santos, lo importante ahora es conseguir aliados. Cuando clausuró su campaña, el director de la operación Jaque y el bombardeo a Ecuador, invitó a Vargas Lleras, a Sanín y al mismo Petro a unirse a su propuesta de país. “Es el tiempo de la unidad”, decía y repetía. “Saben que conmigo pueden dormir tranquilos”, afirmó el uribista desde Cartagena, a ritmo de reggaeton y vallenato.
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