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El cineasta Pedro Almodóvar, el escritor Mario Vargas Llosa y cientos de intelectuales firmaron un manifiesto publicado ayer por el diario El País de España contra el independentismo promovido por el gobierno autonómico de Cataluña. “Varios centenares de intelectuales y profesionales han firmado en Cataluña un llamamiento a favor de la izquierda y del federalismo para responder al creciente secesionismo estimulado por Convergència i Unió, desde el Gobierno de la Generalitat, así como por otras fuerzas políticas de afinidad nacionalista”, empieza afirmando el manifiesto. Los independentistas convierten su particular idea de España en el chivo expiatorio sobre el que cargar todos los malestares, como las dificultades derivadas de la crisis económica, añaden los firmantes, entre los que figuran economistas, responsables políticos de España, escritores y actores.
“Es preciso que CiU y otras fuerzas de afinidad independentista asuman sus graves responsabilidades en la equivocada gestión de la presente crisis económica y en los abusos en que incurrieron y dejen de exculparse bajo el supuesto expolio perpetrado por España”, agregan. Cataluña, la comunidad autónomica más endeudada de España, mantiene una pulseada con el gobierno central de Madrid, que en septiembre se negó a conceder a la región una mayor autonomía fiscal. En respuesta, el presidente catalán, Artur Mas, de la coalición nacionalista y conservadora Convergència i Unió (CiU), convocó a elecciones anticipadas para el 25 de noviembre.
Si sale victorioso Mas, en el poder desde 2010, promete que organizará un referéndum sobre la autodeterminación de Cataluña. Según un sondeo publicado por el diario catalán El Periódico, un 50,9 por ciento de las 2000 personas interrogadas en la región está a favor de un Estado independiente catalán. Ese porcentaje cae a 40,1 por ciento si la independencia implica salir de la Unión Europea, según la encuesta efectuada del 29 de octubre al 1° de noviembre por Gesop, para la cadena de televisión Telecinco.
Los firmantes del manifiesto publicado en El País afirman ser conscientes del profundo sentimiento nacional de Cataluña, que, según ellos, debe ser reconocido e integrado de nuevo en el seno de instituciones compartidas. No obstante, explican, “si la voluntad independentista se confirma de forma mayoritaria, la convicción democrática nos obligaría al resto de los españoles a tomarlo en consideración para encontrar una solución apropiada y respetuosa”.
Según consigna el medio español, el camino de Artur Mas hacia las elecciones del 25 de noviembre no se le está haciendo tan corto como creía cuando precipitó el anticipo electoral. Su apuesta soberanista ha recibido en los últimos días dos serios cuestionamientos. Uno desde fuera, con las voces de la Comisión Europea que niegan que Cataluña tenga garantizado un puesto en la UE en caso de independencia unilateral. El otro, en forma de fuego amigo, lo ha provocado el número dos del CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, al ratificar las tesis de la Comisión Europea y alertar de que en estos momentos no existe en Cataluña una mayoría amplia por la independencia. Para evitar que el discurso se le desinfle más, el presidente de la Generalitat y líder de CiU apeló anteayer a los sentimientos para conseguir un cierre de filas de todo el catalanismo en torno de su proyecto. “Necesitamos una mayoría muy clara, excepcional. Cuando nos miren desde Madrid, Bruselas o Washington querrán saber si Cataluña tiene un liderazgo fuerte para emprender el proceso, y si no lo tiene iremos a trancas y barrancas”, dijo durante un acto del partido en Barcelona.
El líder nacionalista derrochó épica al asegurar que no le resulta fácil encabezar un proyecto de este tipo e insinuó ser víctima de una guerra sucia. “Irán a por mí, para desestabilizarme a mí y al proyecto”, dijo sin especificar a quién se refería. Por eso pidió el apoyo de “una mayoría excepcional” y reiteró que no tendrá problemas en retirarse una vez logrado el objetivo de consultar a los catalanes sobre la soberanía de Cataluña. “Siempre que sea necesario durante el proceso, Convergència i Unió y yo mismo daremos un paso atrás”, manifestó. En las filas de CiU se da por hecho que el temor a quedar fuera de la Unión Europea hará mella entre sus votantes.
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