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El ejército israelí investigó uno de los episodios más evocativos y estremecedores de la segunda intifada: el asesinato de un chico palestino de doce años. En realidad, Mohammed al Durrah ni siquiera fue herido en el incidente, según arrojó la investigación hecha por el gobierno israelí publicada ayer. Pero el padre del menor dijo que está dispuesto a exhumar el cadáver de su hijo para llevar el caso a una investigación internacional.
La muerte de Mohammed al Durrah en Gaza fue emitida por televisión en Occidente en septiembre del 2000, días después del comienzo del levantamiento palestino. La estación France 2 filmó a Jamal, el padre de Mohammed, tratando desesperadamente de escudar a su hijo después de que se encontraron entre dos fuegos de combatientes palestinos y soldados israelíes. Tras estar 40 minutos inmovilizado detrás de un barril contra una pared, el cuerpo de Mohammed parece desmoronarse, aparentemente herido por una bala. La muerte de Mohammed se convirtió en el emblema del llamado a la violencia posterior.
A pesar de que Israel admitió inicialmente que las balas provenían aparentemente de su posición, y se disculpó por el incidente, el informe de ayer lo describe como “niebla de guerra”, y los lobistas sostienen desde hace tiempo que lo emitido estaba preparado. Eso ahora cambió. El informe acusa a Abu Rahma, el camarógrafo freelance que filmó la escena, de mentir cuando le dijo a una investigación un mes después del incidente que “puedo confirmar que el chico fue muerto por disparos intencionalmente y a sangre fría y su padre herido por el ejército israelí”. También describe el testimonio de Rahma como repleto de contradicciones, inconsistencias y falsedades.
El informe dice que en ningún momento de lo emitido se ve cómo se le dispara a Mohammed, y no había sangre en el muchacho o en su padre. France 2, concluye la investigación, editó los últimos segundos de lo filmado por Abu Rahma, en donde al muchacho se lo ve moviendo su mano. El año pasado, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu le solicitó al entonces ministro de Asuntos Estratégicos y ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensas Israelíes (IDF), Moshe Yaalon, que lanzara una investigación oficial sobre el incidente.
El informe de 44 páginas concluye que las afirmaciones y acusaciones del informe central de France 2 no tenían ninguna base en el material que la estación poseía en ese momento. No hay evidencia de que las fuerzas israelíes hayan sido responsables de alguna manera de causar las supuestas heridas a Jamal o al muchacho. En oposición a la afirmación de France 2 de que el muchacho fue muerto, la revisión del comité de la filmación original mostraba que en las escenas finales que no fueron emitidas por France 2, el muchacho es visto con vida.
* De The Independent de Gran Bretaña.
Especial para Página/12. Traducción: Celita Doyhambéhère.
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