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El mundo|Martes, 28 de mayo de 2013
Después de una reunión entre los jefes del partido y la ex presidenta hablaron de la plataforma electoral

El comunismo chileno postuló a Bachelet

El apoyo del PC a la candidata simboliza la continuación de la estrategia del partido desde la muerte de su dirigente histórica, Gladys Marín, en 2005. Durante ese año, el PC había llamado a votar en segunda vuelta por Bachelet.

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La ex presidenta chilena suma el apoyo del PC, el PS y el PPD.

El Partido Comunista (PC) chileno oficializó ayer su apoyo a la candidatura de la ex mandataria socialista Michelle Bachelet para las elecciones generales de noviembre. “Hemos coincidido en que vamos a trabajar de conjunto”, dijo Guillermo Teillier, presidente del PC, al final de una reunión de casi una hora con la ex mandataria. La decisión marca un cambio radical porque Bachelet es la favorita para las próximas elecciones y el PC no forma parte de un gobierno desde el de Salvador Allende (1970-1973).

Bachelet, que gobernó Chile entre 2006 y 2010, se postula por el Partido Socialista (PS) en las elecciones del próximo 17 de noviembre. Pero antes tiene que ganar las primarias de la Concertación, de centroizquierda, previstas para el próximo 30 de junio, para definir su candidato en las presidenciales de noviembre. “Cuando acepté esta candidatura, he señalado que no vine a ganarles a un partido o a un candidato, vine a Chile porque necesitamos hacer cambios profundos para enfrentar la desigualdad y lograr un desarrollo más inclusivo. Y para enfrentar estos desafíos vamos a sumar y unir (...) Nadie puede restarse de este esfuerzo. De lo que se trata hoy es de sumar y no de restar”, dijo Bachelet tras agradecer el apoyo del PC.

El PC es la tercera fuerza política que declaró sostener su candidatura, que ya cuenta con el apoyo del Partido Socialista (PS) y el Partido por la Democracia (PPD), de cara a las primarias de la oposición.

Además, los comunistas hablaron hasta de participar en la elaboración de su programa de gobierno. “Nos parece muy interesante lo que ella nos ha dicho, sabemos que el programa está en gestión y se nos han abierto las puertas para intervenir”, reveló Teillier. Además, el ex jefe político del guerrillero Frente Patriótico Manuel Rodríguez destacó que la ex presidenta apoya también cambiar la Constitución y mejorar la ley laboral.

Sin embargo, la participación del PC en el futuro gobierno todavía no está prevista. “La posibilidad de un gobierno conjunto con el PC es una cuestión que no está decidida”, aseguró el presidente de la Democracia Cristiana, el senador Ignacio Walker, aliado de Bachelet.

Por otro lado, entre críticas y observaciones, la oposición destacó el cambio que supone esta alianza. “La Concertación de Bachelet es muy distinta de la Concertación de (Patricio) Aylwin (el primer presidente tras la dictadura). Se trata de la demostración de que ésta es una alianza de izquierda”, dijo Andrés Allamand, candidato de Renovación Nacional (RN).

Más allá, la alianza del PC con la candidata simboliza la continuación de la estrategia del partido para retomar el papel institucional establecido desde la muerte de su dirigente, Gladys Marín, en 2005. Durante ese año, el PC había llamado a votar en segunda vuelta por Bachelet, que se impuso en esa elección al derechista Sebastián Piñera, para encabezar el cuarto gobierno consecutivo de la Concertación. Además, en las elecciones posteriores (2009), el PC compitió con el ex ministro Jorge Arrate, pero en segunda vuelta también apoyó al candidato de la Concertación, el ex mandatario Eduardo Frei, que finalmente perdió ante el actual presidente, Sebastián Piñera.

Además, en esa elección, el PC firmó un acuerdo con la Concertación que les permitió a los comunistas regresar al Parlamento después de 36 años, con tres diputados, en un pacto que ahora volverán a editar en algunos distritos y cuya adhesión habría condicionado el apoyo a Bachelet. Durante las negociaciones se habría llegado a un acuerdo para que la ex líder estudiantil y militante comunista, Camila Vallejo, se postulara sin competencia en la oposición como candidata a diputada por el populoso municipio de La Florida, de Santiago, lo que prácticamente le aseguraría entrar en el Parlamento, debido a las reglas del sistema electoral chileno.

Este sistema, de carácter binominal, fue instaurado por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y obliga a competir por dos únicos cupos por distrito, lo que provoca que la competencia se dé al interior de las coaliciones. Resultan electos los dos candidatos de las listas más votadas, mientras que para que una lista elija a sus dos candidatos debe doblar en votación a la otra. Por eso, el sistema consolidó en Chile la constitución de dos conglomerados políticos: una coalición de derecha, la actual Alianza, y la Concertación, de centroizquierda. Lo que excluye a otras corrientes, como el Partido Humanista y el PC, que históricamente ostenta una votación que oscila entre el 5 y el 7 por ciento.

En junio próximo, Bachelet se medirá en elecciones primarias, que definirán al único aspirante de la Concertación de centroizquierda –en la que el PC no está incluido– que gobernó por dos décadas tras el fin de la dictadura de Pinochet. Ella se enfrentará a tres aspirantes de la oposición que apenas marcan en las encuestas (el independiente y ex ministro Andrés Velasco, el democristiano Claudio Orrego y el senador del Partido Radical José Antonio Gómez), por lo que un triunfo de la ex mandataria se da por descontado.

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