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El mundo|Miércoles, 3 de junio de 2015
Los liberales independientes de España anunciaron que no se unirán al PP

Ciudadanos se la complica más a Rajoy

El partido Ciudadanos, que sacó 17 diputados en las últimas elecciones, integrado por independientes de centro y centroderecha, se reunió con Mariano Rajoy para informarle que no hará un pacto global con el PP.

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El jefe de Gobierno de España, el conservador Mariano Rajoy, en problemas para concertar alianzas.

El presidente del partido Ciudadanos, Albert Rivera, mantuvo una reunión ayer, por primera vez, con el jefe del Ejecutivo y líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, al que le transmitió su rechazo a un pacto global para permitir que los conservadores gobiernen en donde vencieron sin mayoría absoluta, como es el caso de Madrid. Antes, Rivera tuvo un encuentro con el máximo líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, con el que estuvo de acuerdo en que los pactos poselectorales debían negociarse en cada caso puntual, según fuentes socialistas. “La nueva etapa que vive España implica cambios y diálogo”, escribió Rivera en un mensaje en su cuenta de Twitter luego de difundir los encuentros. “Aún hay intereses para que los españoles nos dividamos entre rojos y azules. Pero cada vez más españoles quieren cambios en vez de bandos”, añadió a través del servicio de microblogging, haciendo referencia a los colores que identifican a las dos fuerzas mayoritarias de España.

Las negociaciones de posibles acuerdos en comunidades y ayuntamientos se harán en cada territorio, según ha transmitido Rivera a ambos dirigentes en una jornada en que la corrupción –con nuevas imputaciones en la Operación Púnica que afectan a cargos del PP en Madrid y Murcia– ha añadido nuevas dificultades a las conversaciones en esas autonomías. Los contactos entre Rivera, Rajoy y Sánchez se producen en un escenario de negociaciones poselectorales intensas tras los comicios municipales y autonómicos que tuvieron lugar el pasado 24 de mayo, y que dejaron un mapa de fragmentación sin precedentes, con el PP y el PSOE en retroceso y obligados a lograr acuerdos con Ciudadanos y Podemos para gobernar. Mientras Podemos, la fuerza antineoliberal liderada por Pablo Iglesias, se sitúa en los antípodas del PP, el partido Ciudadanos es más cercano en lo ideológico al presentarse como una fuerza liberal, aunque de centroizquierda.

Del apoyo de Ciudadanos depende en gran parte de las posibilidades que tiene el derechista PP de conservar el poder en comunidades como Madrid, La Rioja, Castilla y León y Murcia. Sin embargo, la fuerza que dirige Rivera hizo de la lucha contra la corrupción su principal bandera y condición para apoyar tanto al PP como a los socialistas, lo que dificultaría un acuerdo con el partido de Rajoy, salpicado por numerosos escándalos. El PSOE, por su parte, busca el respaldo tanto de Podemos como de Ciudadanos para arrebatarle otras seis regiones al PP.

En las reuniones con Rajoy y Sánchez, el líder de Ciudadanos defendió que los posibles acuerdos poselectorales se negocien en cada ámbito autonómico o municipal, indicó un comunicado difundido por la formación. En ese marco, la imputación por corrupción de dos altos cargos del PP madrileño, dos diputados y el consejero de Industria y Turismo de Murcia, alejó a la candidata conservadora y vencedora en los comicios, Cristina Cifuentes, de la posibilidad de ser la próxima presidenta regional de Madrid.

Los cinco funcionarios imputados forman parte de la Operación Púnica, que investiga el pago de comisiones a cambio de contratos públicos con el gobierno regional de Madrid, en manos de los conservadores durante los últimos 20 años. “Mi responsabilidad se tiene que circunscribir a aquella lista electoral que yo encabezo y al grupo de diputados que yo lidero”, afirmó Cifuentes, en un intento por desmarcarse de la situación en la que se encuentran sus compañeros de partido. La candidata del PP hizo estas declaraciones al presentar el código ético que suscribieron los diputados electos del PP, que se comprometen a renunciar a su escaño en caso de ser imputados o investigados, y después de reunirse con el candidato socialista en Madrid, Angel Gabilondo.

Si bien ninguno de los funcionarios imputados recientemente figura en la lista de Cristina Cifuentes, la imagen del PP está cada vez más manchada y la candidata ya tuvo que hacer frente al caso del número siete de su lista, Alvaro Ballarín, acusado de preparación y falsedad documental, entre otros delitos, aunque la causa está archivada de forma provisional.

Como parte de las negociaciones poselectorales, Ignacio Aguado, de Ciudadanos, presentó ayer un pacto contra la corrupción y por la regeneración democrática que deberán firmar los partidos que quieran obtener el apoyo de los 17 diputados de Ciudadanos.

Entre sus exigencias, Ciudadanos reclama que no haya ningún imputado en las listas y que se haga una auditoría económica externa de los últimos ocho años del gobierno regional de Madrid así como limitar a dos mandatos la legislatura. Cifuentes, con 48 diputados, necesita los 17 de Ciudadanos para alcanzar la mayoría absoluta de 65 diputados. Sin embargo, el partido de Albert Rivera podría apoyar también al investidura de Angel Gabilondo, del PSOE (37), que también necesitará de Podemos (27) para acceder a la presidencia de la comunidad, símbolo del poder conservador.

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