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El mundo|Jueves, 17 de septiembre de 2015
Venezuela amplió el estado de excepción a toda la frontera con Colombia

Maduro y Santos acuerdan verse en Quito

La reunión será el lunes próximo. El presidente ecuatoriano Rafael Correa y el secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, estarán presentes como mediadores. Mientras tanto, Caracas sumó al estado de Apure a la emergencia fronteriza.

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Soldados venezolanos vigilan el cierre del paso fronterizo de Paraguachón, en Zulia.

La mayor parte de la frontera entre Venezuela y Colombia quedó bajo régimen militar después de que el presidente Nicolás Maduro extendiera el estado de excepción a la zona sureña de Apure. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo que no es con el cierre de los pasos que se resolverán los problemas en la frontera. En medio de la controversia limítrofe, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció que los mandatarios de Colombia y Venezuela se reunirán el lunes en Quito para dialogar sobre el conflicto fronterizo que mantienen ambos países desde mediados de agosto. Fue Maduro quien confirmó el encuentro con su par colombiano. El gobernante dijo que la cita tendrá lugar gracias a la mediación de Correa y del secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper.

En este sentido, el presidente bolivariano agradeció las intervenciones para que las partes se acercaran. “Saludo el logro de la reunión que se ha obtenido entre el presidente de Colombia y este servidor”, dijo Maduro, quien felicitó tanto a Correa como a su colega de Uruguay, Tabaré Vázquez, por el esfuerzo para concretar la cita. “Voy con mi espíritu bolivariano, voy a tierras bolivarianas, voy a la Quito de Manuelita Sáenz, a la tierra de Eloy Alfaro”, señaló.

“Allí estaré, dándole la mano al presidente Santos y sentándonos a conversar a fondo todos los temas de la agenda para construir una nueva frontera de paz y que podamos avanzar y firmar un nuevo pacto histórico de convivencia y construcción de una relación de hermandad y beneficio mutuo entre nuestras repúblicas”, sostuvo. En una intervención en la televisión oficial, desde la casa de gobierno, Maduro destacó que espera sostener con Santos un diálogo cara a cara y con respeto. “No va a ser una reunión fácil, será una reunión compleja, pero estoy seguro de que vamos a conseguir la sabiduría y estoy seguro de que vamos a tener muy buenas noticias”, agregó.

La frontera colombo-venezolana, que abarca más de 2500 kilómetros, avanza hacia una paralización total debido a que casi 20 municipios de las regiones de Táchira, Zulia y Apure están bajo el estado de excepción y su virtual militarización. Maduro anunció en la noche del martes que extendía la medida a siete municipios de Zulia y la estableció en tres de Apure, que se suman a los otros 10 de Táchira, donde el 19 de agosto se inició la tensión con Colombia. “He dado instrucciones precisas al general en jefe Vladimir Padrino (ministro de Defensa) de reforzar toda la presencia de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana a todo nivel, el Ejército, la Armada, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), la Aviación Militar Bolivariana, tomando todas las medidas de previsión para evitar provocaciones de aquel lado (por Colombia)”, señaló el mandatario venezolano en su programa En contacto con Maduro.

Los estados de excepción se suman al cierre de los pasos de personas y transporte de San Antonio, en Táchira, y de Paraguachón, en Zulia, que son las vías más transitadas de la frontera. Los municipios tienen un militar encargado de aplicar las restricciones previstas a las garantías constitucionales en estado de excepción, que incluyen la inviolabilidad del hogar, el derecho de reunión pública y la privacidad de las comunicaciones, entre otras iniciativas. La aplicación del estado de excepción en la zona está acompañada por el desplazamiento de miles de soldados a los municipios fronterizos. Las operaciones en Táchira derivaron en la deportación de más de 1000 colombianos.

La combinación del cierre de la frontera y la aplicación del estado de excepción fue descripta por Maduro como un torniquete para contener la salida hacia Colombia de alimentos, medicinas, y, principalmente, gasolina. El gobernante fijó como oficial el lema de una “nueva frontera, una frontera de paz”, con la que se busca erradicar los grupos armados irregulares, los contrabandistas y las bandas de narcotráfico. “En la frontera tiene que haber una estructura para la economía productiva, adaptada a cada una de las zonas especiales”, dijo, y señaló que las regiones que integran la frontera colombo-venezolana deben convertirse en zonas productivas para que la población venezolana adquiera productos a precio justo y se exporten rubros bajo las condiciones de exportación nacional.

Sin embargo, las poblaciones de la frontera viven un cambio radical de sus vidas por el cierre de los pasos, desde que el 19 de agosto un ataque a tiros, atribuido a grupos paramilitares, dejó tres soldados venezolanos heridos. El gobierno sostiene que con la medida evitó la salida del país de 29,9 millones de litros de gasolina, que, según Maduro, es un negocio más rentable que la droga. Santos reaccionó a la ampliación del cierre fronterizo anunciada por Maduro y aseguró que de esa manera no se supera la crisis binacional que completa casi un mes y que deja cerca de 20.000 afectados. Asimismo, el mandatario reiteró, desde la Casa de Nariño, que está dispuesto a encontrarse con su homólogo, para dar solución a la crisis fronteriza, bajo el cumplimiento de condiciones mínimas humanitarias que beneficien a los afectados. Y advirtió que no caerá en provocaciones. Santos reveló que en la mañana de ayer le había pedido telefónicamente a su par ecuatoriano, Rafael Correa, que continuara con los esfuerzos para concretar un encuentro con Maduro para dar por cerrado el conflicto o antes posible.

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