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El régimen sirio amplió ayer su implacable ofensiva contra los bastiones de la oposición al bombardear un puente usado por los refugiados que intentan escapar al Líbano y desplegó tanques para pulverizar a dos mezquitas en una ciudad cercana a la frontera jordana. La gente en Hirak, cerca de la ciudad sureña de Deraa, le dijo a The Independent que había sido rodeada por fuerzas de seguridad mientras las tropas del presidente Bashar al Assad combatían a los hombres armados del rebelde Ejército Sirio Libre.
“Estamos bajo asedio –dijo el padre de un niño de seis años mientras se oía el ruido de una ametralladora en la distancia–. Nos están disparando proyectiles y estamos siendo atacados desde los cuarteles de seguridad.”
Omar al Arabi, de 40 años, dijo que los tanques del ejército sirio habían bombardeado dos mezquitas en la ciudad después de que sus altoparlantes fueran utilizados para emitir noticias sobre el levantamiento. Uno de los edificios, la mezquita Al Omari, había sido originariamente un antiguo templo romano que tenía más de 2000 años, dijo.
Un segundo hombre de Hirak –que ha sido sometida a esporádicas represiones desde que sus ciudadanos se unieron al levantamiento original en la cercana Derra, hace un año– pedía la intervención internacional para proteger a los ciudadanos. “Si toda la comunidad internacional se mantiene en silencio, Assad tiene permiso para hacer lo que le plazca”, dijo el padre de tres niños que dijo llamarse Abu Gasam.
De acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos basado en Gran Bretaña, un niño de 15 años y cinco soldados del gobierno resultaron muertos ayer durante los choques en Hirak. El jefe de la organización, Rami Abdel Rahman, dijo que las tropas sirias habían destruido un puente que era usado para evacuar a las familias que escapaban de la violencia en Homs. El puente cruzaba el río Orontes en el pueblo de Rableh, a tres kilómetros y medio de la frontera libanesa, donde miles de familias traumatizadas han estado llegando durante la semana pasada.
En Homs, el Comité Internacional de la Cruz Roja estaba todavía esperando el permiso para entrar al distrito de Baba Amr –cinco días después de que el régimen sirio dijera que había otorgado permiso a los voluntarios–. En otra evidencia de la mayor ofensiva del presidente Assad, se informó que los tanques rodearon a la ciudad del Tíbet al Imam, en la provincia de Hama, mientras las tropas bombardeaban Maaret al Numan en el norte de Siria.
De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12 Traducción: Celita Doyhambéhère.
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