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El gobierno cubano extenderá a todo el país un sistema de arrendamiento de taxis estatales, con conductores cuentapropistas, que inició experimentalmente en La Habana en 2010, con viajes que se pagarán en pesos convertibles, CUC, la moneda dura equivalente al dólar. La medida incluye la creación de 20 agencias de taxis pertenecientes a la nueva Empresa TaxisCuba, que contará con un mínimo de trabajadores estatales, en tanto sus conductores de plantilla pasarán a ser autónomos, según informó ayer el diario oficial Granma. El parque de taxis que pasará a esta nueva modalidad de servicio durante 2014 corresponde al estatal Grupo Empresarial Cubataxi. Fuentes del Ministerio de Transporte explicaron que el nuevo modelo busca incrementar la calidad con que se ofrecen actualmente esos servicios y solucionar problemas de la empresa estatal, cuyo sistema tradicional no fue capaz de resolver.
“En estas nuevas 20 agencias los taxistas asumen con sus ingresos los gastos de mantenimiento, el pago del combustible y parte de la reparación del vehículo, al tiempo que pueden disponer de ellos y realizar todas las ‘carreras’ (viajes) que estimen convenientes, pagando los impuestos en dependencia de sus ingresos”, señaló el diario cubano. Granma mencionó asimismo irregularidades en el servicio, apropiación de la recaudación, plantillas sobredimensionadas con un inadecuado balance de trabajadores directos e indirectos y un parque de vehículos envejecido.
Según el periódico, el experimento realizado en los últimos tres años logró incrementar sustancialmente la productividad, así como disminuir el tiempo de espera de los clientes. Está previsto que posteriormente las agencias puedan incorporar a taxistas propietarios de sus coches, siempre que cumplan los requisitos técnicos y de confort para el servicio.
Los taxistas asociados, además, podrán prestar servicio a empresas, operadores turísticos y agencias de viaje, opción que antes era exclusiva para los taxis del sector estatal. La ampliación del arrendamiento de taxis estatales se suma a las medidas impulsadas en los últimos años por el gobierno del presidente Raúl Castro, como parte del proceso de reformas económicas para actualizar el socialismo cubano y superar la crisis que vive la isla.
El mandatario cubano había rechazado el mes pasado las presiones para avanzar más rápido en las reformas económicas. “No ignoramos que quienes nos apremian a acelerar el paso nos empujan al fracaso, a la desunión y a dañar la confianza y el apoyo del pueblo en la construcción del socialismo”, había expresado Castro. La advertencia era tanto para quienes exhortan cambios con sanas intenciones como para aquellos que lo hacen para atentar contra el modelo cubano, según sus palabras.
Entre los principales ajustes implementados, destacan la ampliación del trabajo privado, la creación de cooperativas de servicios, la reducción de las abultadas plantillas estatales y la concesión de tierras en usufructo. En ese marco, las autoridades permitieron la fundación de cooperativas de microbuses que cumplen en ciudades como La Habana rutas prefijadas, por un precio mayor al del transporte estatal de autobuses.
Uno de los 201 oficios aprobados para ser realizados por cuentapropistas a partir de los cambios iniciados en 2008 es, precisamente, el de taxista privado que desarrollan, generalmente, propietarios de automóviles. El gobierno también realizó una reforma migratoria que puso fin a décadas de restricciones para salir de la isla, levantó prohibiciones en la compraventa de casas y vehículos y puso en marcha nuevas políticas tributarias y crediticias, entre otras medidas.
Además está previsto que se apruebe en marzo una nueva legislación para agilizar la inversión extranjera. “Se trabaja en la elaboración de un proyecto de ley en esta materia (inversión extranjera) que prevemos someter a una próxima sesión de la Asamblea Nacional (Parlamento) que será en el mes de marzo como reunión extraordinaria para tratar este tema y otros más”, había asegurado Castro tras clausurar la segunda y última sesión anual del Parlamento, que se reúne ordinariamente dos veces al año, en julio y diciembre.
Hace dos semanas, la Asamblea Nacional había aprobado un nuevo Código de Trabajo, que toma en cuenta a los nuevos empleados del sector privado, tras una consulta popular que involucró a 2,8 millones de personas. El nuevo código sustituirá al vigente desde 1985 y, entre otras novedades, tendrá en cuenta a los trabajadores “por cuenta propia” o privados que surjan con las reformas y la apertura de actividades económicas no estatales. Entre las modificaciones aprobadas figura que las empleadas embarazadas o con hijos menores de un año están exentas de realizar labores extraordinarias, y se autoriza el contrato por tiempo indeterminado para trabajos discontinuos o cíclicos en actividades cuya demanda laboral aumenta en determinados períodos.
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