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El mundo|Jueves, 6 de agosto de 2015
Una nueva barcaza en la que viajaban 700 personas se hundió en el canal de Sicilia; fueron rescatadas 400

Cientos de migrantes desaparecen en el mar

La coordinadora de Médicos Sin Fronteras en el Mediterráneo, Paula Farías, señaló que cuando los refugiados vieron llegar a los servicios de rescate se situaron masivamente en el mismo lado de la embarcación, lo que la hizo volcar.

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La Guardia Costera italiana rescató los cuerpos sin vida de 25 inmigrantes tras un nuevo naufragio.

La Guardia Costera italiana rescató los cuerpos sin vida de 25 refugiados que viajaban en una embarcación con 700 personas a bordo que se hundió ayer en las aguas del canal de Sicilia. El operativo logró salvar la vida de 400 personas, aunque todavía quedan centenares de desaparecidos en altamar. Respecto a la tragedia, la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) pidió ayer que se abran nuevas rutas legales para que los inmigrantes que necesitan protección puedan entrar a la Unión Europea (UE) sin que sus vidas corran peligro, mientras que en Francia se intensificó el debate entre el gobierno y la oposición sobre la crisis migratoria.

Según la Central Operativa de los Guardacostas de Roma, que coordina el dispositivo, el accidente se produjo frente a la localidad de Zuara, a 24 kilómetros de las costas libias. El número de personas rescatadas con vidas es de 400 personas. Sin embargo, se teme un alto número de víctimas, todavía desaparecidas, que podrían haberse hundido junto a la embarcación. El organismo informó que las labores de rescate duraron poco más de cuatro horas, y que recibió la alarma de la presencia de una embarcación cargada de inmigrantes que se encontraba en apuros en las aguas del canal, y que ordenó el desvío de varias embarcaciones civiles y medios comunitarios que se encontraban en la zona para que socorrieran a los inmigrantes. En las operaciones de rescate, participaron buques de la Marina italiana, de la operación comunitaria Tritón, el navío de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) Dignity I y el barco irlandés Le Niam.

La coordinadora de MSF en el Mediterráneo, Paula Farías, señaló que cuando los refugiados vieron llegar a los servicios de rescate, se situaron masivamente en el mismo lado de su embarcación, lo que la hizo volcar y que se precipitaran al agua. “Lo que ocurrió es que cuando el barco irlandés (Le Niam) se ha aproximado a la embarcación para realizar el rescate, la gente se ha asustado, un clásico en estas situaciones, y la barcaza ha volcado”, explicó. El coordinador del proyecto de MSF en el Dignity I, el argentino Juan Matías Gil, dijo que la nave humanitaria llegó al lugar del accidente tras realizar un primer rescate exitoso de 94 migrantes. “Lo que vimos al llegar a la zona era terrible: gente aferrada a los flotadores y luchando por su vida mientras veía cómo otros se ahogaban porque no sabían nadar y carecían de chaleco salvavidas”, dijo. “El hecho de que nos llamaran para rescatar al bote hundido y poco después nos enviaran a ayudar a otro muestra la falta de recursos globales disponibles para las operaciones de rescate”, señaló Gil.

Los 25 cadáveres y los 390 inmigrantes fueron trasladados en la embarcación irlandesa. Por su parte, el Dignity I acogió a nueve personas –tres sirios, cuatro palestinos y dos bangladesíes–, las cuales rescató con balsas inflables. De los inmigrantes que fueron rescatados en dicha embarcación, cinco tuvieron que ser trasladados en helicóptero a un hospital porque necesitaban atención médica urgente.

Si bien habitualmente los barcos con migrantes suelen anclar en Sicilia, esta ciudad se encuentra saturada tras las masivas llegadas de refugiados de las últimas semanas. Por lo tanto, los refugiados fueron desembarcados en la región de Calabria.

El canal de Sicilia se convirtió en el pasaje predilecto por los migrantes, dado que las buenas condiciones meteorológicas propician la navegación desde las costas norafricanas hacia Italia, puente natural con el continente europeo.

Tras el naufragio frente a las costas de Libia, el director de AI para Europa y Asia Central, Denis Krivosheev, llamó a cambiar la política europea de inmigración. “Este fatal incidente enfatiza que los gobiernos europeos deben implementar inmediatamente rutas legales y seguras que puedan ser utilizadas por aquellas personas que necesitan protección”, dijo. El director regional hizo un llamamiento para que se facilite el acceso a Europa a los inmigrantes a través de visados y permisos de reunificación familiar, así como para que se recorten las restricciones en la libertad de movimientos a aquellos que lograron obtener asilo. Asimismo, subrayó que el incidente de ayer en el canal de Sicilia es el naufragio más grave que se produjo desde que a finales de abril los países de la UE decidieron ampliar las operaciones de rescate en el Mediterráneo. Como telón de fondo, ayer el premier francés, Manuel Valls, polemizó con la presidente del partido ultraderechista galo Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, quien exigió la suspensión inmediata del Tratado de Schengen para poner fin a la inmigración ilegal. Dicho acuerdo estableció un espacio común por el que puede circular libremente toda persona que haya entrado regularmente por una frontera exterior o resida en uno de los países que aplican al convenio. Valls dijo que la solución debe comenzar en Africa, con la resolución de los conflictos. “Hace falta una organización de nuestras fronteras. Hacen falta reglas, y aquellos que se encuentran en situación irregular deben ser reconducidas a la frontera”. Valls se defendió así de las críticas lanzadas por Le Pen, quien previamente dijo que la clase política francesa es la única responsable de la situación.

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