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Egipto pidió ayer a palestinos e israelíes que prorroguen el alto el fuego en vigencia para negociar una paz duradera y el desbloqueo de la Franja de Gaza. Las delegaciones analizaron por separado en El Cairo las demandas de la otra parte, en un intento de convertir en permanente la tregua de tres días que empezó el lunes. El ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Shukri, explicó en una rueda de prensa junto a su homólogo de Venezuela, Elías Jaua, que El Cairo –que actúa como mediador– solicitó la ampliación de la tregua “hasta que sea más consistente, esperando que la situación mejore”. Israel mostró su disposición a prolongar un cese del fuego, un gesto destacado por Egipto.
Shukri señaló que entre las principales cuestiones a tener en cuenta figura la apertura de los pasos fronterizos de Gaza con Israel, lo que permitiría el levantamiento del bloqueo a la Franja reclamado por los palestinos y para lo que se establecerían conversaciones. También está en juego la forma de evitar otra escalada de la violencia y de fomentar un nuevo ambiente para solucionar la crisis de manera definitiva basándose en la creación de un Estado palestino, declaró Shukri. En su opinión, existen “intentos bastante serios” de abordar los “puntos calientes” desde las diferentes posturas, si bien cualquier solución deberá ser aceptada por las dos partes.
Las condiciones fueron intercambiadas a través de mediadores egipcios, que alcanzaron las propuestas, a primera vista muy distantes, a los diplomáticos palestinos e israelíes. La tregua, iniciada a las 8 de la mañana del martes (2 de la Argentina), está pactada actualmente por 72 horas. Los negociadores de ambas partes se reunieron en la noche del martes durante varias horas con representantes egipcios. La delegación palestina está en El Cairo desde hace varios días y la israelí llegó el martes y se fue de la capital egipcia antes de la medianoche. Las delegaciones se tomarán un tiempo para analizar las exigencias mutuas.
La delegación palestina está liderada por un miembro de Al Fatah, Azam Al Ahmed, pero también incluye a representantes de Hamas y otros grupos armados de Gaza. El movimiento islamista y el partido laico Al Fatah, del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, firmaron este año un pacto de reconciliación y formaron un gobierno de unidad nacional. Issat Al Rishaq, dirigente de Hamas y miembro de la delegación palestina presente en El Cairo, consideró posible que la tregua se extienda más allá de su límite actual el viernes. Pero eso depende de las negociaciones con Israel, comentó a la agencia palestina Maan.
Israel exige como condición para la reconstrucción de la devastada Franja de Gaza que el enclave sea desmilitarizado y las milicias desarmadas. Hamas rechaza esta posibilidad. Los palestinos reclaman el levantamiento del bloqueo del territorio, que comenzó en 2007, y piden la construcción de un puerto y un aeropuerto, la anulación de las limitaciones a la transferencia de fondos y una ampliación de la zona de pesca. También piden la liberación de prisioneros.
El portavoz egipcio de Exteriores, Bader Abdel Ati, expresó que las conversaciones están todavía en un estado “muy incipiente” y que lo importante ahora es consolidar la tregua aprovechando que existe voluntad de negociar por parte de palestinos e israelíes. Shukri también se entrevistó ayer con el enviado especial de la ONU para Oriente Medio, Robert Serry, y el representante en la zona del Cuarteto mediador (integrado por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y Naciones Unidas), Tony Blair. Serry consideró que la clave para lograr una paz “justa y duradera” está en “proteger la vida de los civiles y acabar con el derramamiento de sangre de los palestinos”.
En tanto, más de la mitad de los israelíes considera que la ofensiva del ejército de su país en la Franja de Gaza no cumplió con los objetivos propuestos por el gobierno, pero mantiene un amplio apoyo hacia las principales autoridades, según una encuesta difundida por el diario Haaretz. El 56 por ciento de los entrevistados se muestran sorprendidos por las consideraciones triunfalistas del gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu. Haaretz precisó en su edición digital que si se les hubiera preguntado a los entrevistados que resumieran en una palabra el resultado de la última contienda, la mayoría habría respondido que se trató de un “empate”.
Así, el 51 por ciento opinó que ninguna de las dos partes, Israel y las facciones armadas en Gaza lideradas por Hamas, ganó. Pese a que son minoría los que consideran la operación Borde Protector una victoria clara para Israel, una abrumadora mayoría mostró, sin embargo, su apoyo a Netanyahu, al titular de Defensa, Moshé Yaalón, y al jefe del ejército israelí, general Beny Gantz.
Por otra parte, una gran mayoría es partidaria de que Israel reanude las negociaciones con el presidente Abbas, en paralelo a la adopción de medidas para “apoyarlo”. Hace dos meses, ante una pregunta similar, Abbas no contaba con el beneplácito de los israelíes. Según el diario, el repentino apoyo de los israelíes se debe a que hoy en día, Hamas reemplazó al dirigente palestino en liderazgo, lo cual convierte al presidente de la ANP en un representante a tener en cuenta en comparación con el grupo islamista.
Sin embargo, las tropas israelíes se mantendrán en posición en la zona fronteriza con los territorios palestinos. “Israel garantizará también a futuro la seguridad de sus localidades fronterizas y en caso necesario procederá contra nuevas construcciones de túneles”, dijo ayer Benjamin.
“El pueblo de Gaza no es el enemigo de Israel, sino el movimiento radical islámico Hamas”, agregó el premier, quien señaló que la “tragedia” de Gaza es que sea gobernada por Hamas.
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