Jessica Lynch, la soldado estadounidense convertida en heroína nacional tras ser herida en un supuesto combate en Irak –información que el Pentágono dio luego como falsa–, llegó ayer a su casa y fue recibida por una multitud. Lynch, de 20 años, dijo estar orgullosa de ser una soldado en el ejército y expresó su gratitud a todos aquellos que rezaron por su regreso. Lynch, mecánica de la 507 Compañía de Mantenimiento del Ejército, fue sacada el pasado 1° de abril en un hospital iraquí, donde había estado internada luego de un accidente que tuvo con su vehículo.