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El mundo|Lunes, 19 de julio de 2010
Santos, quien asume en tres semanas en Colombia, anunció su voluntad de restablecer relaciones con Caracas

A Uribe lo criticaron por complicar a su delfín

El ex presidente Samper y otros detractores aseguran que el mandatario convirtió la política de mano dura contra las guerrillas y el “terrorismo” en política exterior. El venezolano Chávez denuncia un “guión de Estados Unidos”.

Por Katalina Vásquez Guzmán
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El heredero del uribismo, Juan Manuel Santos, asume el 7 de agosto; Chávez ya dijo que no asistirá a la ceremonia.

Desde Medellín

Uribe está desesperado. Así lo señalan sus opositores por las denuncias de supuesta presencia guerrillera en Venezuela, que son noticia esta semana, no sólo porque no publicó las pruebas, incumpliendo su propia promesa, sino porque en tres semanas se terminan sus ocho años de gobierno. Al actual presidente lo critican por intentar torpedear la gestión internacional de su reemplazo, Juan Manuel Santos, quien tomará el poder el 7 de agosto. La explicación es, según algunos, el fin de la luna de miel entre los dos políticos de derecha. La denuncia será discutida este jueves en sesión extraordinaria de la OEA, a petición de Colombia.

Hugo Chávez dice que el nuevo episodio en la cadena de roces entre los países vecinos corresponde a un “guión estadounidense”. Para Chávez, Colombia y Estados Unidos “están confabulados en contra de Venezuela”. En la columna “Las líneas de Chávez”, éste reafirmó que las declaraciones de Uribe son “irresponsables”. “Si continúa la locura que se ha apoderado de la Casa de Nariño, siguiendo el guión imperial, Venezuela romperá relaciones con este país”, advirtió Caracas nuevamente. Según ese país, Barack Obama “está demostrando ser, en las palabras y en los hechos, la segunda administración Bush: sigue la misma línea belicista y la misma estrategia de dominación imperial”.

Cuando las tensiones se estaban aliviando entre los dos países, Uribe llamó a los medios para mostrar documentos que probarían que en Venezuela se esconden los principales líderes de la guerrilla de las FARC y el ELN. Porque Santos es su delfín y anunció buenas intenciones de restablecer relaciones con Caracas, las actuaciones de Uribe son cada día más criticadas. El diario El Tiempo, el principal de Colombia, destacó en su editorial de ayer que “fuera de que resulta inusual que a escasas tres semanas de dejar la Casa de Nariño el inquilino de la misma le ponga palos en la rueda al presidente electo, no deja de llamar la atención que el episodio ocurra entre Uribe y quien se supone es su legítimo heredero”.

El ex presidente Ernesto Samper, primo del electo Juan Manuel Santos, afirmó que con Uribe se vive “una de las épocas más siniestras” en la diplomacia nacional. Lo que busca Uribe es, a juicio de Samper, afectar al futuro gobierno y “montar una carga de profundidad” contra Santos, uno de los más exitosos ministros de Uribe, que ganó las presidenciales con más de 9 millones de votos. “El año que llevamos sin relaciones económicas con Venezuela nos ha costado sangre, sudor y lágrimas”, expresó Samper. Esto es: medio millón de empleos, 5 millones de personas afectadas en las fronteras, y 2 millones y medio de dólares diarios en pérdidas.

Samper y otros detractores de los señalamientos de Uribe contra Venezuela aseguran que el presidente convirtió la política de mano dura contra las guerrillas de izquierda y el “terrorismo” en política exterior, lo que ha costado a Colombia el aislamiento internacional. De 37 países a los que cualquier colombiano podía entrar sin visa antes del gobierno de Uribe, hoy sólo quedan 12. Ecuador, Nicaragua, Cuba, Venezuela, Bolivia, Argentina y Brasil son algunas de las naciones con las que se deterioraron relaciones.

Celos e intrigas son la explicación que se rumorea a la denuncia del Palacio de Nariño que, sin pruebas, viene haciendo desde 2006, a lo que Chávez siempre ha negado responsabilidad alguna. La revista Semana describe en su edición más reciente que “lo que se está gestando es una especie de guerra fría con interpretaciones y justificaciones de lado y lado, cuyo origen principal son los primeros nombramientos que ha hecho Santos y el manejo que les está dando a temas de política exterior, particularmente con Venezuela y Ecuador”. “¿Fin de la luna de miel?”, titula este semanario, que afirma que “el nuevo capítulo de la crisis en las relaciones entre Colombia y Venezuela ha sido el principal motivo de tensión entre los presidentes”.

“Hay que defender la obra, la política de seguridad democrática, como leones”, les dice Uribe a sus funcionarios en sus últimos días de gobierno. El de Santos, según ha demostrado verbalmente hasta ahora, espera cambiar la idea de mano dura en los conflictos internacionales para mejorar las relaciones. “Así lo ha entendido el presidente Uribe y no ha ocultado su molestia por el inminente cambio de rumbo”, afirma Semana. Santos se pronunció brevemente desde Miami el jueves, cuando Caracas estalló en cólera y llamó a su embajador en Bogotá. “Hay que iniciar un diálogo para resolver el problema que hoy está sobre la mesa: la presencia de terroristas en territorio venezolano”, fue el pedido de Santos a Hugo Chávez.

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