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El mundo|Miércoles, 7 de mayo de 2014
Los islamistas de Boko Haram reivindicaron el secuestro

Raptaron a más niñas nigerianas

El líder de Boko Haram reivindicó la captura de casi 300 estudiantes en el norte de Nigeria el mes pasado, y dijo que iba a venderlas como esclavas. Hay ocho rehenes más.

Por Catrina Stewart *
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Varios manifestantes participan en la marcha “Encuentren a las niñas”.

Desde Nairobi

Los islamistas de Boko Haram secuestraron a ocho niñas más de una remota aldea en el nordeste de Nigeria apenas tres semanas después de que raptaran a casi 300 escolares, y el líder del grupo militante advirtió que serán vendidas como esclavas. El último ataque, cuya noticia tardó un par de días en aparecer, se produjo mientras el gobierno de Nigeria se enfrenta a crecientes críticas por su fracaso en encontrar a las colegialas y poner freno a las actividades del grupo que se cobró miles de vidas en sus cinco años de insurgencia.

En un escalofriante mensaje grabado emitido el lunes, el líder del grupo militante islamista Boko Haram reivindicó la autoría del secuestro de casi 300 estudiantes en el norte de Nigeria el mes pasado, y dijo que iba a venderlas como esclavas. “Secuestré a sus hijas”, dijo el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, en el video de una hora. “Por Alá, las venderé en el mercado de esclavos”, continuó. Las niñas fueron secuestradas de sus dormitorios de la escuela en la ciudad de Chibok, en el convulsionado estado de Borno, el 14 de abril. Pero es sólo ahora que el grupo ha reconocido formalmente la responsabilidad por el ataque, una fuente de profunda vergüenza para el presidente Goodluck Jonathan, cuyo gobierno ha sido acusado de no montar una operación de rescate para las chicas, a pesar de recibir información periódica sobre su paradero tras el ataque.

Vestido con uniforme militar y flanqueado por un transporte blindado de personal y camionetas montadas con metralletas, el líder Shekau justificó los ataques en el video vociferando contra la educación y los valores de Occidente y contra los esfuerzos por reconciliar a los musulmanes y los cristianos en el país dividido. “Secuestré a una chica en una escuela de educación occidental y están perturbados. Dije que la educación occidental debe terminar. Chicas, tienen que ir y casarse.”

Continuó: “Me voy a casar con una mujer de 12 años. Me casaré con una niña de nueve años”. “Dios me dio instrucciones de venderlas, son su propiedad y yo llevaré a cabo sus instrucciones”, añadió. El líder extremista llegó a amenazar con ataques similares contra escuelas. En medio de los temores a ataques por parte de militantes islamistas, muchas escuelas cerraron durante casi dos meses en zonas del noreste de Nigeria, afectando a unos 120.000 estudiantes en una región donde la matrícula en la escuela secundaria ya se sitúa algo por debajo del 5 por ciento.

La escuela en Chibok había abierto sólo brevemente para permitir que las niñas de toda la región dieran sus exámenes. Por los sucesos del mes pasado, las autoridades dicen que 53 niñas escaparon por sus propios medios, ya sea saltando de camiones o huyendo.

En cuanto a las ocho niñas secuestradas ayer, los residentes en Warabe, en el estado de Borno, dijeron que las milicias armadas en dos vehículos camuflados irrumpieron en el pueblo la noche del domingo, llevándoselas y quemando casas. “Iban de puerta en puerta en busca de las niñas”, dijo Abdullahi Sani, un residente. “Por la fuerza se las llevaron.” Los padres de las niñas recién secuestradas estarán dolorosamente conscientes de su potencial destino después de la terrible amenaza del líder de Boko, Haram Shekau, de vender a las colegialas sacadas del pueblo Chibok, como esclavas en el mercado.

Las niñas, que estaban en el colegio pupilas para dar sus exámenes finales, tenían entre 16 y 18 años. Hay informes no confirmados de que algunas de las chicas ya habían sido vendidas como “novias” en el vecino Chad y Camerún por 2000 nairas (13,50 dólares).

Boko Haram, cuyo nombre se puede traducir como “la educación occidental está prohibida”, está en guerra contra el Estado desde 2009, en un intento de establecer un califato al estilo medieval en el norte del país. Se ha lanzado en contra de la utilización de los planes de estudio de estilo occidental en las escuelas y de los esfuerzos por reconciliar a los cristianos del sur con musulmanes del norte.

Pero con estos últimos ataques los nigerianos han superado la división étnica para unirse en su ira hacia Boko Haram, y también en su condena al gobierno, que está acusado de hacer poco por rastrear a las niñas desaparecidas. Los nigerianos han salido a las calles a protestar en casi todas las principales ciudades, instando al presidente Goodluck Jonathan a que actúe rápidamente para encontrar a las chicas, y el hashtag “traigandevueltaalaschicas” ha sido una tendencia en Twitter, con más de un millón de tuits hasta el momento, usando la etiqueta para dar a conocer los ataques con el mundo exterior. Jonathan se refirió públicamente a los secuestros, por primera vez durante el fin de semana, lo que alimentó las críticas de que sólo la presión nacional e internacional lo obligaba a actuar.

La reacción internacional frente a las acciones de Boko Haram se silenció al principio, pero el fantasma de niñas que son vendidas como esclavas centró la atención en su situación, lo que provocó que Estados Unidos, el Reino Unido y otros países ofrecieran ayuda al gobierno de Nigeria. Washington ofreció “una célula de coordinación” que incluiría el personal militar y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley con experiencia en negociaciones de rehenes.

En las horas posteriores a la de-saparición de las niñas –se dice que alrededor de 230 permanecen como rehenes después de que unas 50 chicas se escaparan en la confusión inicial, aunque algunos creen que el número es mucho mayor–, padres desesperados entraron en la gran reserva forestal de Sambisi, donde Boko Haram tiene varias fortalezas, para buscar a sus hijas. Los esfuerzos por alistar a los militares nigerianos en la búsqueda fueron inexplicablemente rechazados, y los padres tuvieron que regresar a sus casas después de que los lugareños que conocen la zona les advirtieran que los militantes estaban muy bien armados. El tiempo transcurrido no ha estado del lado de las chicas. En las tres semanas desde su secuestro, se cree que han sido separadas en pequeños grupos, algunas llevadas a través de la frontera, lo que hace que sean difíciles de rastrear.

Algunos en Borno acusaron al presidente, que proviene del sur mayormente cristiano de Nigeria, de ser indiferente ante la difícil situación del norte predominantemente musulmán. La insurgencia se ha cobrado 1500 vidas este año, incluyendo a 59 niños masacrados en su escuela en febrero.

Pero el ejército está lamentablemente mal equipado para hacer frente a Boko Haram, bien financiado y con armamento sofisticado. En el ejército nigeriano los soldados se han quejado de la falta de recursos básicos, alegando que apenas reciben una comida al día. También son conscientes de las tácticas de los militantes, como la de usar rehenes para atraer a los soldados a emboscadas mortales, que han erosionado la moral del ejército.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12

Traducción: Celita Doyhambéhère

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