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Desde Lima
El ex dictador Alberto Fujimori, condenado en 2009 a 25 años por crímenes de lesa humanidad y corrupción, podría salir libre. La decisión la tiene el presidente Ollanta Humala, luego de que Fujimori solicitó un indulto presidencial alegando razones “humanitarias”.
Recientes declaraciones de Humala y miembros de su gobierno parecen apuntar a un indulto. El pedido de indulto fue entregado ayer por los cuatro hijos de Fujimori, encabezados por Keiko, la heredera del clan político Fujimori y candidata presidencial derrotada por Humala en las elecciones de 2011.
Después de entregar la solicitud formal de indulto en el Ministerio de Justicia, los hijos de Fujimori fueron al Palacio de Gobierno para dejar una carta firmada por ellos dirigida al presidente Humala. “Es una carta personal”, reveló Keiko Fujimori.
Fue el propio presidente Humala quien, sorpresivamente, abrió las puertas de un posible indulto para Fujimori, cuando hace unos días declaró que si querían la libertad de Alberto Fujimori no comprendía por qué su familia no le pedía el indulto. Una invitación que los fujimoristas no dejaron pasar.
Pero ésta no ha sido la única señal enviada por el oficialismo que parece limpiar el camino a una posible liberación del hombre que gobernó autoritariamente el Perú entre 1990 y 2000, y que huyó del país en medio de escándalos de corrupción y denuncias de violaciones a los derechos humanos. Semanas antes, el oficialista presidente del Congreso, Víctor Islas, hombre muy cercano a Humala, se pronunció sin reservas a favor de un indulto para Fujimori.
“Si Humala le ha dicho a la familia Fujimori que le pida el indulto no va a ser para después negárselo”, señala Carlos Tapia, ex asesor político de Humala, al referirse a la posibilidad de que el actual presidente le otorgue el indulto al ex dictador.
Tapia, que conoce bien cómo funcionan las relaciones de poder al interior del gobierno, asegura que el presidente del Congreso no se habría pronunciado a favor del indulto a Fujimori en la forma como lo hizo sin la autorización de Humala. Sin embargo, Tapia estima que “al final Humala seguramente va a decidir según lo que digan las encuestas”.
La preparación del terreno para un posible indulto a favor de Fujimori incluye una ofensiva mediática que busca presentar al ex dictador, de 74 años, como un anciano gravemente enfermo que debe ser liberado para evitar su muerte en prisión. Fujimori no puede ser indultado porque ha sido condenado por delitos de lesa humanidad y la Corte Interamericana de Derechos Humanos se ha pronunciado en contra del indulto en esos casos, y porque una ley prohíbe el indulto a los condenados por secuestro agravado, uno de los cargos por los que el ex dictador ha sido sentenciado.
Es por eso que el fujimorismo apela a la figura del indulto humanitario asegurando que su líder está gravemente enfermo de cáncer. Pero los médicos dicen otra cosa.
Juan Postigo, oncólogo que atiende a Fujimori, ha calificado la herida que el ex dictador tiene en la lengua, y de la que fue operado por última vez el pasado 19 de septiembre, como un “cáncer leve” con “pocas posibilidades” de extenderse a otras partes del cuerpo. Ante las contundentes evidencias médicas, los fujimoristas han tenido que reconocer que su líder no padece cáncer terminal, pero insisten en que merece el indulto humanitario.
“No tiene cáncer terminal, pero su cáncer es de alto riesgo y la privación de la libertad empeora su enfermedad, por eso califica para el indulto humanitario”, ha dicho Keiko Fujimori.
Los fujimoristas aseguran que su líder padece “duras” condiciones carcelarias que están deteriorando su salud, pero la realidad es que Fujimori está en una cárcel VIP, construida especialmente para él en un cuartel policial, en la que recibe visitas a toda hora del día, cuenta con un amplio cuarto con baño privado, una sala para recibir a sus visitantes, un taller para hacer manualidades y un jardín para cultivar flores. Recibe atención médica permanente y cuando lo requiere es atendido en las mejores clínicas del país.
A los guiños oficialistas al fujimorismo para un indulto a su líder, se ha sumado el respaldo de la derecha más conservadora. Pero el posible indulto ha levantado cuestionamientos desde diversos sectores.
Fuerzas políticas que van desde la izquierda que en la campaña apoyó a Humala hasta el centroderechista partido Perú Posible del ex presidente Alejandro Toledo, aliado en el Congreso del gobierno, organismos de derechos humanos e influyentes intelectuales se han expresado en contra de un indulto a Fujimori en las actuales circunstancias por considerar que éste no tiene una enfermedad grave que lo justifique.
En opinión del analista Carlos Tapia, Humala estaría pensando en el indulto a Fujimori para ganar el respaldo en el Congreso de la bancada fujimorista, más numerosa y sólida que la bancada del ex presidente Toledo que ahora apoya al gobierno y que podría romper con éste si se otorga el indulto.
“Si el indulto se da es por el poder político que tiene el fujimorismo. El indulto a Fujimori fortalecería más al fujimorismo y sería una derrota moral de la democracia”, señala el ex asesor de Humala.
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