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El mundo|Domingo, 11 de enero de 2004

El misterio de la sangre falsificada

Un nuevo elemento se sumó a las sospechas por la muerte de Diana: una muestra de sangre de su chofer correspondería a otra persona.

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Diana habría estado embarazada al momento de morir.
Por Sophie Goodchild *
Desde Londres

Contradiciendo sospechas atribuidas a la policía británica, un alto funcionario policial francés ha desmentido que se haya usado una muestra de sangre equivocada en la investigación francesa que concluyó que Diana, princesa de Gales, murió debido a un chofer borracho. El inspector Juan Claude Mules, que desempeñó un papel central en la investigación francesa del choque que mató a Diana y a Dodi al-Fayed, contraatacó ante informes de que hubo una equivocación sobre las muestras tomadas al chofer, Henri Paul. “No hubo error sobre la sangre”, dijo Mules, quien ahora está retirado, pero que estuvo presente cuando se tomaron dos muestras del cuerpo de Paul. “Somos gente muy seria y no se permiten los errores.”
Ayer, Scotland Yard rehusó formular comentarios sobre un artículo en un diario nacional británico que afirmó que los altos oficiales de la policía británica tienen dudas sobre la autenticidad de la muestra de sangre de Paul. Se sabe que hay “preocupaciones de alto nivel” sobre la muestra y que la policía francesa no hizo un examen de ADN que probara que la sangre era de Paul. Las dudas sobre la validez de la muestra de sangre amenazarían la credibilidad de la investigación francesa, que concluyó que Paul, embriagado por un cóctel de alcohol y drogas, perdió el control del automóvil Mercedes Benz mientras aceleraba en el túnel de Pont de l’Alma. Diana, su novio Dodi Fayed y Paul murieron en el choque el 31 de agosto de 1997. La familia de Paul y el padre de Dodi, Mohamed al-Fayed, han llamado repetidamente la atención sobre el nivel de monóxido de carbono en la muestra de Paul. Se dijo que era tan alto que habría tenido problemas para caminar, para no hablar de manejar un auto. El dueño de Harrods ha dicho por mucho tiempo que las muestras de sangre fueron canjeadas por los servicios de inteligencia de Gran Bretaña y Francia para encubrir un asesinato. Una teoría es que la muestra de sangre usada en la investigación francesa vino del cadáver de alguien envenenado por monóxido de carbono, que se encuentra usualmente en el escape de los autos y en los incendios domésticos.
Esta última novedad aparece apenas días después de que investigaciones judiciales sobre las muertes de Diana y Dodi fueran iniciadas y luego puestas en cuarto intermedio por Michael Burgess, coroner de la Casa Real. Burgess ha pedido a Sir John Stevens, comisionado policial metropolitano, que indague en las especulaciones de que las muertes no fueron el resultado de un “simple accidente de tránsito”. Scotland Yard dijo ayer que Sir John Stevens espera reunirse con Burgess “en el futuro próximo” para tratar el plazo de la investigación y qué espera exactamente Burgess que la policía investigue. Un diario sensacionalista publicó la semana pasada una carta en que la princesa afirmaba que “mi marido” estaba planeando asesinarla. Se cree que el príncipe Carlos se ha reunido con Sir John Stevens para tratar sobre la investigación policial de la muerte de su ex esposa.
No se espera que la investigación en pleno sobre la muerte de Diana empiece antes de 2005, como fecha más próxima, de modo de dar al coroner suficiente tiempo para decidir cuáles de los miles de documentos que se relacionan con el caso hará públicos en la encuesta judicial. Más temprano este mes, este diario reveló que informes médicos sobre el caso en torno a la muerte de Diana afirman que estaba embarazada cuando murió. Una alta fuente policial en Francia sugirió que el embarazo de Diana fue callado para evitar una incomodidad a su familia. No se lo mencionó al final de la investigación judicial de dos años en torno al choque porque no era relevante a las causas del accidente o de su muerte.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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