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El mundo|Lunes, 10 de marzo de 2003
ASI LO VEN

Cuando la ONU no lo dispone

Estados Unidos pretende someter a votación la segunda resolución que le da una semana a Irak para desarmarse. Pero es casi imposible que el Consejo de Seguridad de la ONU la apruebe: no se llegará a los nueve votos necesarios, Francia dejó en claro que utilizarán su veto y los inspectoresde la ONU, Hans Blix y Mohammed El Baradei, dieron un informe favorable a Irak.

The Washington Post
Todo indica que en las próximas semanas Bush comenzará la primera guerra sin provocación directa en la historia de la nación. Las consecuencias de la invasión se extenderán más allá del Tigris y el Eufrates. No sólo definirán la presidencia de Bush, sino el rol de Estados Unidos en el mundo. Bush relaciona la guerra con el futuro de Estados Unidos y la OTAN. En el extranjero, la confianza de Bush ha sido interpretada como patoteo. El embajador turco ante la ONU dijo que Bush complicó innecesariamente el esfuerzo por ganar las bases turcas en la guerra contra Irak. “Siempre insistieron con una respuesta inmediata”, dijo. “Si hubieran sido más flexibles con el tiempo, al gobierno turco le hubiera sido más fácil.” (Dana Milbank)

The Times (Londres)
El informe de Hans Blix fue, una vez más, un modelo de ambigüedad. Las exigencias a Irak en la resolución 1441 no lo son. La documentación fue inadecuada y puso en claro que Saddam fracasó en probar su cooperación. Así que la cuestión deberá ser dirimida por el Consejo de Seguridad, desesperadamente dividido. La enmienda que ofreció Jack Straw podría fraguar un consenso. Le ofrece a Irak una chance final para un desarme creíble. No sólo es una chance final para Bagdad, sino para el Consejo de Seguridad mismo. A pesar del sonido y la furia, hay un importante consenso entre los miembros veteranos de la ONU. Ningún observador objetivo negaría que la cooperación que ha emergido es resultado de la presión militar impuesta por Bush y Blair.
(Editorial)

The Independent (Londres)
Los famosos tubos de aluminio –si uno le cree a Blix y por qué no creerle– no tienen nada que ver con armas nucleares. Y –si le creemos a El Baradei y, de nuevo, por qué no– una gran cantidad de documentos estadounidenses son mentiras. Uno casi podría escuchar la furia de los norteamericanos. Saddam mintió y la ONU no sabe cómo encontrar las armas. Qué pena para Bush: el año pasado, la ONU fue exhortada a ir a Irak por... el presidente Bush. El creyó que Saddam no iba a dejar entrar a los inspectores. Saddam los dejó entrar, así que los inspectores ahora deben ser destruidos por Washington, lo que no es una tarea fácil cuando Blix -el típico oso amistoso sueco– está a cargo.
(Robert Fisk)

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