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El mundo|Sábado, 9 de abril de 2016
MENDOZA Y KUZCYNSKI DISPUTAN UN LUGAR EN LA SEGUNDA VUELTA

Perú, ballottage y después

Según las encuestas, Verónika Mendoza, joven congresista del izquierdista Frente Amplio, y el veterano economista neoliberal Pedro Pablo Kuzcynski se encuentran en situación de empate técnico, detrás de la derechista Keiko Fujimori.

Por Carlos Noriega
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Verónica Mendoza del Frente Amplio llamó a superar el miedo en su cierre de campaña.

Desde Lima

La campaña electoral para las elecciones de mañana domingo se cerró con dos certezas y una incertidumbre. La primera certeza, según los sondeos, es que no habrá un ganador en primera vuelta y habrá ballottage. La segunda certeza es que en esa segunda vuelta estará Keiko Fujimori, la hija del encarcelado ex dictador Alberto Fujimori, quien encabeza todos los sondeos. La incertidumbre es quién ocupará el segundo puesto que da el boleto para competir con Keiko en el ballottage. Pelean por ese segundo lugar, Verónika Mendoza, joven congresista del izquierdista Frente Amplio, y el veterano ex ministro y economista neoliberal Pedro Pablo Kuzcynski. Los sondeos de cuatro encuestadoras realizados esta semana a los que tuvo acceso Página/12 –la ley prohíbe la difusión de encuestas desde el pasado domingo– los ubican en un empate técnico.

Para la encuestadora CPI, Kuzcynski se ubica segundo con 16,8 por ciento y Mendoza tercera con 16,2 por ciento; para Ipsos la diferencia es menor, de 20,3 a 20,1 por ciento, siempre a favor de Kuzcynski. GFK es la que registra la distancia más holgada: 20,8 por ciento para el economista de derecha y 16,5 para la candidata de la izquierda. En cambio, Datum ubica a Verónika Mendoza arriba, con 18,5 por ciento contra un 18 por ciento de Kuzcynski. Los indecisos fluctúan entre 6 y 9 por ciento. La mayor parte de ellos están en los sectores populares y las zonas rurales, lo que podría favorecer a la candidata de la izquierda. En esta disputa se ha agudizado, desde los grandes medios hasta las redes sociales, una guerra sucia y una campaña de miedo contra la candidatura de la izquierda. Frente a ello, Verónika Mendoza, en su mitin de cierre de campaña, llamó a “votar con esperanza, sin miedo”, y convocó a sus simpatizantes a movilizarse para defender en las mesas de sufragio cada voto.

La candidata del Frente Amplio cerró su campaña en el centro de Lima, en la plaza Dos de Mayo, tradicional centro de manifestaciones sindicales. “Le decimos no a la dictadura”, inició su discurso, en alusión a lo que fue el régimen autoritario del fujimorismo, que hoy representa Keiko Fujimori. Y rindió homenaje a un sindicalista asesinado por el régimen fujimorista. Durante poco más de una hora, se extendió en sus propuestas de cambio del modelo económico neoliberal, de diversificación productiva para salir de la dependencia de la exportación de minerales, de recuperación de la soberanía sobre los recursos naturales y en esa línea anunció que renegociará los contratos de explotación del gas que ahora favorecen su exportación. Puso énfasis en la defensa del medio ambiente, de las comunidades indígenas y de los derechos laborales, y en la lucha contra la corrupción. Nacida en la región andina del Cusco, se despidió en quechua, mientras la multitud coreaba “sí se puede”, “el diez de abril, victoria popular”, y otras consignas.

También en Lima, pero muy lejos del centro, en la periferia residencial de la ciudad, hasta donde sus seguidores llegaron en buses alquilados por el partido, cerró su campaña Keiko Fujimori. Los sondeos la ponen en un cómodo primer lugar, con un apoyo que fluctúa entre 33 y 43 por ciento. Pero hay un 51 por ciento de votantes que dicen que de ninguna manera votarían por ella, lo que le complica el panorama para el ballottage. Una muestra del alto rechazo que genera su candidatura, es que la mayor movilización en esta campaña no ha sido a favor de un candidato, sino en contra de Keiko y el posible retorno el fujimorismo al poder, manifestación que el pasado martes reunió a más de 50 mil manifestantes en Lima y varios miles más en distintas ciudades del interior.

En respuesta a ese rechazo que despierta su candidatura en un amplio sector, en su discurso de cierre de campaña Keiko Fujimori habló de “reconciliación nacional”. Pero el acento lo puso en ofrecer un gobierno de mano dura. “Tengo los pantalones bien puestos para acabar con la delincuencia”, exclamó, con un gesto y tono autoritario que hizo recordar a su padre. Anunció la construcción de penales a más de cuatro mil metros de altura y que las fuerzas armadas saldrían a las calles para custodiar los locales públicos.

Kuczynski cerró su campaña en Cusco, en el sur andino, una zona donde no le va bien y donde espera sumar algunos votos de última hora. Con un chullo andino cubriéndole la cabeza, que le daba un aire de turista a este candidato conocido como “el gringo”, Kuzcynski dijo que Keiko, a la que él apoyó en las elecciones de 2011, representaba el autoritarismo, y Mendoza una opción radical. Defendió la continuidad del modelo neoliberal.

Entre Keiko Fujimori, Verónika Mendoza y Pedro Pablo Kuzcynski saldrá el próximo presidente, o presidenta, del Perú. Mañana uno quedará descartado y los otros dos ingresarán a la pelea decisiva en el ballottage.

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