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El mundo|Miércoles, 7 de agosto de 2013
El titular de Amazon apuesta al periodismo tradicional

Razones para comprar el “Post”

The Washington Post pierde 59 millones al año, pero Jeff Bezos, el fundador de uno de los grandes éxitos de Internet, decidió sumarlo a sus negocios. A la redacción le aseguró que no cambiará la línea del diario. Pero hay dudas sobre si todo quedará igual.

Por Ian Burrell *
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La tapa anunciando que la familia Graham se desprende del diario.

Era una historia de la puta madre, para usar una frase favorita de un grande de la redacción de The Washington Post, Ben Bradlee, cuando describe el tipo de historia impactante que puede causarle a un lector problemas digestivos a la hora del desayuno. Salvo que ésta de la primera plana no era otro Watergate –la primicia que le ganó al Post su reputación global–, sino la revelación de que el diario mismo había sido vendido al fundador de Amazon, Jeff Bezos, por la mísera suma de 250 millones. La puta madre era una reacción popular en Twitter entre los periodistas estadounidenses ayer, después de que el titular del diario señaló el fin de su relación con la familia que fue su propietaria durante ochenta años. “Los Graham venden el Post”, decía.

Entre el personal del diario reinaba la incredulidad. Como todos los demás, “Estoy shockeada” admitió la escritora Ezra Klein a sus lectores. “Nadie en la redacción sabe qué pensar de la venta”, dijo su colega Jim Tankersley. Todos habían sido llamados a una reunión a las 16.30, pero el chismorreo era que el anuncio trataría de su icónico edificio principal en la calle 13, número 1150, que está a la venta. En cambio, la noticia era de un cambio sísmico en los medios estadounidenses. El fundador de uno de los grandes éxitos de Internet no estaba meramente perturbando un negocio famoso y tradicional, lo estaba comprando y con dinero de su propio bolsillo.

La compra de Bezos del Post se hacía con dinero de su fortuna personal, estimada en más de 25 mil millones, y no como una adquisición de Amazon. Ayer el trato era interpretado de dos maneras por los observadores de los medios. Para algunos existía una sensación de alivio. El veterano lector de noticias estadounidense Dan Rather parecía remedar a Bradlee cuando dijo que su reacción ante la historia fue “noticia on line de la puta madre, Batman!”. Luego, reflexionando, llegó a la conclusión de que éste sería un gran día para el periodismo. Ted Leonsis, un ex ejecutivo de AOL, que es dueño de dos de las otras instituciones de la ciudad, el Washington Wizards (básquet) y el Washington Capitals (béisbol), dijo: “Jeff Bezos es uno de los mejores hombres de negocios en el mundo y uno de los individuos más ricos del planeta. Será un fantástico piloto para este medio”.

En una carta a los lectores, la editora del Post, Katharine Weymouth, dijo: “Este es un día que ni mi familia ni yo esperamos que llegara nunca”. Weymouth es nieta de Katharine Graham, editora del diario en 1974, cuando los periodistas Bob Woodward y Karl Bernstein (bajo la guía del editor ejecutivo Bradlee) lanzaron la primicia que causó la renuncia de Richard Nixon, el 37º presidente de Estados Unidos. “Bezos sabe como nadie las oportunidades que llegan con una tecnología revolucionaria, especialmente cuando entendemos cómo sacarle más provecho. Bajo su propiedad y con su sentido común de dirección, podremos acelerar el paso y la calidad de innovación.”

Pero otros eran más pesimistas sobre el trato. No era sólo que Bezos mostrara confianza en el futuro, la transacción era también el resultado de la desesperación de los Graham por vender. Bezos es un amigo de la familia.

Donald Graham, presidente y director de la empresa The Washington Post Co., dijo más tarde que él y Bezos sólo comenzaron a discutir el trato hace menos de un mes. En el propio blog del Post, Klein notó que la empresa de inversiones Allen & Co había sido contratada para encontrar un comprador y que una media docena de potenciales compradores se habían acercado antes de que Bezos, de 49 años, sacara la billetera. Y luego hubo cuestiones sobre cómo la cobertura de los diarios locales podrían sufrir, ya que Bezos vive en el estado de Washington (Amazon está ubicada en Seattle) y no en la capital, Washington, y si el periodismo del Post pudiera estar comprometido por los intereses políticos de Amazon (la empresa sigue atrayendo titulares negativos por sus arreglos de impuestos y prácticas laborales).

En una carta al personal del Post, Bezos buscó calmar cualquier temor de una agenda oculta. “Los valores del Post no necesitan cambio”, le aseguró. “Yo ya tengo trabajo (en Amazon) y el diario tiene un excelente equipo de liderazgo que sabe mucho más del negocio que yo.” Pero, por supuesto, que habrá cambios, porque Internet está transformando casi todos los elementos del negocio de las noticias. Ninguno de los periodistas podría discutir esto. The Washington Post pierde 59 millones al año, pero con este inmenso trato costándole menos que el uno por ciento de su valor neto, el millonario hizo una rápida decisión: añadirlo a la canasta.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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