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El mundo|Lunes, 14 de diciembre de 2015
Crónica de la movilización contra Dilma Rousseff en la capital brasileña

En Brasilia la marcha opositora se pinchó

La consultora Datafolha estimó que las protestas de ayer en las principales capitales del país reunieron alrededor del 25 por ciento del público movilizado en agosto. El acto más concurrido fue en la ciudad de San Pablo, bastión del golpismo.

Por Darío Pignotti
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Por la principal avenida de San Pablo desfilaron los muñecos de Lula y Dilma, con pedidos de impeachment. q

Página/12 En Brasil

Desde Brasilia

Eran las 12.35 ayer frente al Congreso cuando comenzó a llover mientras un grupo de hombres con el pelo al ras y camisetas camufladas quitaban las picas que sostenían varios pasacalles, uno verde con el escudo del ejército y el más grande, blanco, sobre el cual estaba escrito “Intervención Militar Ya. Brasil pide Orden y Progreso”. A pocos metros de allí los organizadores del acto contra Dilma aceptaban que la movilización en Brasilia fue un fiasco.

“Bueno gente ahora vamos a irnos ordenadamente, nosotros somos personas de bien, acá no tenemos comunistas, gracias por habernos acompañado, vamos a seguir en la lucha para que la próxima vez podamos traer a más personas, vamos seguir luchando para atraer a la gente.”

Dos niñas de unos 6 años enfundadas en camisetas de la selección brasileña un par de talles más grandes que ellas seguían bailando al son de “Mamá yo quiero, mamá yo quiero, yo quiero enterrar al PT, bolivariano, bolivariano, bolivariano” desobedeciendo la orden de replegarse dada por los organizadores desde lo alto de un camión con altoparlantes similar a los que se emplea en los desfiles carnavalescos.

Miembros del Movimiento Brasil Libre se llevaron lo que restó de un cajón del Partido de los Trabajadores parcialmente incendidado al grito de “fuera comunistas”.

La lluvia y el viento se hicieron más intensos a las 12.50 cuando quedó totalmente despoblada la vereda donde minutos antes había unas 5 mil personas en la avenida central de Brasilia, el mismo lugar en el que se dieron cita más de 40.000 inconformes 8 meses atrás en la primera concentración destituyente.

Dado que la movilización de ayer había comenzado a las 10 y al mediodía una parte de los manifestantes ya se había retirado en número total arañó los 7000, una convocatoria inferior a la prometida por el Movimiento Brasil Libre y Vení a la Calle, grupos que se consolidaron con las marchas de marzo y abril cuando hubo cerca de 1,5 millones antidilmistas en todo el país.

Según la encuestadora Datafolha las movilizaciones de ayer en las principales capitales del país reunieron alrededor del 25 por ciento del público movilizado en agosto.

El acto más concurrido tuvo lugar en San Pablo, donde este domingo hubo 40.300 personas lo que representa el 30 por ciento de los manifestantes reunidos en agosto y el 20 por ciento de la protesta de marzo.

“Es una lástima que la gente esté viniendo menos, nosotros vinimos a las 4 marchas que se hicieron este año en Brasilia” en marzo, abril, agosto y diciembre, cuentan a Página/12 los empresarios Wellington Benton y Adriano Cardini soteniendo un pasacalles con una caricatura de la presidenta junto a la expresión “Al Carajo con Dilma”.

Por la principal avenida de San Pablo ayer desfiló un muñeco inflable de Lula, con ropa de presidiario, junto a una bandera gigante, verde y amarilla, exigiendo el “impeachment” contra Dilma Rousseff.

En los comicios de octubre de 2014 Dilma fue reelecta en segunda vuelta frente a Aécio Neves, pero sufrió una derrota seria San Pablo, territorio del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, del ex presidente Fernando Henrique Cardoso.

En esa ciudad, bastión del golpismo, estableció su base de operaciones/conspiraciones el vicepresidente Michel Temer, quien la semana pasada formalizó la ruptura con Rousseff a través de una carta que se filtró a la prensa.

Poco después de conocida esa correspondencia de Temer, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), los socialdemócratas de Cardoso y Neves, oicializaron su apoyo a un eventual gobierno de unidad nacional surgido tras la caída de Dilma.

A la alianza Temer-Cardoso-Neves se sumó el titular de la Federación de Industrias de San Pablo (Fiesp), Paulo Skaf que es dirigente del PMDB, un partido dividido entre golpistas e institucionalistas.

Por eso uno de puntos de concentración ayer, en la que participaron caciques socialdemócratas como los senadores José Serra y Aloicío Nunes Ferreira, fue el edificio de la Fiesp en la Avenida Paulista.

“A veces viene más gente a veces viene menos gente...hoy creo que muchas personas viajaron o se fueron de vacaciones” por eso la Avenida Paulista lució despoblada, declaró el socialdemócrata Nunes Ferreira, para quien la ira golpista se encenderá en los próximos meses cuando se vote el impeachment en el Parlamento.

Por cierto hasta ahora el Congreso no se pronunció sobre el enjuiciamiento y no se descarta que haya sesiones extraordinarias en el verano para abordar el tema.

La pobre convocatoria de este domingo representa un revés para el vicepresidente “pemedebista” Michel Temer y su socios socialdemócratas, quienes deberán revisar la escalada desestabilizadora que planeaban lanzar.

Si ayer hubieran marchado cientos de miles de inconformes este lunes el golpismo tendría más argumentos para captar a diputados “pemedebistas” leales a Dilma que todavía votan contra el impeachment.

El fracaso opositor también repercutirá en la Justicia y en la calle.

Los jueces del Supremo Tribunal Federal seguramente tomaron nota de lo que pasó ayer lo cual influirá en la sesión de esta semana cuando deberán pronunicarse sobre las maniobras opositoras en el Parlamento para imponer el enjuiciamiento.

La baja adhesión destituyente funcionará como un aliciente para la Central Unica de los Trabajadores y los movimientos sociales que convocaron a una marcha, en principio el miércoles, en la Avenida Paulista.

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