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Nuevos documentos han revelado que un criminal de guerra nazi que inventó la cámara de gas móvil y la usó para asesinar a miles de judíos fue reclutado por la Inteligencia de Alemania occidental después de la Segunda Guerra Mundial y trató infructuosamente de espiar al líder revolucionario cubano, Fidel Castro. La revelación se refiere a Walter Rauff, un alto oficial de las SS que comandaba un grupo nazi de investigación que desarrolló cámaras de gas móviles que funcionaban con los gases del caño de escape de un automóvil y que fueron usadas en campos de concentración de toda Alemania y Polonia ocupada por los nazis y Ucrania durante el Holocausto. Rauff, que era buscado por más de 90.000 asesinatos, fue contratado por el recientemente creado Servicio de Inteligencia BND de Alemania Federal en 1958, aunque sus funcionarios aparentemente conocían sus crímenes de guerra. “Su reclutamiento no fue de ninguna manera político o moralmente defendible”, le dijo a la revista Der Spiegel Bodo Hechelhammer, jefe del grupo de investigación de historia de la BND. Tras huir de un campo de prisioneros de guerra de los aliados en Alemania después de la guerra, Rauff escapó a Chile, donde fue contactado por Rudolf Dessger-Rider, un ex hombre de las SS que lo reclutó en nombre de la BND.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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