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El mundo|Martes, 1 de febrero de 2011
Rebelión a la egipcia > Los Hermanos Musulmanes y El Baradei crearon un comité de responsables de liderar el cambio

Opositores unidos para la transición

El principal grupo contrario al régimen de Mubarak, los Hermanos Musulmanes, no asumió la dirección de la revuelta. En cambio, decidió actuar con pragmatismo, a base de buscar alianzas con los laicos y el ejército.

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El Nobel de la Paz, El Baradei, lidera la Asamblea Nacional por el Cambio.

Los Hermanos Musulmanes, el principal grupo de oposición en Egipto, no asumió la dirección de la revolución contra Mubarak, sino que ha decidido actuar con pragmatismo, a base de buscar alianzas con los opositores laicos y el ejército. Dirigentes de los Hermanos Musulmanes y de la laica Asamblea Nacional por el Cambio, que lidera Mohamed El Baradei, anunciaron la creación de un comité para analizar con los militares el final del régimen. El grupo multipartidista planea la disolución del Parlamento y la formación de un gobierno interino hacia una transición pacífica.

El líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badia, pidió “seguridad, comida y apoyo” al ejército para estabilizar la situación. Dijo al diario El País que “este no es el momento de hablar sino de trabajar junto a los manifestantes”. Un vocero que citó el periódico dijo que no quieren “un Estado islámico, sino uno civil del que formen parte y que no hubo ninguna ideología política ni religiosa tras las protestas”.

Los Hermanos, cuyo ideario se basa en el establecimiento por medios pacíficos de un estado islámico en Egipto, tienen sus antecedentes a finales del siglo XIX, cuando el integrismo islámico se organizó en El Cairo como fuerza nacionalista contraria a la administración británica. En 1928, el maestro Hassan el Banna fundó en la ciudad de Ismailía la Hermandad Musulmana con el lema “el Corán es nuestra constitución y el profeta nuestro jefe”, y se convirtió así en el primer Guía Supremo del movimiento.

En diciembre de 1948 el gobierno egipcio ilegalizó a los Hermanos Musulmanes y en 1949 Hassan El Banna fue asesinado en oscuras circunstancias. Los Hermanos no volvieron a la legalidad hasta 1952, cuando los Oficiales Libres, encabezados por el coronel Gamal Abdel Naser, derrocaron a la monarquía del rey Faruk y proclamaron la república en Egipto. Sin embargo, el carácter marcadamente laico, filosocialista y panarabista de la revolución naserista chocó abiertamente con los planteamientos de los Hermanos, cada vez más críticos con el nuevo régimen, que terminó por ilegalizarlos en 1954.

El sucesor de Naser, Anuar El Sadat (1970-1981), inició una política de acercamiento a la Hermandad para contrarrestar la influencia de los comunistas en la vida política y social de Egipto, más aún si se tiene en cuenta el cambio de rumbo experimentado por el régimen, que del filosocialismo naserista pasó a ser uno de los más firmes aliados de Estados Unidos en la región.

En 1971, el Islam fue declarado la religión del Estado en Egipto y en 1972 la sharia quedó constituida como “una de las principales fuentes de derecho”, pero no la única, como reclaman los Hermanos Musulmanes.

En 1978, los Hermanos lograron un gran éxito en las elecciones universitarias y al año siguiente manifestaron su rechazo a los Acuerdos de Paz de Camp David firmados por Egipto con Israel.

Dichos acuerdos implicaban la devolución a El Cairo de la península del Sinaí, ocupada por los israelíes en la Guerra de los Seis Días de 1967, y, sobre todo, el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, algo insólito hasta ese momento y que le valió a Egipto el rechazo generalizado en el resto del mundo árabe.

En 1980 Sadat hizo una nueva concesión a la Hermandad, con la introducción de una enmienda a la Carta Magna que elevó la sharia a la categoría de “principal fuente del derecho”. El 3 de septiembre de 1981 Sadat encarceló a 3000 personas acusadas de conspiración, entre ellas al líder supremo de la Hermandad, Omar El Telmesani, y al papa de los cristianos coptos, Chenuda III.

El 6 de octubre de 1981, Sadat fue asesinado por un comando integrista de su propio ejército, adscrito a la Yihad Islámica. Su sucesor, Hosni Mubarak, liberó en diciembre de 1981 a la mayoría de los detenidos por su antecesor, entre ellos a Telmesani.

En la actualidad, los Hermanos Musulmanes son uno de los grupos con mayor influencia social en Egipto y en otros lugares de Medio Oriente, como Jordania o los territorios palestinos, donde el movimiento Hamas, que se nutre de los mismos principios ideológicos, gobierna en la Franja de Gaza. De hecho, en Egipto, los Hermanos suelen ganar las elecciones que se celebran en las asociaciones profesionales, por lo que reclaman su regreso a la legalidad. Estados Unidos no ha catalogado a los Hermanos Musulmanes como grupo terrorista, pero el gobierno egipcio los considera promotores de una campaña violenta para derrocar a Mubarak.

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