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Las protestas de las últimas semanas lograron arrancarle concesiones al régimen marroquí. A través de un discurso difundido por cadena nacional, el rey Mohamed VI de Marruecos anunció ayer una “reforma global” de la Constitución, que será sometida a un referéndum popular.
En su primer discurso a la nación desde que se iniciaron las manifestaciones en países de esa región, el pasado 20 de febrero, el rey anunció el establecimiento de una comisión especial que se encargará de revisar la Constitución y que será dirigida por el constitucionalista marroquí Abdeltif Menuni. Esta comisión deberá presentar en junio el resultado de sus trabajos, y posteriormente se celebrará un referéndum para aprobar la reforma de la Constitución, modificada por última vez en 1996.
La reforma de la Carta Magna incluye la ampliación de las atribuciones del Parlamento, y el refuerzo de la figura del primer ministro como “presidente de un Poder Ejecutivo” surgido del partido más votado, y no nombrado por el monarca, como sucedía hasta ahora. El proyecto de la nueva Constitución será sometido a una consulta popular y entrará en vigencia después de su aprobación, dijo el monarca del país norafricano.
Escoltado por su hermano Mulay Rachid y por su pequeño hijo, Mulay Hassan, Mohamed VI se refirió a las funciones que tendrá a partir de ahora el premier marroquí. “Asume totalmente la responsabilidad del gobierno y de la administración pública, además de dirigir y aplicar el programa gubernamental.” En cuanto al Parlamento, la reforma constitucional ampliará su ámbito legal y le otorgará nuevas atribuciones, que le permiten ejercer sus funciones de representación, legislación y control. El discurso del rey está enmarcado dentro de la puesta en marcha de la llamada regionalización del país, que comenzará por el Sahara y que dejará el poder de las nuevas regiones en manos de los presidentes de los consejos regionales, en lugar de los “walis” y los gobernadores como sucedía hasta el momento. Otro de los aspectos fundamentales de la reforma serán el refuerzo del papel de los partidos políticos y el respeto a los derechos humanos, prometió. “Esta Constitución consolidará el estado de derecho y de las instituciones”, insistió el jefe de Estado marroquí.
En su “hoja de ruta” para una nueva Constitución, Mohamed VI también aseguró que la Carta Magna consagrará el carácter plural de la identidad marroquí unitaria y rica por la variedad de sus afluentes. El monarca informó que reconocerá la lengua amazig (bereber) como parte central del patrimonio de todos los marroquíes.
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