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El mundo|Domingo, 21 de agosto de 2011
LA MILICIA DE HAMAS ROMPE LA TREGUA Y SE ATRIBUYE EL ATAQUE TERRORISTA

Cohetes matan a un israelí

En medio de la escalada en el Sinaí tras los ataques cruzados, el gobierno de Netanyahu envió a El Cairo un pedido formal de disculpas por la muerte de agentes de seguridad egipcios a manos de militares israelíes en la frontera de Eilat.

Por Donald Mcintyre *
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El premier israelí Netanyahu visita a un herido en el hospital de Beersheba.

Desde Gaza

Un hombre murió en la ciudad israelí de Beersheba, ayer, por las heridas provocadas por un cohete disparado desde Gaza. La milicia islámica de Hamas, que anunció el cese de la tregua con Israel, se adjudicó los ataques. En tanto, el gobierno de Netanyahu envió a El Cairo un pedido formal de disculpas por la muerte de agentes de seguridad egipcios a manos de militares israelíes en la frontera de Eilat. Israel teme que Egipto se convierta en un nuevo enemigo luego de la caída de su aliado Hosni Mubarak, el ex presidente derrocado en las revueltas de la Primavera Arabe.

Luego de que el cohete explotara en un auto y una casa de Beersheva, se escucharon las sirenas a través de la ciudad. Otras seis personas fueron atendidas en el centro médico de la Universidad de Soroka, en Beersheva, con heridas graves. El ataque fue uno de una serie de cohetes disparados sobre la zona. Los residentes dicen haber oído al menos once explosiones.

El brazo armado de Hamas en la Franja de Gaza reivindicó anoche, en un comunicado, el disparo de cuatro cohetes Grad contra la ciudad israelí de Ofakim, mientras los lanzamientos se intensificaron en la noche. “Hemos disparado cuatro cohetes Grad contra la localidad sionista de Ofakim. Es nuestra respuesta a los crímenes de ocupación sionista tras la muerte de 15 mártires y de docenas de heridos en Gaza”, afirmaron las Brigadas Ezedin Al Qasam en un comunicado.

Es la primera vez que el brazo armado de Hamas reivindica un lanzamiento de cohetes desde la instauración de la tregua de facto en abril por los principales grupos armados de Gaza.

Mientras tanto, Israel comenzó a desarticular una grave crisis diplomática con Egipto ayer, luego que El Cairo anunciara el retiro del embajador egipcio en Tel Aviv en una enérgica respuesta por la muerte de tres de sus agentes de seguridad en la frontera.

El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, formuló una declaración pública de arrepentimiento por las muertes luego de una serie de ataques llevados a cabo por militantes islamistas el jueves, que dejaron ocho israelíes muertos. También ordenó una investigación militar conjunta por las muertes que involucrarían al ejército egipcio.

La movida fue aprobada luego de consultas con el primer ministro Benjamin Netanyahu y el canciller Avigdor Lieberman, en un intento de neutralizar la amenaza que formuló Egipto.

La reacción ante las muertes fue un signo de la impaciencia de Egipto con su vecino, que comienza a hacerse evidente desde la caída del presidente Hosni Mubarak. El Cairo asegura que personal de seguridad fue ultimado por tropas israelíes que les dispararon a los hombres que se retiraban al otro lado de la frontera luego del ataque a 20 km del resort Red Sea de Eilat. El incidente gatilló un renovado ciclo de violencia, con Israel lanzando una serie de ataques aéreos en Gaza que dejaron 15 palestinos muertos, y militantes islamistas disparando más de una docena de cohetes al sur de Israel. El gobierno de Netanyahu dijo que los 15 militantes islamistas responsables por los ataques del jueves –armados con morteros, rifles, bombas y granadas– estaban con los militantes palestinos agrupados en el Comité de Resistencia Popular, que cruzaron de Gaza a través de túneles a la península de Sinaí.

Funcionarios en Jerusalén dijeron que un escuadrón se infiltró en Israel y abrió fuego sobre un autobús de Eilat que llevaba soldados de franco y a civiles en el primero de una serie de ataques en autos privados y un vehículo militar. Con el ambiente político revolucionado por los proyectos de una elección presidencial, todos los candidatos criticaron fuertemente a Israel, mientras que el gabinete interino militar demandó un pedido oficial de disculpas por las acusaciones vertidas por Israel de que Egipto había perdido el control del Sinaí.

Miles se manifestaron a las puertas de la embajada israelí, algunos quemaron banderas pidiendo la expulsión del embajador. Amr Moussa, ex canciller y líder de la Liga Arabe y posible futuro presidente de Egipto, dijo que la sangre de los mártires no será derramada en vano. “Israel debe entender que los días en que nuestros hijos eran masacrados sin una respuesta enérgica se han ido para siempre”, escribió en Twitter.

Abdel Moneim Abou el-Fotouh, ex miembro de la Hermandad Musulmana, y visto como un islamista liberal, llamó al concejo militar para tratar el asunto como de seguridad nacional. Pidió que se detenga el envío de gas a Israel y que se expulse al embajador.

En una referencia al tratado de paz egipcio-israelí de 1979, le dijo al New York Times que todas las tratativas no valen la tinta que se gasta si la sangre de los ciudadanos es derramada y la soberanía de la tierra es violada. Mientras que Israel inicialmente sugirió que los soldados habían sido asesinados por un militante que se había inmolado, un funcionario reconoció el viernes que algunos soldados egipcios podrían haber sido asesinados accidentalmente por fuego israelí.

“Lamentamos la muerte de los soldados egipcios”, dijo la fuente.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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