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El mundo|Lunes, 22 de agosto de 2011
Abuelos con sus nietos, jóvenes padres y familias enteras estuvieron en el Parque O’Higgins, de Santiago

Marcha transversal por la educación

Ayer, cientos de miles de personas participaron de una nueva movilización convocada por los estudiantes y el Colegio de Profesores. Los estudiantes afinan un documento que busca dar sustento técnico y económico a sus demandas.

Por Christian Palma
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Las pancartas en contra del lucro o con consignas críticas al gobierno se confundieron con los miles de banderas.

Desde Santiago

En las columnas, editoriales y opiniones de los principales medios chilenos el tema sigue siendo uno: el movimiento estudiantil. Las “recetas” de los expertos de las filas de la oposición –que tuvieron 20 años para mejorar el sistema–, de los analistas independientes –que recién ahora desempolvan documentos que pudieron exhibirse años atrás– y del mismo gobierno, que luego de tres propuestas a los líderes estudiantiles no ha podido apuntarle al centro de lo que realmente los secundarios y universitarios piden y que a grandes rasgos significa terminar con el lucro en todas sus formas, acabar con las desigualdades de acceso a la educación superior, la gratuidad para al menos el 70 por ciento más pobre y asegurar, vía Constitución, la calidad de lo que los liceos y universidades entregan... “esa cosa llamada educación”, decía el estribillo de una famosa canción en plena dictadura y que se volvió a poner de moda en estos tiempos.

“Ya tiramos toda la carne a la parrilla”, dijo la semana pasada el vocero de La Moneda, Andrés Chadwick, en alusión a la última propuesta de un cada vez más acorralado gobierno que ofreció más financiamiento, traspaso de los colegios municipales al Estado central, vigilar que se cumpla la ley y las universidades privadas no obtengan lucro y el aseguramiento de la calidad de la enseñanza en todos los ámbitos. Sin embargo, el nudo no se desamarra, las encuestas siguen bajando y las ideas puestas en la mesa no convencen a los estudiantes.

De hecho, Camila Vallejo, la carismática presidenta de los alumnos de la Universidad de Chile, que además lidera –junto a otros potentes dirigentes juveniles– la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), calificó la oferta como “vacía y ambigua”. Por eso, dijo, “seguiremos movilizados”. Y sus palabras se hicieron realidad.

Ayer, cientos de miles de personas participaron de una nueva marcha convocada por los estudiantes y el Colegio de Profesores. El número y diversidad de los participantes dio cuenta una vez más que el tema es transversal. Abuelos con sus nietos, jóvenes padres junto a carros de bebés, familias enteras llegaron al Parque O’Higgins, lugar donde desembocó la actividad, no sólo a escuchar a las numerosas bandas que gratuitamente se sumaron a la jornada, sino a reiterar el apoyo al movimiento estudiantil.

Muchos grupos musicales como Inti Illimani o Sol y Lluvia, que impusieron verdaderos himnos contra de la dictadura de Pinochet, volvieron a entusiasmar a muchos. El coro de una canción de esta última que decía “adiós carnaval, adiós general”, fue modificado espontáneamente por la frase “adiós carnaval, adiós Sebastián”, demostrando el descontento ciudadano contra la gestión del presidente Piñera.

Otra vez las pancartas multicolores en contra del lucro o con consignas críticas al gobierno se confundieron con las miles de banderas chilenas, de los liceos emblemáticos o de las comunidades mapuches, que dijeron presente. En medio del acto, el presidente de los estudiantes de la Universidad de Santiago, Camilo Ballesteros, valoró que la marcha demuestre “lo maduro del movimiento estudiantil. Las propuestas del gobierno no apuntan a seguir avanzando, más bien ha puesto trabas. El gobierno debe entender que se debe conversar y el plebiscito es una herramienta para avanzar”, sostuvo.

Camila Vallejo, que se sumó al evento en la tarde tras retornar de Copiapó, en el norte de Chile, donde lideró un plenario universitario, cifró en más de un millón los asistentes al evento y reconoció sentirse conmovida. “A todos nos conmovió la convocatoria, estamos bordeando el millón de personas. Queremos que se nos escuche, no puede ser que después de tres meses no podamos ser escuchados”, sostuvo apuntando sus dichos a La Moneda.

