La cumbre de la Unión Europea en Salónica, uno de cuyos actos centrales fue la presentación del proyecto de Constitución por el ex presidente francés Valery Giscard d’Estaing al premier griego Costas Simitis (foto), anfitrión del encuentro, se convirtió en un nuevo foro contra el gobierno de Fidel Castro. La UE reiteró ayer que las críticas del gobierno cubano a las sanciones europeas –hasta ahora sólo políticas– son “inaceptables” y lamentó “las violaciones de derechos fundamentales” que “se producen desgraciadamente en la isla”. Francia, por su parte, anunció que reevaluará “en las próximas semanas” su cooperación con Cuba, de unos tres millones de euros anuales. Ambos movimientos se enmarcan en un intento de recomposición con EE.UU. tras la tensión euro-norteamericana en la crisis de Irak.
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