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El mundo|Miércoles, 22 de junio de 2011
Anuncia hoy el regreso de 30 mil soldados desde Afganistán

Obama llama a la retirada

Tendrá que explicar sus planes para reducir en un tercio las fuerzas estadounidenses en esa guerra, pero sin perder los avances que él mismo describe como frágiles. Los generales quieren seguir, la opinión pública no.

Por David Usborne *
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Soldados del Primer Regimiento de Caballería con base en Kabul.

Bajo fuerte presión con el fin de despejar el camino para terminar la guerra en Afganistán, el presidente Barack Obama revelará hoy sus planes para una retirada de tropas, con el objetivo de traer tanto como 30.000 soldados estadounidenses de regreso para fin del año que viene. Obama explicará sus planes en una conferencia de prensa esta noche. Mañana viajará a la base del ejército de Fort Drum, en el norte del estado de Nueva York, que ha desplegado gran número de efectivos para la guerra. Hoy, los componentes estadounidenses de las fuerzas de la OTAN en Afganistán llegan a los casi 100 mil soldados.

Obama está navegando entre diferentes facciones, tanto en el ejército como en el Capitolio. Mientras el clamor por reducir el compromiso de Estados Unidos en el conflicto ha estado ganando en volumen, todavía existe la preocupación de que retirar las fuerzas ahora pueda poner en peligro el frágil progreso que se ha logrado contra la insurgencia talibán y Al Qaida en el país.

Ese progreso, sumado a la muerte de Osama bin Laden en el vecino Pakistán, le ha dado a Obama una narrativa útil para justificar las retiradas. Mientras varias fuentes de medios predecían que él pediría un plazo para la retirada de 30 mil hombres para fines del año que viene, equivalente al aumento de tropas que había ordenado a fines de 2009, los funcionarios de la Casa Blanca advirtieron que él estaba considerando los detalles. “Cuando el presidente tome una decisión, la anunciará”, dijo una fuente.

Anoche Obama se reunió con Hillary Clinton, la secretaria de Estado, y con el secretario de Defensa, Robert Gates –quien está planificando su retiro para este mes– para finalizar los detalles de su estrategia de retirada. Para fin de año, “estaremos haciendo la transición en Afganistán para brindarle más seguridad al pueblo afgano”, dijo Obama en un evento para recaudar fondos esta semana. Antes de la reunión, Gates, que ha estado a favor de una retirada lenta de las tropas, reconoció que los cálculos militares son sólo parte de una ecuación política mayor para el presidente.

“Va de suyo que hay muchas reservas en el Congreso acerca de la guerra en Afganistán y nuestro nivel de compromiso. Hay preocupaciones entre el pueblo estadounidense, que está cansado de una década de guerra”, les dijo a los periodistas.

Mientras, un número de alrededor de 30 mil soldados ayudaría a reforzar la afirmación del presidente, ante las elecciones del año que viene, de que se atiene a un calendario que vería el retiro completo de un largo conflicto de una década para fin de 2014. El retiro sería ejecutado de manera de atenuar el impacto sobre las operaciones militares. Las fuentes predicen que entre 5000 y 10 mil soldados probablemente vuelvan antes del fin de este año, pero muchos de ellos serían ingenieros y otro tipo de personal de apoyo, más que soldados de batalla.

Entre los que dudan sobre una reducción significativa en el número de tropas se encuentra el senador John McCain, quien está entre los que hicieron lobby para el aumento de tropas hace 18 meses. “Eso sería retirar gente antes de terminar el trabajo, especialmente en Afganistán oriental”, dijo ayer. “Tenemos un montón de problemas en Afganistán, pero el aumento de tropas funciona en el sur de Afganistán y el retiro lo puede hacer en la parte oriental.”

Los factores que juegan contra una retirada más abrupta incluyen la continua preocupación de Washington por la situación en Pakistán. Las relaciones con Islamabad siguen tan tensas como siempre después de la muerte de Bin Laden. Pero aun con esas consideraciones, Obama sabe que la guerra es cada vez más impopular, incluso en el ala izquierda de su propio partido y para algunos republicanos. El cansancio con el conflicto está unido a frustraciones sobre su inmenso costo en un momento en que Washington está tratando de luchar contra el déficit presupuestario.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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