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El mundo|Martes, 29 de marzo de 2016
Pasaron al menos dos terroristas de París y Bruselas

Italia, un país de tránsito

Salah Abdeslam, cerebro del ataque en París, fue visto en el puerto italiano de Bari el año pasado. Khalid el Bakraoui, el terrorista que se hizo estallar en la estación del subte de Bruselas, había llegado en avión desde Treviso.

Por Elena Llorente
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En Bellizzi, al sur de Nápoles, arrestaron anteayer al argelino Djamal Eddine Ouali.
Desde Roma

Parece que la coordinación europea empieza a funcionar en materia de antiterrorismo después de los golpazos que significaron los atentados de París y de Bruselas. Mientras algunas investigaciones policiales europeas descubren que al menos dos de los terroristas que participaron de los ataques de París y de Bruselas pasaron por territorio italiano el año pasado, otras hablan de nuevos arrestos, uno en el norte de Italia, de un presunto criminal ligado a una organización que falsificaba documentos para los terroristas, y el otro, que si bien fue detenido por terrorismo en Alemania, ha vivido en Italia del 2007 al 2014. Todas estas informaciones fueron publicadas por el informativo TV SKY TG24 y por la prensa italiana que citaron como fuente al Antiterrorismo, una dependencia del Ministerio del Interior.

Salah Abdeslam, arrestado en Bruselas pocos días antes del atentado del 22 de marzo, es considerado la mente pensante de los atentados de París ocurridos en noviembre. Según los servicios de inteligencia, Abdeslam fue visto en el puerto italiano de Bari (sobre el mar Adriático) el año pasado, mientras esperaba una nave que lo llevara al puerto de Patrasso, en Grecia. Pasó también por Italia Khalid el Bakraoui, el terrorista suicida que se hizo estallar en la estación del subte de Maelbeek de Bruselas. El Bakraoui habría llegado en avión al aeropuerto de Treviso (norte de Italia) pero durmió en Venecia, en un hotel de cierto prestigio, y un día después partió del aeropuerto Marco Polo de Venecia hacia Atenas.

Según los investigadores, Grecia ha cumplido un rol importante en los posibles encuentros entre los futuros terroristas suicidas. En un departamento de Atenas, donde vivió durante un cierto período el belga-marroquí Abdelhamid Abaaoud, otro de los líderes del atentado de París de noviembre de 2015, la policía encontró un mapa del aeropuerto de Bruselas. Abaaoud murió el 18 de noviembre en un tiroteo con la policía francesa en el barrio parisino de Saint Denis.

Pero la lista de las coincidencias curiosas no termina ahí. En la localidad italiana de Bellizzi, unos 70 km al sur de Nápoles, fue arrestado el argelino Djamal Eddine Ouali porque según los investigadores estaría ligado a una organización criminal que falsificaba documentos de identidad. Organización que habría proporcionado documentos falsos varios de los terroristas, entre ellos Salah Abdeslam. El argelino se defiende diciendo que no sabe nada de terrorismo ni de documentos falsos. Pero mientras tanto está detenido en una celda aislada de la cárcel de Fuorni, en la región donde fue arrestado. Al parecer el nombre de Djamal Eddine Ouali surgió durante unos allanamientos realizados en 2015 en un suburbio de la capital belga. En esos allanamientos fueron secuestradas mil fotografías referidas a falsos documentos de identidad, entre ellas las de Salah Abdeslam y de Najim Laachroui, este último uno de los dos kamikaze del aeropuerto de Bruselas. Las autoridades belgas habían emitido contra él en enero pasado un mandato de captura internacional por lo cual es probable que sea extraditado a Bélgica. La policía italiana y el antiterrorismo que lo han arrestado quieren investigar sobre el lugar donde el presunto cómplice de los terroristas se había establecido con su esposa y el motivo por el cual eligió esa zona cercana a Nápoles.

Otro presunto terrorista, Mohamed Lahlaoui, arrestado en Alemania y que supuestamente tuvo contacto con El Bakraoui –que se hizo saltar por los aires en Bruselas– vivió en Brescia (norte de Italia) entre 2007 y 2014. Pero lo más curioso es que en su celular, entre los mensaje del 22 de marzo –día del ataque en Bruselas–, aparece el nombre de Khalid el Bakraoui y en otro la palabra “fin”. Este último mensaje fue enviado a las 9.08 del 22 de marzo y Khalid se hizo estallar en la estación del subte de Bruselas a las 9.11.

Mientras tanto, el papa Francisco condenó ayer el ataque terrorismo cumplido en un parque de diversiones de Pakistán, donde murieron más de 70 personas, muchos cristianos y niños. “Repito una vez más que la violencia y el odio homicida conducen solamente al dolor y a la destrucción. El respeto y la fraternidad son la única vía para conseguir la paz”, dijo el Papa en su oración del mediodía desde la ventana del segundo piso del palacio apostólico.

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