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Los estadounidenses residentes en Europa y aquellos que planean visitarla recibieron ayer un alerta del Departamento de Estado norteamericano. Washington les recomendó tomar todas las precauciones debido al alto riesgo de que se produzcan ataques terroristas, que pueden estar dirigidos contra puntos turísticos y centros de transporte.
Después de que lanzaran la advertencia en Washington, la secretaria del Interior británica, Theresa May, dijo que el Reino Unido compartía la medida. La Oficina de Asuntos Exteriores alertó sobre una alta posibilidad de atentados en países como Francia y Alemania. Las advertencias llegaron después de varios días con informes de los medios de comunicación, en parte confirmados por fuentes de gobierno, que decían que los ataques en Europa podrían ser inminentes y adoptar el estilo de los asaltos por comando, como ocurrieron en 2008 en Mumbai, India, y que dejaron más de 170 personas muertas.
Ningún país en particular fue señalado en el alerta estadounidense. Anoche, funcionarios informaron que la administración de Barack Obama no tenía planes de lanzar un alerta de mayor gravedad, que llamaría a los ciudadanos norteamericanos a no viajar a Europa. El propósito de la advertencia fue fomentar la vigilancia, dijeron desde la Casa Blanca. “Se les recuerda a los ciudadanos estadounidenses la probabilidad de que terroristas ataquen los sistemas de transporte público y otra infraestructura turística”, explicó el Departamento de Estado. “Los terroristas han apuntado y atentado contra los sistemas ferroviarios y subterráneos y contra servicios marítimos y de aviación”, agregó. Casi en simultáneo, la Oficina de Asuntos Exteriores actualizó ayer su asesoría de viajes hacia Francia y Alemania. Desde esa dependencia, les informaron a los británicos que la amenaza de acciones terroristas en esos países era alta.
Parecía claro que el cambio en la recomendación de viajes había sido consensuado en ambas partes del Atlántico. “La amenaza terrorista existe y podría golpearnos en cualquier momento”, dijo el ministro de Defensa francés, Herve Morin, en una entrevista con el diario Le Parisien. “Se estuvo constantemente desmantelando redes que operaban alrededor del mundo y se preparaban para cometer ataques terroristas. Es bueno que los franceses sepan esto”, agregó el funcionario. La semana pasada, la policía francesa volvió a cerrar la Torre Eiffel por amenazas.
Los datos de inteligencia podrían haber sido obtenidos de un alemán retenido en la base aérea de Bagram, en Kabul. Otras fuentes hablan de ocho alemanes y de un par de hermanos británicos involucrados en un complot. Los funcionarios estadounidenses dicen que estos posibles ataques serían comandados por Osama bin Laden.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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