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El mundo|Sábado, 10 de enero de 2004
SEIS MUERTOS EN UN ATAQUE CONTRA UNA MEZQUITA CHIITA EN PLENO TRIANGULO SUNNITA

Una bomba en la guerra civil iraquí

La ciudad de Baaquba está en el centro del “triángulo sunnita” más fiel al depuesto régimen de Saddam Hussein.
Ayer, una explosión dejó allí seis muertos y más de 30 heridos en una mezquita de los chiítas, que son sus enemigos históricos.

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Un hombre señala los restos de un comercio destruido por la explosión contra la mezquita.
Por Jorge Marirrodriga *
Enviado especial a Bagdad

Una explosión registrada ayer en las cercanías de una mezquita causó seis muertos y más de 30 heridos en la ciudad de Baaquba, a unos 65 kilómetros al norte de Bagdad. La mezquita se encontraba abarrotada de personas por ser viernes, el día en que los musulmanes acuden a los templos para escuchar los sermones de los religiosos. La explosión disparó la tensión en la ciudad, ya que la mezquita era chiíta, mientras la mayoría de la población es sunnita.
Había finalizado ya la oración del viernes en la mezquita de Sadiq Mohamed cuando un joven se acercó en bicicleta hasta la puerta del templo, cargando en la parte posterior una garrafa de gas de las utilizadas en el consumo doméstico. El joven apoyó la bicicleta y se marchó, y en ese momento numerosos chiítas se encontraban abandonando el recinto. Uno de ellos, al parecer, sospechó de la bicicleta y la alejó unos metros de la entrada. La garrafa explotó abriendo un cráter en el asfalto y dejando la calle repleta de personas caídas sangrando. En medio de la confusión, los heridos pudieron ser trasladados hasta el Hospital General de Baaquba, donde ingresaron cinco cadáveres y uno de los heridos murió poco después.
Aunque no se descarta la posibilidad de un accidente, todo indica que la explosión de Baaquba fue fruto de un atentado que podría tener un doble objetivo. Por un lado, aumentar las fuertes tensiones existentes entre chiítas y sunnitas en Irak, donde los segundos se vieron favorecidos por el régimen de Saddam Hussein mientras los primeros, que representan al 60 por ciento de la población, sufrieron una sangrienta represión con decenas de miles de muertos. Es un secreto a voces que en las ciudades pequeñas se están produciendo verdaderas “vendettas” entre miembros de una y otra confesión religiosa, ambas incluidas en el Islam, sin que la administración estadounidense en Irak ni el gobierno iraquí intervengan en el asunto.
La otra posibilidad es que sea una respuesta inmediata a la masiva operación contra la insurgencia lanzada en la madrugada del viernes por el ejército estadounidense en Tikrit, ciudad natal de Saddam Hussein. Baaquba se encuentra en el interior del llamado “triángulo sunnita”, donde son diarios los ataques contra las tropas estadounidenses y donde se han producido la mayoría de sus bajas. Poco después del atentado, un contratista extranjero que trabajaba para los estadounidenses murió asesinado en Balat, localidad situada en la misma área geográfica.
En otro ataque contra extranjeros que, de alguna manera, trabajan para los estadounidenses, varias granadas autopropulsadas estallaron por la mañana contra la fachada del hotel Al Hayat Tower, situado en pleno centro de Bagdad. El hotel también es utilizado por representantes del Partido Democrático del Kurdistán de Masud Barzani, y hasta hace pocos meses era posible ver a combatientes kurdos o peshmergas haciendo guardia en las puertas del edificio.
Estos atentados –todos ellos contra civiles– restan eficacia a la masiva operación lanzada contra la resistencia iraquí en la zona de Tikrit, que se saldó con la detención de 46 personas, 14 de las cuales figuraban en una lista de sospechosos elaborada por las fuerzas estadounidenses y otras 16 tenían fuertes vínculos con ellas. La operación fue realizada por el 22º Regimiento de la 4ª División de Infantería, cuyos hombres asaltaron de manera casi simultánea una veintena de viviendas y varios comercios. Según los residentes de la zona, los militares emplearon grandes martillos para romper los cerrojos de las viviendas y saltaban las vallas de separación entre una casa y otra persiguiendo a los sospechosos. Un portavoz estadounidense señaló que uno de los detenidos es el autor de un atentado con bomba en una carretera que el pasado 1º de octubre costó la vida a un soldado de EE.UU. Otros tres de los detenidos financiaban y organizaban los atentados, otro distribuía panfletos alentando los ataques contra los soldados y otro era un miembro de la nueva policía iraquí que, infiltrado, pasaba información importante a la hora de cometer los ataques contra los militares.
La operación se caracterizó además por un gran despliegue militar, con el empleo de numerosos vehículos blindados y un avión especial, un AC-130 denominado Espectro, que pintado de negro se destaca por sus numerosas ametralladoras en los costados guiadas por una computadora que fija el blanco. Este modelo ha sido empleado también en operaciones en la capital iraquí.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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