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Natal, una de las sedes del Mundial de Fútbol Brasil 2014, amaneció ayer sin transporte público por una protesta iniciada por los conductores de colectivos, un día después de albergar su último partido entre Italia y Uruguay. El sindicato de los conductores de colectivos públicos aprobó la paralización de toda la flota por tiempo indeterminado a partir de ayer a la madrugada, en protesta por un aumento salarial inferior al que exigían y determinado ayer por el Tribunal Regional de Trabajo en una audiencia de conciliación.
La decisión dejó en los garajes el ciento por ciento de los 620 colectivos de la flota pública y sin transporte a los 530.000 pasajeros que utilizan diariamente el servicio en Natal, ciudad del nordeste de Brasil que es capital del pequeño estado de Río Grande do Norte, informó el sindicato. Los conductores protagonizaron una huelga durante el Mundial pero, por pedido judicial, aceptaron mantener el 70 por ciento de la flota en operación mientras esperaban que el Tribunal Regional de Trabajo se pronunciase sobre sus exigencias de aumento salarial.
El tribunal determinó ayer un aumento salarial del 7,32 por ciento, muy por debajo del 16 pedido por el sindicato, así como un ligero aumento en el subsidio para la alimentación. Pese a que la decisión judicial mejoró la oferta hecha por los propietarios de los colectivos públicos, el reajuste desagradó a los conductores, que determinaron la paralización por tiempo indeterminado.
“Ningún vehículo sale de los garajes”, ordenó el presidente del Sindicato de los Trabajadores en Transportes Terrestres de Río Grande do Norte (Sintro), Nastagnan Batista. “No se trata de una huelga. La huelga terminó ayer (por la decisión judicial). Se trata de una protesta contra una decisión que no aceptamos”, sentenció el líder sindical.
La patronal de las empresas de transporte urbanos de Natal (Seturn) también manifestó su insatisfacción con la decisión judicial, ya que los propietarios aceptaban elevar ligeramente los salarios pero rechazaban aumentar el subsidio de alimentación.
La paralización comenzó un día después de que Uruguay venciese por 10 a Italia en un partido por el Mundial disputado en la Arena de las Dunas de Natal y con el que esa ciudad se despidió de la competición. El estadio de Natal, inaugurado en enero pasado, fue sede de cuatro partidos mundialistas que atrajeron a 170.000 turistas. Mientras se jugaron partidos en esa ciudad, el transporte público funcionó, pero llegó la hora del reclamo postergado.
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