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El mundo|Lunes, 23 de enero de 2012
Las diferencias permanecen con un sector indígena

Evo repasó su gestión

“La descolonización no es tema de discurso ni leyes, sino de transformación de la sociedad”, dijo ayer el vice de Bolivia, Alvaro García Linera. Los retos para el 2012.

Por Sebastián Ochoa
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“No estoy aquí para cuidar mi imagen, sino para servir al pueblo boliviano”, dijo Morales.

Desde La Paz

El gobierno del presidente Evo Morales y militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) celebraron en esta ciudad el segundo año de la fundación del Estado Plurinacional, que sustituyó a la República creada en 1825. El líder aymara realizó un informe de gestión ante los aplausos de la Asamblea Legislativa Plurinacional, manejada en sus dos tercios por el MAS. El 2011 se caracterizó por su enfrentamiento con las organizaciones que representan a los 36 pueblos indígenas del país, a raíz de la decisión de Morales de construir una ruta a través de un territorio indígena sin consultar previamente a sus dueños ancestrales.

Ayer, Morales acusó a los indígenas de la Octava Marcha de intentar derrocarlo e, incluso, asesinarlo, cuando llegaron a esta ciudad el 19 de octubre de 2011. “Cuando estaban ahí (en la plaza Murillo), el dirigente principal pedía que el presidente Evo diera un paso al costado, que renunciara. Otro compañero pedía convocar a los paceños y otros estaban gritando ‘Villarroel, Villarroel’”, dijo en referencia a Gualberto Villarroel, el presidente que en 1946 fue sacado de la Casa de Gobierno y ahorcado en un farol (que todavía sigue ahí) por sus opositores.

“Presidente: no mienta. Nuestra marcha fue pacífica y en defensa de nuestra casa”, dijo el mojeño Fernando Vargas Mosúa, presidente de la Subcentral de Comunidades del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis). Es un Territorio Comunitario de Origen (TCO) de un millón de hectáreas cuyo título de propiedad entregó Morales en 2009 a los pueblos que lo habitan: mojeño, chimán y yuracaré. “Nadie pensó en tumbarlo. El presidente vive una crisis mental. Todo el tiempo piensa que lo quieren tumbar. La marcha sólo buscó el respeto a nuestro territorio. No-sotros no nos opusimos al desarrollo ni a la carretera: lo único que queremos es que no pase por medio del Tipnis”, agregó Vargas.

En octubre pasado, cuando la marcha indígena llegó a La Paz, Morales anuló la construcción de la carretera y mandó a hacer una ley (la 180) para proteger al Tipnis. “Esto es gobernar obedeciendo al pueblo”, dijo el presidente en esa ocasión. Días después, cuando los marchistas regresaron satisfechos a sus comunidades, Morales aseguró que había promulgado la ley 180 “obligado” por quienes vinieron caminando desde la Amazonia.

Esa marcha había sido reprimida por la policía el 25 de septiembre en Yucumo, Beni, sin que aún se supiera quién dio la orden. El mandatario niega que hubiera mandado a deshacer la movilización a palazos, pero las investigaciones están paradas como para señalar a algún culpable. Este acontecimiento marcó una caída en la popularidad del aymara del 70 por ciento al 35 por ciento, según las últimas encuestas.

“Los medios de comunicación decían que la marcha del Tipnis bajó la imagen del presidente. No estoy aquí para cuidar mi imagen, sino para servir al pueblo boliviano. Digan lo que digan sobre la imagen del presidente, no me interesa”, dijo ayer Morales en la Asamblea.

El vicepresidente, Alvaro García Linera, fue un poco más conciliador. “Todos tienen un espacio en el proceso de cambio. La conducción es popular e indígena, pero la participación es absolutamente de todos, sin excepción. Luego de los últimos sucesos tenemos que rearticular la alianza, especialmente con los liderazgos y las organizaciones de los pueblos indígenas de las tierras bajas. Siempre hay pelea entre hermanos, el mayor con el menor”, comparó.

“Falta modificar el alma de los bolivianos –agregó–. La descolonización no es tema de discurso ni leyes, sino de transformación de la sociedad. No es fácil romper capas tectónicas de 400 años de dominación; hay que hacerlo en la transformación de hábitos, la ampliación de la democracia real y el ejercicio de la autodeterminación.” “El proceso de cambio es Evo Morales y Evo Morales es el proceso de cambio, que se condensa, se concentra en la vida, el pensamiento, el liderazgo del presidente Evo Morales”, dijo Linera.

Para los indígenas que ya no están con Morales, es imposible una alianza mientras no se esclarezca la represión del 25 de septiembre.

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