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Rusia celebra hoy el 70º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial con el desfile militar más grande de su historia, marcado por el boicot de los líderes occidentales, que dieron la espalda al Kremlin como castigo por su intervención en Ucrania. Al desfile del Día de la Victoria, en la Plaza Roja de Moscú, asistirán líderes como el presidente de Cuba, Raúl Castro, el chino Xi Jinping y el venezolano Nicolás Maduro, y dirigentes de Sudáfrica, Egipto, Vietnam, Serbia, India y de las antiguas repúblicas soviéticas excepto Ucrania y Georgia. “Venimos muy emocionados a entregar todo nuestro reconocimiento histórico a la proeza que logró el pueblo ruso, una proeza que todavía no se valora en toda su magnitud”, dijo Maduro a los periodistas, tras aterrizar en el aeropuerto moscovita de Vnúkovo.
Rusia conmemora a lo grande su victoria sobre el invasor alemán, contienda en la que el Eejército soviético tomó la capital del III Reich, Berlín, pero la URSS sufrió 27 millones de bajas, entre soldados y civiles.
La parada militar “será la más grande de la historia”, adelantó el Kremlin, no en vano los asistentes podrán ver casi 200 piezas militares y 143 aviones y helicópteros. Más de 16 mil soldados, entre los que figuran unidades chinas, indias y serbias, marcharán durante más de una hora frente a las murallas del Kremlin, a los que se sumarán 2300 veteranos de la Gran Guerra Patria, como es conocida la contienda en este país.
En un claro guiño a la nostalgia regresará el legendario tanque T-34, que hizo estragos entre las tropas alemanas hace 70 años, tras lo cual Putin guardará por vez primera en la historia de estos desfiles un minuto de silencio en recuerdo de los caídos en la guerra.
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