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El mundo|Miércoles, 11 de enero de 2012
El líder sandinista juró en una nueva gestión en Nicaragua

Tercer mandato para Ortega

Presidentes amigos como el venezolano Hugo Chávez y el iraní Mahmud Ahmadinejad asistieron a la ceremonia de toma de posesión. Ortega prometió combatir la pobreza, que aqueja al 45 por ciento de los nicaragüenses.

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Daniel Ortega asumió un tercer mandato de la mano de su esposa, Rosario Murillo.

Acompañado por presidentes de la región y por sus principales aliados estratégicos, el ex guerrillero Daniel Ortega comenzó ayer su tercer mandato en Nicaragua. El líder sandinista juró ante el titular de la Asamblea Nacional, René Núñez Tellez, a las 21.50, hora de Argentina, con una Plaza de la Revolución colmada por los autoconvocados seguidores del Frente Sandinista de Liberación Nacional que se acercaron para saludarlo. “Esta noche, en esta plaza, estamos celebrando un nuevo 19 de julio”, dijo el mandatario, refiriéndose al comienzo de la Revolución Sandinista. Gracias al 62 por ciento de los votos cosechados por Ortega, el FSLN ganó terreno en el Congreso y accedió a dos tercios de las bancas en el recinto. De momento, el FSLN descartó cualquier posibilidad de reforma a la Carta Magna para perpetuar al Comandante Daniel al frente del gobierno. El enfoque de Ortega, en este nuevo período constitucional, se centrará en atacar la pobreza, en la que vive el 45 por ciento de los casi 6 millones de nicaragüenses.

Mientras Ortega saludaba a los visitantes internacionales, de fondo se escuchaba “Nicaragua triunfará porque hay paz y unidad”, con melodía de “Stand by me”, popularizada por John Lennon. Al arribar al aeropuerto internacional Augusto César Sandino, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, destacó que el triunfo electoral de su par y amigo nicaragüense favorece el proceso de integración de la Alianza Bolivariana y de América latina en general. El líder bolivariano aparece como una pieza clave de los planes de Ortega para pelear contra la pobreza y quien, en los últimos años, aportó a Nicaragua 500 millones de dólares anuales, equivalentes casi a un salario mínimo mensual por cada habitante. “Hoy comienza un nuevo período muy importante, no sólo para Nicaragua, también para el ALBA, para Centroamérica”, subrayó Chávez al llegar a Managua, para participar de la asunción de Ortega.

Miles de nicaragüenses se agolparon en el camino hacia el centro de Managua, por la Carretera del Norte, para saludar al mandatario venezolano. Más temprano llegó el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, quien se acercó para saludar a Ortega antes de seguir su gira por Latinoamérica rumbo a Cuba, donde se entrevistará con Raúl Castro.

“Estoy muy contento de estar en la tierra de la Revolución, estos dos pueblos (el nicaragüense y el iraní), en puntos diferentes de la Tierra, están en lucha por establecer la solidaridad y la justicia”, dijo el iraní, quien arribó a Latinoamérica en el marco de una crisis con Occidente a raíz del desarrollo de su programa nuclear. El príncipe heredero de España, Felipe de Borbón, y el vicepresidente cubano, Ramiro Valdez, también participaron del acto de asunción.

En la ceremonia de reasunción del líder sandinista participaron unos 8000 invitados especiales. Entre los asistentes se contaban, además de Chávez, Ahmadinejad y Felipe de Borbón, los presidentes Porfirio Lobo (Honduras), Mauricio Funes (El Salvador), Alvaro Colom (Guatemala), Desi Bouterse (Surinam) y Michel Martelly (Haití). Cerca de 7000 policías y unidades de elite habían montado el gigantesco dispositivo de seguridad que incluyó el cierre a la circulación vehicular de un área de más de tres kilómetros cuadrados a orillas del lago que marca el límite norte de Managua.

Ortega, de 66 años, es el primer presidente reelecto desde el triunfo de la Revolución Sandinista, que en 1979 derrocó a la dictadura de más de 40 años de los Somoza. “El presidente tiene todo el poder que nadie en la historia de Nicaragua ha tenido nunca en su mano. Con esa fuerza arrolladora (del FSLN) no puede haber ninguna clase de equilibrio”, dijo el escritor y opositor Sergio Ramírez, vicepresidente de Ortega en su primer mandato, en la década de los ’80, en una entrevista al diario La Prensa.

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