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Durante una manifestación contra el film antiislámico La inocencia de los musulmanes, el jefe del grupo chiíta libanés Hezbolá, Hasan Nasralá, hizo una inusual arenga en la que criticó a Estados Unidos delante de decenas de miles de partidarios. Se trata de la quinta aparición pública del dirigente del grupo islamista armado (que vive oculto desde el final de la guerra en 2006, entre Israel y Hezbolá) y su primer discurso en público desde 2008. Su sorpresiva aparición, que duró unos quince minutos, provocó escenas de entusiasmo entre la multitud que se congregó en un suburbio de Beirut para protestar contra el film islamófobo, que ya provocó manifestaciones de ira en el mundo musulmán y dejó varios muertos.
“No se trata de un movimiento pasajero o de algo espontáneo, sino del comienzo de una movilización seria que debe continuar a través de toda la nación islámica para defender al profeta Mahoma”, lanzó Nasralá. “Nuestros pueblos y gobiernos deben hacer presión en la comunidad internacional para que adopte una resolución internacional y leyes nacionales que criminalicen toda ofensa a las religiones monoteístas y a los grandes profetas de Dios”, agregó. Nasralá llamó anteayer a sus partidarios a “mostrar al mundo entero su cólera” contra la difusión de la película que denigra al Islam y a los musulmanes. “Estados Unidos debe comprender que la difusión de la totalidad del film tendrá repercusiones peligrosas, muy peligrosas”, continuó Nasralá.
“Estados Unidos, gran Satán, Israel, enemigo de los musulmanes”, gritaban miles de hombres, mujeres y niños en las calles de Rweiss, un barrio del suburbio sur de Beirut, bastión del poderoso movimiento. Los manifestantes, que llevaban banderas amarillas distintivas del movimiento, pero también de Amal, otra formación chiíta libanesa, gritaron con los puños al aire: “Estados Unidos, madre del terrorismo”, “El pueblo musulmán se sacrifica por su profeta”. “No he visto la película, pero me he enterado de que representa al Profeta (Mahoma) como un personaje sanguinario que sólo piensa en sus instintos”, afirmó un manifestante, Nabih Ayyash, de 29 años. Hezbolá convocó a otras manifestaciones contra la película para mañana en Tiro (sur), el viernes en Baalbeck (este), el sábado en Bint Jbeil (sur) y el domingo en Hermel (este). El ministro libanés del Interior quiso llevar calma al afirmar que las manifestaciones en El Líbano estarán limitadas en el tiempo y geográficamente.
En Afganistán e Indonesia se vivieron ayer las primeras protestas violentas antinorteamericanas. Estos episodios de violencia fueron las últimas muestras de furia contra la película. Una persona murió y otras dos resultaron heridas durante un tiroteo entre la policía y los manifestantes en Warai, ciudad del noroeste de Pakistán, situada cerca de la frontera afgana, indicó Mohamad Irshad, un alto responsable local. Los manifestantes incendiaron una comisaría, una asociación de periodistas, la casa de un juez y tres coches.
En Afganistán, las protestas se tornaron violentas cuando más de mil afganos se manifestaron e incendiaron coches de policía y contenedores en la carretera de Jalalabad, dijo Mohamad Ayub Salangi, jefe de la policía. Entre 40 y 50 policías resultaron levemente heridos por pedradas y bastonazos, declaró Salangi. Un policía, que se identificó únicamente como Hafiz, dijo que los manifestantes también lanzaron piedras contra Camp Phoenix, una base militar estadounidense en la capital.
En Yakarta, capital de Indonesia, los manifestantes lanzaron bombas incendiarias y se enfrentaron a la policía ante la Embajada de Estados Unidos al grito de “¡Estados Unidos, vete al infierno!”, en la primera protesta violenta contra la película en el país más poblado del mundo musulmán. El jefe de la policía de Yakarta, Untung Rajab, informó que once policías y un manifestante resultaron heridos y fueron trasladados al hospital y que cuatro personas fueron detenidas.
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