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El mundo|Jueves, 16 de abril de 2015
Caracas acusa a Madrid de injerencia por una resolución del Congreso español

Cortocircuito entre Venezuela y España

Maduro anunció medidas en contra del gobierno de Mariano Rajoy por haber impulsado una resolución pidiendo la liberación de los presos políticos en Venezuela. Ambos gobiernos presentaron quejas diplomáticas a los respectivos embajadores.

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Maduro y Rajoy tensaron la relación bilateral con una escalada diplomática.

Los gobiernos de Venezuela y España protagonizan un conflicto diplomático a raíz de un resolución del Parlamento español a favor de la liberación de los presos políticos en Venezuela. Luego de aprobarse la resolución el lunes pasado, el presidente venezolano Nicolás Maduro contestó anteayer que prepara medidas en respuesta a lo votado en España. En una nueva escalada, ayer la cancillería llamó al embajador venezolano, Antonio Pérez-Hernández y Torra, y el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano llamó al embajador español, Mario Ricardo Isea, para que ambos gobiernos presenten notas de protesta a los diplomáticos convocados.

Maduro solicitó a la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, que cite al embajador español para dar explicaciones. Una vez finalizado el encuentro encomendado por el presidente venezolano, Rodríguez indicó que su gobierno no permitirá ningún tipo de intervención extranjera. “Hemos ratificado al embajador de España en Venezuela que las autoridades de su gobierno deben ceñirse al derecho internacional que regula las relaciones entre los países. Si hace falta que todos los días tengamos que repetir las normas que rigen el derecho internacional, así lo haremos”, aseguró. Rodríguez aseguró que durante la reunión con Pérez-Hernández y Torra, se realizó una lectura del historial de declaraciones de los últimos seis meses, en las que destacó las ocasiones que el gobierno español se pronunció en contra de algunas decisiones políticas de Caracas. “Le iba señalando qué normas del derecho internacional estaban irrespetando, hacemos un llamado para que respeten la soberanía de Venezuela, al gobierno legítimo de Venezuela que eligieron nuestros ciudadanos”, dijo. Asimismo, la canciller venezolana indicó que se hará una revisión exhaustiva de las relaciones entre España y Venezuela y que las medidas tomadas las darán a conocer más adelante.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores español convocó al embajador venezolano en Madrid, Mario Ricardo Isea, para trasladar el malestar del gobierno por las últimas declaraciones del presidente venezolano. Isea fue recibido en el ministerio por el director general de Iberoamérica, Pablo Gómez Olea, ya que el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, acompaña al rey Felipe VI en una gira diplomática por Europa. El embajador venezolano acudió a la sede ministerial ayer al mediodía y permaneció dentro entre cinco y diez minutos. Cuando Isea se retiró del recinto, lo hizo en un coche con ventanillas con cortinas y sin efectuar declaraciones a los medios de comunicación que esperaban en la calle.

La resolución del Congreso español pide la liberación “inmediata” del líder opositor venezolano Leopoldo López, del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, y de otros políticos del país encarcelados. La declaración fue pactada por el conservador PP (Partido Popular) y el socialdemócrata PSOE (Partido Socialista Obrero Español), las fuerzas mayoritarias, y respaldada por varios grupos menores de centroderecha, mientras que fue rechazada por las formaciones de izquierda. En contra de la iniciativa del Congreso se pronunciaron los progresistas Izquierda Unida (IU), Bloque Nacionalista Gallego (BNG), Esquerra República de Cataluña (ERC) y Amaiur, vinculado con el movimiento independentista vasco. El texto aprobado reclama al gobierno español que lleve a cabo todas las iniciativas necesarias ante las autoridades de Venezuela y la comunidad internacional para lograr la puesta en libertad de estos líderes opositores. Una de las cuestiones que complican las relaciones entre ambos países es la decisión del ex presidente español, Felipe González, de hacerse cargo de la defensa de López y Ledezma.

El martes por la noche, Maduro había aprovechado su programa semanal de televisión En contacto con Maduro para anunciar las medidas que el gobierno venezolano tomará como represalia ante la resolución aprobada por el Parlamento español. Entre el conjunto de “respuestas integrales” a la actuación del país europeo, Maduro citó medidas de carácter político, económico, social, diplomático, popular y mediático. “Venezuela no se va a dejar agredir por las cortes de España y mil cortes que vengan de ninguna parte, así lo anuncio y estoy preparado para dar la batalla contra Madrid. Si nos buscan nos encuentran, ya nos encontraron pues, se acabó”, aseveró Maduro. El mandatario venezolano se preguntó por qué las cortes españolas no se ocupan de discutir sus propios problemas, incluyendo el desempleo, la corrupción y los deshaucios. “Vayan a opinar de su madre, pero no opinen de Venezuela”, enfatizó. “Ya basta. ¿Hasta cuándo vamos a aguantar abusos, desprecios y racismo? Rajoy es un racista. Está detrás de todas las maniobras contra Venezuela, de todas las asquerosidades contra la patria de Simón Bolívar”, protestó.

Este episodio se une a otros desencuentros en los últimos años entre los dos países. El más reciente fue a finales de octubre pasado, cuando Rajoy recibió a la esposa del diputado opositor Leopoldo López, Lilian Tintori. López está en prisión acusado de presunto golpismo. Ese encuentro provocó el malestar de Maduro, quien llamó a consultas a su embajador en Madrid.

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