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El mundo|Martes, 28 de junio de 2011
El Parlamento trata hoy un fuerte plan de ajuste por tres años para desbloquear la ayuda del Fondo y de la UE

Debate Grecia su futuro ajustado al FMI

Los sindicatos comenzaban anoche una huelga en rechazo al programa impuesto por los organismos internacionales. La historiadora Maria Damilakou analiza las perspectivas para su país. “Se trata de una crisis sistémica de Europa.”

Por Adrián Pérez
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Los parlamentarios helenos discuten el plan de ajuste que deberán votar; afuera del recinto, los indignados protestan.

El pueblo griego se enfrenta a un dilema de difícil solución y podría decirse que soporta la espada de Damocles sobre su cabeza a la espera de que el Parlamento trate hoy un fuerte plan de ajuste por tres años. Mientras los organismos internacionales esperan un gesto de los parlamentarios helenos para desbloquear el quinto tramo del rescate acordado el año pasado por la Unión Europea y el FMI, los sindicatos comenzaban anoche una huelga de 48 horas en rechazo al programa de recortes. “Grecia tiene una responsabilidad muy grande entre sus manos y no puede adoptar una salida por su cuenta ni aislarse, tiene que darse un cambio a nivel europeo”, analiza Maria Damilakou en diálogo con Página/12. Desde Atenas, la historiadora afirma que se necesita “un cambio de modelo económico de la UE que nos permita volver a la producción, porque la recesión es cada vez más profunda. Es como estar dentro de un túnel y no saber cuándo volveremos a ver la luz”, agrega Damilakou.

El tiempo transcurre en un reloj de arena cada vez más impiadoso con el país heleno. Sin los 12.000 millones de euros provenientes de los países fuertes de la Zona Euro, es muy probable que Grecia se declare insolvente a partir de julio. En una de las crisis más importantes desde el restablecimiento de la democracia en 1974 y a pesar del surgimiento del movimiento de indignados (ver aparte), en la sociedad griega reina un ánimo de descreimiento. “El pesimismo es generalizado porque vemos que nuestros bolsillos se vacían día a día”, asegura la historiadora. “Los países del sur de Europa creímos en una UE sin fronteras, sin pasaportes. Estamos cuestionando el éxito de la UE porque, en definitiva, cada uno trata de protegerse como puede”, se decepciona.

La historiadora sostiene que el pueblo griego pagará “un costo muy alto” si el nuevo paquete de medidas se aprueba finalmente. La metáfora de la burbuja económica se hace carne en su relato. “Tal vez vivíamos por encima de nuestras posibilidades, pero fuimos víctimas de un sistema que generó ese modelo”, dice y lanza un mensaje para sus vecinos de la Zona Euro: “Tenemos que convencernos de que no se trata sólo de una crisis griega, es una crisis sistémica de Europa donde las diferencias entre Alemania y los países del PIG (Portugal, Irlanda y Grecia) no se eliminaron”. El análisis de Damilakou va un poco más allá. Afirma que el sistema europeo se apoya, precisamente, sobre esas diferencias. “Alemania nos quiere así: PIG –dispara–. Nos quieren consumidores. Nos venden sus autos último modelo y a cambio esperan que les ofrezcamos nuestros hoteles y casas para veranear en nuestros países.”

Nacida en Atenas hace cuarenta y tres años, Damilakou describe el “milagro alemán” como un proceso con un costado perverso y poco difundido por los medios europeos. El auge de la economía de Alemania se produjo, en la década del ’60, a partir del renacimiento de una industria que utilizaba la mano de obra barata de griegos e italianos contratados de manera temporal y sin ningún tipo de derechos. “El norte de Grecia se vació cuando miles de hombres se marcharon a trabajar a las fábricas alemanas”, recuerda. Hombres que fueron empleados, mayormente, en el sector de electrodomésticos y el automotriz. Y que también viajaron a Bélgica para trabajar en el sector minero.

“Todo el tiempo nos dicen que el turismo es una industria fuerte, no estoy de acuerdo con esa idea”, critica la historiadora. Y aunque reconoce que ese sector siempre fue importante para la economía helénica, plantea que no debe pensarse como la única salida. “No puede ser que no produzcamos nada, tampoco que esta situación se resuelva con devaluación interna, que no es otra cosa que reducción de nuestros salarios y más flexibilización laboral.”

La crisis de 2001 en Argentina gana protagonismo en la agenda griega. Damilakou señala que algunos medios plantean una posición proteccionista y presentan “el caso argentino” como ejemplo del fracaso de las recetas sugeridas por el FMI. También sugieren abandonar el euro. La contraparte mediática estima que eso sería muy arriesgado y que, a diferencia de Argentina, Grecia mantiene una relación más orgánica en el sistema económico mundial.

Aunque se siente más cerca de la primera propuesta, Damilakou cree que no es momento de abandonar el euro. “Estoy segura de que si se anunciara una devaluación, eso causaría una confusión muy grande en la gente”, arriesga. No obstante, la historiadora afirma que la sociedad espera un cambio en la economía.

–¿Y cómo puede darse ese cambio de timón?

–No lo sé. Puede ser mediante un proceso de negociación o por un estallido, como pasó en Argentina. La sociedad todavía no llegó a un punto drástico, no agotó sus reservas de paciencia. En su desesperación, la gente espera que las cosas cambien. Creo que la reestructuración del gabinete apaciguó un poco los ánimos y que la gente tiene miedo de salir de la Zona Euro, como pasó en Argentina con el fin de la convertibilidad. Sin embargo, esta crisis va más allá del cansancio con una clase política que no encuentra la salida. Lo que está en crisis es la idea de la UE. Necesitamos un cambio de modelo económico. Y ese cambio tiene que ser a nivel europeo. Tenemos que transformar nuestro modelo productivo. Grecia será un país chico, pero tiene su agricultura, su terreno fértil. No tenemos que esperar todo de los servicios. Hace algunos años, Irlanda era presentada como ejemplo por su desarrollo, por obedecer las recetas del FMI. Finalmente naufragó. Nuestro problema va a estallar cuando los griegos se cansen de esperar.

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