En el norte, unos sesenta representantes de las federaciones universitarias analizaron este fin de semana las propuestas del gobierno. Tras la cita, la propia Vallejo ratificó lo que ya se sabía: “La propuesta del ministro (de Educación, Felipe Bulnes) sigue en la misma línea de reafirmación del modelo neoliberal de mercado, por tanto no constituye una solución a este conflicto”. Los estudiantes afinaron además un documento que busca dar sustento técnico y económico a sus demandas de gratuidad con la ayuda de economistas y abogados.

“El presidente ha dicho: no queremos financiar a los estudiantes más ricos por tanto la gratuidad es insostenible, y nosotros decimos que justamente es cierto, los ricos tienen que pagar, pero a través de una reforma tributaria, para que las grandes empresas paguen educación”, sostuvo la dirigente ayer.

Agregó que “es necesario avanzar hacia un sistema más igualitario, inclusivo, donde todos seamos parte de la construcción de un proyecto educativo, pero para pensar en un país distinto. Porque la demanda de la educación no es una demanda sectorial, apunta a la construcción con un norte distinto, un país libre, justo y más democrático, y para eso necesitamos una educación de calidad para todos”, insistió Vallejo.

Por su parte, Giorgio Jackson, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, reconoció estar preocupado “ante la indolencia o indiferencia por parte del Gobierno en la situación crítica que están viviendo los compañeros del Liceo de Buin”, que llevan adelante una huelga de hambre. “No puede ser que después de tres meses de movilización, con convocatorias multitudinarias, con compañeros que han sacrificado su salud y han arriesgado su vida por esta causa, no podamos todavía ser escuchados. Yo emplazo en este espacio al gobierno, a que ponga atención en esto”, complementó Vallejo.

Ayer, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, visitó a la alumna Gloria Navarrete, que está internada debido a una recaída en su estado de salud. Sin embargo, ella y sus compañeros siguen adelante con su radical medida de presión. La semana que arranca tampoco será fácil para La Moneda. La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) convocó un gran paro nacional para el miércoles y jueves, al cual se sumaron los estudiantes, la gran mayoría de los partidos de oposición y muchas otras instituciones. La acción encendió las alarmas en La Moneda que ha calificado esa acción de injusta. El gobierno rechazó el paro y criticó el carácter político de la convocatoria. “En este momento en nada contribuye a avanzar en la solución de los problemas de Chile. Las puertas del gobierno siempre han estado abiertas al diálogo y nos resulta incomprensible que en vez de optar por los caminos del diálogo y la unidad, llamen a un paro que lo único que traerá es daño para Chile y problemas a los ciudadanos”, dijo Chadwick.

En una entrevista a un matutino de circulación nacional, Sebastián Piñera criticó a los políticos que, a su juicio, no han mostrado una actitud responsable. “Lamentablemente sólo unos pocos han sabido mantener posiciones responsables... muchos han caído en la tentación del populismo y la irresponsabilidad”, dijo.

Los dardos apuntaron, entre otros, al opositor presidente del Senado, Guido Girardi (PPD), cuya actuación, dijo Piñera, “no ha sido coherente ni ecuánime”, lo que quedó reflejado cuando el parlamentario “desahució” la opción de instaurar una mesa de diálogo con los estudiantes en el Congreso. Añadió que la crisis educacional se arrastra desde la Concertación y que su gobierno siempre ha tratado de avanzar.

En ese sentido, unos 300 universitarios y secundarios iniciaron ayer una caminata desde Santiago hacia el Congreso que se encuentra en la ciudad-puerto de Valparaíso. La marcha durará tres días y se identificará con la consigna: “No queremos que el gobierno le pase la pelota al Congreso” y “Que se legisle lo que el pueblo exige”.

En esa misma entrevista, Piñera le quitó sustento a la idea de realizar un plebiscito y también defendió el derecho de las personas particulares a emprender en todos los campos, sin restricciones. “La palabra lucro ya es una palabra obscena, por eso yo más que hablar de lucro prefiero hablar de no frenar ni matar la capacidad de innovación ni de emprendimiento”, dijo.

Al cierre de esta edición, la gente se retiraba en completo orden y tranquilidad del Parque O’Higgins, contenta de haber participado una vez más de una jornada histórica.

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