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El mundo|Martes, 12 de junio de 2012
Un ministro inglés contó poco sobre Murdoch

La amnesia repentina

Por Marcelo Justo
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Desde Londres

El ministro de Finanzas del Reino Unido, George Osborne (foto), no se reunió con los Murdoch en Suiza en 2010, no recuerda su conversación en una cena con la ex directora ejecutiva de News International Rebekah Brooks, no sabía nada de la postura proMurdoch del ministro de Cultura, Jeremy Hunt, y no tenía ni idea de lo que pensaba el primer ministro David Cameron sobre la oferta del grupo para adquirir el resto del paquete accionario del canal BskyB por ocho mil millones de libras (13 mil millones de dólares). El ministro recordó pocas cosas ante la Comisión Leveson, que investiga la relación del mundo político con los medios y que se ha centrado en el poder que ejerció el imperio Murdoch sobre políticos de todos los colores, desde Margaret Thatcher hasta Tony Blair y el actual primer ministro, David Cameron, el más comprometido.

Un olvido crucial del ministro de Finanzas es sobre un tema de conversación con Rebekah Brooks y James Murdoch durante una cena el 5 de abril de 2010, el mismo día en que fueron arrestados Ian Edmondson, ex editor del News of the World, y Negille Thurlbeck, reportero del dominical, por el escándalo de las escuchas telefónicas. A un mes de las elecciones generales y después de 13 años de oposición, no sorprende que Osborne tuviera una variedad de asuntos que discutir con la directora ejecutiva y el hijo del dueño de un grupo que posee un 40 por ciento de la circulación de la prensa escrita del Reino Unido, pero es un poco llamativo que Osborne no recordara si se mencionó el tema de BSkyB. El grupo Murdoch lanzó su oferta dos meses más tarde, semanas después de la victoria electoral de los conservadores. “No hubo de ninguna manera ningún tipo de pacto para obtener el apoyo del grupo Murdoch”, enfatizó el ministro ante la comisión.

Las lagunas de Osborne tuvieron algunos momentos de tierra firme. El ministro de Finanzas reconoció que había estado en una cena en casa de Rebekah Brooks en diciembre de 2010, aunque no pudo decir de qué hablaron. Osborne también admitió que estando en la oposición se reunió, junto a David Cameron, con Ruppert y James Murdoch en un chalet en Davos, pero esto sucedió en enero de 2009 y no un año después como dijo la prensa inglesa este fin de semana. La fecha es fundamental. En septiembre de 2009, el diario de más ventas del grupo en el Reino Unido, The Sun, había decidido retirar su apoyo al laborismo y respaldar a los conservadores. La información de que había habido un encuentro unos meses después intensificó la especulación sobre un pacto del diablo entre los conservadores y Murdoch con la oferta de BSkyB como trofeo. Osborne no sólo lo negó, sino que señaló que siempre había pensado que esa oferta iba a ser “políticamente inconveniente”, un verdadero dolor de cabeza, algo que “se ha visto corroborado por los hechos”.

El nombramiento del ex editor de News of the World Andy Coulson como jefe de prensa del Partido Conservador y del primer ministro Cameron es otro talón de Aquiles de Osborne y el gobierno. El ministro reconoció que era amigo de Coulson y que había recomendado su nombramiento. “Sabíamos que iba a ser controversial debido a la manera en que había renunciado al News of the World”, dijo Osborne. Coulson había dimitido como editor del dominical después de que se condenara a prisión por hackeo a un detective privado y un periodista que trabajaban para el periódico. Osborne le preguntó al mismo Coulson si había algo más sobre el caso que ellos debían saber antes de ofrecerle el puesto. Coulson, que siempre dijo que se trataba de una situación aislada, lo negó. En enero de 2011 tuvo que renunciar a su puesto y desde entonces fue arrestado dos veces y está imputado en una causa por las escuchas.

Según muchos observadores políticos, Coulson es una sombra de la que el gobierno no se podrá librar. Osborne intentó minimizar el vínculo de Coulson con el grupo Murdoch negando que fuera instrumental en la decisión del The Sun de apoyar a Cameron. El interrogante es por qué el primer ministro lo eligió como jefe de prensa. El jueves, David Cameron comparece ante la Comisión Leveson, que buscará esclarecer el vínculo de los conservadores con el grupo Murdoch. Sobre el estado de su memoria es difícil ser optimista teniendo en cuenta las repetidas lagunas en que han incurrido sus ministros y que este domingo, el primer ministro se olvidó a su hija de ocho años en un pub al que tuvo que regresar apresuradamente luego de comprobar en su casa que había dejado atrás a un integrante de su familia.

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