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Al menos nueve personas murieron en el noroeste de Pakistán debido un ataque lanzado desde aviones no tripulados de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Seis misiles impactaron contra la vivienda de un líder talibán, situada en la zona tribal de Waziristán Norte. Los fallecidos eran miembros de un clan local, todos ellos identificados. El de ayer es el primer ataque con un dron estadounidense desde la toma de posesión del primer ministro Nawaz Sharif, el miércoles pasado.
El Ministerio de Relaciones Exteriores paquistaní llamó ayer a consultas al encargado de negocios estadounidense, Richard Hoagland, en protesta por los ataques. “Pakistán condena rotundamente los ataques con drones, que violan la soberanía paquistaní y su integridad territorial”, expresó el portavoz ministerial Aizaz Chaudhry. Así, Pakistán subrayó ante el diplomático estadounidense, el de mayor jerarquía en la representación de Washington en Islamabad, la importancia de poner fin inmediatamente a este tipo de ataques. La protesta paquistaní fue presentada por el asesor especial del primer ministro para Asuntos Exteriores, Tariq Fatemi, ya que según la configuración del nuevo Ejecutivo local la diplomacia está encabezada directamente por el jefe de Gobierno.
En su primer discurso ante el Parlamento, el premier exigió el fin de los aviones no tripulados. “Si nosotros respetamos la soberanía de otros, los países extranjeros tienen que respetar la soberanía de Pakistán”, advirtió Sharif en referencia a Estados Unidos. En línea con el discurso oficial de las autoridades paquistaníes ya en la legislatura anterior, la nota añade que esos bombardeos son contraproducentes y provocan las muertes de civiles inocentes. Por último, el comunicado afirma que los drones tienen un impacto negativo en el deseo de ambos países de forjar una relación cordial y cooperativa para asegurar la paz y la estabilidad en la región. El ataque fue ejecutado la misma semana en que Sharif anunció su voluntad de resolver el tema del islamismo radicalizado a través del diálogo, para contener la violencia recrudecida durante el período preelectoral.
El bombardeo de ayer se produce después de otro similar que hace diez días causó la muerte del número dos del movimiento talibán paquistaní, Waliur Rehman, junto a otros seis insurgentes, un episodio que ya provocó la inmediata queja del gobierno. Sharif se ha mostrado partidario de entablar una negociación para resolver el desafío que plantea la insurgencia talibán local. Islamabad viene criticando sistemáticamente, a través de las distintas administraciones, los bombardeos con drones, que tienen como blanco objetivos insurgentes de la zona fronteriza con Afganistán, pero que en ocasiones terminan con la vida de civiles, según grupos de defensa de los derechos humanos. Sin embargo, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, volvió a defender el uso de aviones no tripulados como estrategia para combatir el terrorismo islámico en Medio Oriente y en algunas zonas de Asia Central, pese a las quejas de algunos aliados, como es el caso de Pakistán.
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