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El mundo|Viernes, 31 de octubre de 2014
LOS CUERPOS DE 150 MIEMBROS DE UNA TRIBU SUNNITA QUE LUCHA CONTRA LOS JIHADISTAS DE IRAK

Hallaron una fosa con víctimas del EI

El descubrimiento de la fosa común se conoció apenas horas después de que el Estado Islámico (EI) se jactara en las redes sociales de haber matado en la ciudad de Hit a medio centenar de miembros de la tribu Albunamr.

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El jefe de la policía de Al Anbar, Khadem Mohammed al Fahdawi, les habla a los combatientes progobierno.

Los cuerpos de 150 miembros de una tribu sunnita que lucha contra el Estado Islámico (EI) fueron hallados ayer en una fosa común en Irak. El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, condenó estas ejecuciones y dijo que fueron perpetradas por el grupo jihadista para cubrir su derrota. Además amenazó con responder con toda su fuerza por este crimen. El miércoles, la organización jihadista había matado a más de 40 agentes de la policía y milicianos de la misma tribu en la ciudad de Ramadi, la capital de Al Anbar. Los extremistas les dispararon a esta segunda tanda de víctimas luego de haberles atado las manos y tapado los ojos en un mercado al aire libre.

“La ejecución de miembros del clan Albunamr por parte del EI revela que estos terroristas no distinguen entre ningún iraquí para derramar sangre”, aseguró al Abadi. Además les pidió a las fuerzas armadas y de seguridad desplegar sus máximos esfuerzos para perseguir a “los criminales y aplicarles un justo castigo”.

El descubrimiento de la fosa común se conoció apenas horas después de que el EI se jactara en las redes sociales de haber matado en la ciudad de Hit a medio centenar de miembros de la tribu Albunamr. En las fotos difundidas por cuentas afines a los extremistas se ven filas de cadáveres con las manos atadas a la espalda y manchas de sangre sobre la calle, publicó ayer el diario El País, de España.

Cerca de 40 cuerpos de la misma tribu habían sido descubiertos en los alrededores de Hit, a orillas del Eufrates y a 150 kilómetros al oeste de Bagdad. Desde octubre unos 180.000 habitantes huyeron de la zona por la amenaza del EI.

Líderes tribales aseguraron que ambos grupos de víctimas son parte de los tres centenares de hombres de entre 18 y 55 años que los extremistas aprehendieron desde que tomaron Hit. Empezaron entonces las detenciones ilegales en represalia por oponerse a su control, y a asesinarlos a sangre fría, a la vez que expulsaron de la zona a centenares de ancianos, mujeres y niños. “Los encontramos a primera hora de la mañana. Algunos militantes del EI nos dijeron que eran personas de los Consejos del Despertar –establecidos entre 2006 y 2008 por tribus sunnitas para derrotar a Al Qaida en Irak–, que lucharon contra sus hermanos del EI, y que éste era el castigo para todos aquellos que combatan al EI”, narró un testigo.

Algunos líderes tribales acusan a Bagdad de haber ignorado sus peticiones de ayuda para defender sus poblaciones. Otras tribus de Al Anbar se unieron a los extremistas en venganza por lo que consideran una discriminación de las autoridades chiítas de Bagdad hacia la minoría sunnita.

“Necesitamos soldados que se alisten para defender el país, no por necesidad”, declaró esta semana Al Abadi. El ejército iraquí consiguió en los últimos días las primeras victorias contra los jihadistas desde la pérdida de Mosul. La operación militar también aspira a lograr progresos en la provincia de Saladino. Según la prensa local, en los últimos días se movilizaron nuevos batallones para desbaratar la parálisis que habita la ciudad de Biyi, a unos 200 kilómetros al norte de Bagdad y cerca de la refinería homónima, la mayor instalación petrolífera de Irak.

Por su parte, en el norte del país los peshmerga –tropas kurdas– también protagonizaron algunos avances notables. Asimismo, un batallón de 150 soldados de la región autónoma del Kurdistán iraquí alcanzaron ayer la ciudad kurdo-siria de Kobane para ayudar en el intento de acabar con 40 días de asedio jihadista.

En junio pasado, los extremistas habían lanzado una ofensiva relámpago y se hicieron con el control de extensas zonas del norte de Irak, incluida Mosul, al tiempo que proclamaron un califato en los territorios bajo su control en ese país y en la vecina Siria. Al menos 1119 iraquíes murieron y otros 1946 resultaron heridos, entre civiles y uniformados, en actos de terrorismo y violencia en este país sólo durante el mes de septiembre, según la misión de Naciones Unidas en Irak (Unami por sus siglas en inglés).

En tanto, quedó probado una vez más los asesinatos en masa forman parte del accionar del EI. Milicianos de esta organización perpetraron una matanza de presos chiítas cuando tomaron Mosul, la segunda ciudad de Irak, en junio, afirmó ayer la organización de derechos humanos Human Rights Watch. HRW explicó que unos 600 presos chiítas de la prisión de Badoosh, en las afueras de Mosul, fueron obligados a arrodillarse junto al borde de un barranco y fueron masacrados con armas automáticas.

La organización con sede en Nueva York dijo que los chiítas fueron separados de varios cientos de sunnitas y algunos cristianos que luego fueron liberados. Algunos presos kurdos y yazidíes también fueron asesinados, y entre 50 y 100 hombres que decían ser sunnitas fueron llevados a un lugar desconocido. La declaración se basó en entrevistas con 15 sobrevivientes chiítas. Los presos estaban cumpliendo condenas por diversos delitos, desde asesinato hasta infracciones no violentas.

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