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El mundo|Jueves, 12 de mayo de 2016
El apellido del candidato republicano está ligado a 32 sociedades anónimas

Trump aparece en los Panama Papers

De las empresas que surgen de los documentos filtrados al bufete Mossack-Fonseca destacan dos que llevan el mismo nombre: Trump Ocean Club. La revelación ocurre cuando el magnate se niega a difundir sus declaraciones impositivas antes de noviembre.

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Trump desató una nueva controversia al declarar que no dará a conocer sus declaraciones de impuestos.

El apellido Trump aparece ligado a 32 sociedades offshore (inscritas en un paraíso fiscal) en la base de datos de los Panama Papers publicados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). Las empresas están vinculadas a cinco direcciones postales, dos en Panamá, otras dos en Seúl, Corea del Sur y una más en Estados Unidos. Esta última corresponde a la Trump Tower, uno de los rascacielos más altos de Manhattan propiedad del empresario.

Durante años, Trump vendió su nombre y su imagen a grupos inversores, por lo que el hecho de que aparezca en los Panama Papers no necesariamente lo relaciona directamente con las sociedades offshore creadas por el bufete Mossack-Fonseca supuestamente para que los grandes capitales evadan al fisco.

De las 32 empresas que contienen el apellido Trump, se destacan dos que llevan el mismo nombre Trump Ocean Club, un hotel de Panamá y uno de los proyectos insignias del aspirante presidencial republicano, según se conoció ayer. Las filtraciones de documentos de la firma Mossack-Fonseca revelan que la sociedad Trump Ocean Club 5002, Inc. fue inscrita el 20 de junio de 2006, en Panamá, y disuelta el 16 de julio de 2014. El 7 de mayo de 2007 se inscribió la sociedad Trump Ocean Club Unit 2710, INC, que se encuentra vigente según el Registro Público de Panamá.

Tal descubrimiento fue revelado por el diario panameño La Estrella, que hizo la salvedad de que “las sociedades offshore no son ilegales, pero su función, según países como Francia y Estados Unidos, a menudo es ocultar el origen y los dueños del dinero para evadir impuestos, han reiterado expertos”. Y el diario agregó: “Curiosamente, tras la revelación del escándalo de Mossack-Fonseca & Co., los analistas del proceso electoral presidencial estadounidense aseguraban que Trump recibiría el apoyo de los grupos sociales que creen que para desmantelar el mundo de las elites hace falta alguien que las conozca desde dentro”.

En una revisión de los documentos se pudo comprobar que la mayoría de las empresas fueron creadas en Islas Vírgenes Británicas, Samoa, Hong Kong, Singapur, Seychelles y Estados Unidos.

Por otra parte, Trump desató una nueva controversia al declarar que no dará a conocer sus declaraciones de impuestos –convirtiéndose en el primer candidato presidencial en negarse a hacerlo en cuatro décadas–. El candidato republicano dijo que no tenía intención de hacer pública la información antes de las elecciones de noviembre y que no creía que los votantes estuvieran interesados en los detalles que pueda contener. “No hay nada que aprender de ellos”, dijo Trump.

La liberación de las declaraciones de impuestos no es un requisito legal para los candidatos presidenciales, pero hay una larga tradición de los nominados a dar información que detalle sus ingresos, donaciones de caridad e impuestos pagados.

Joseph Thorndike, del Proyecto de Historia de impuestos, dijo que Trump sería el primer candidato desde 1976 que no da a conocer tales datos. El presidente Gerald Ford divulgó un resumen fiscal de ese año, pero no sus registros completos.

“Creo que 40 años de tradición tiene un peso moral y ético real”, dijo el Sr. Thorndike. “Es bastante sorprendente que un candidato importante decidiera no liberar su información fiscal, especialmente con alguien con una situación fiscal ciertamente compleja.”

Durante la batalla de las primarias, Trump prometió que iba a liberar su información de impuestos, pero dijo que era incapaz de hacerlo inmediatamente porque estaba siendo auditado por el Servicio de Impuestos Internos, y que sus abogados le aconsejaron no hacerlo. Trump también explicó que no puede dar a conocer los retornos de años anteriores debido a que el gobierno lo audita casi todos los años.

Mitt Romney, quien fue candidato republicano en 2012, lanzó nuevas críticas contra el magnate. “Es descalificador para cualquier candidato presidencial moderno negarse a revelar sus declaraciones de impuestos a los electores, y en particular para alguien que no ha sido sometido al escrutinio público que conlleva un puesto militar o de funcionario público’’, escribió Romney en Facebook. Y estimó que “la única explicación’’ de la negativa de Trump de hacer públicas sus declaraciones impositivas es que contienen “una bomba de un tamaño extraordinario’’.

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