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El mundo|Miércoles, 28 de enero de 2004

Los coimeados de Saddam cuando era rico y famoso

Un diario iraquí reveló ayer la lista de 270 personalidades mundiales “recompensadas” por el ex dictador a cambio de gestionar el levantamiento de sanciones de la ONU. Y la lista llega muy alto.

Por Eduardo Febbro
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Saddam pagaba a sus amigos con barriles de petróleo.
Saddam Hussein trataba muy bien a sus amigos. Tal como lo reveló Página/12 en una entrevista con quien fuera su intérprete personal, Samman Abdul Majid, el ex presidente iraquí solía ser muy generoso con los dirigentes políticos del mundo a quienes gratificaba con importantes sumas de dinero según la importancia de sus intereses. Las revelaciones del intérprete se ven confirmadas y ampliadas hoy con la publicación de la lista completa de quienes, en los cinco continentes, recibían millones de dólares y barriles de petróleo de manos del ex amo de Bagdad. El diario iraquí Al Mada (El Horizonte) publicó la lista completa de las 270 personalidades que habrían sido “recompensadas” por Saddam a cambio de su apoyo para el levantamiento de las sanciones impuestas a Irak por las Naciones Unidas en 1991.
Ministros, empresas, partidos políticos, periodistas y organizaciones del mundo entero figuran en el catálogo publicado por Al Mada. En la mayoría de los casos, las recompensas eran otorgadas según dos métodos distintos. El primero consistía en unos “cupones” firmados por Saddam que luego podían cambiarse directamente por petróleo bruto según la cantidad de barriles que figura en el documento. Cuando los cupones estaban a nombre de compañías de petróleo éstas los cambiaban contra unos cuantos barriles de oro negro. El otro método se articulaba en torno a los mismos cupones y estaba destinado preferentemente a personalidades o partidos políticos a quienes se quería “recompensar” por sus “leales” esfuerzos a favor del levantamiento del embargo. Esos cupones eran vendidos por los beneficiarios a las empresas petroleras que, a su vez, los cambiaban por petróleo. La lista comprende ministros, ex ministros, empresas y partidos políticos de los países árabes, de Europa, de los Estados Unidos, de Canadá, de Asia y de América latina. En el nutrido catálogo de recompensados figuran 11 franceses, entre ellos un controvertido ex ministro del Interior, Charles Pasqua, quien habría recibido 12 millones de barriles de petróleo, Gilles Munier, secretario general de la Asociación de Amistad Franco-iraquí (25 millones de barriles), y Bernard Merimée, ex embajador de Francia en Italia y ante las Naciones Unidas. Si Munier reconoció “haber recibido una comisión por introducir a Irak en una empresa petrolera”, Pasqua, ya implicado en varios escándalos ligados a tráficos ilícitos, negó toda conexión con el asunto. Otros nombres interesantes son los del hijo del ministro de Defensa de Siria, Firas Mustafa Tiass (seis millones de barriles), el diputado británico laborista George Galloway (19 millones de barriles), el palestino Abu Abbas (11 millones), la OLP de Yasser Arafat (cuatro millones), el Frente Popular para la Liberación de Palestina, FPLP (5 millones), el hijo del presidente libanés, el diputado ultranacionalista ruso Vladimir Jirinovski (79 millones de barriles) y 46 personalidades y entidades de Rusia. En lo que atañe a América latina hay dos brasileños y un panameño.
La rueda de la fortuna de Saddam Hussein salpicó a todo el mundo: norteamericanos, alemanes, británicos, suizos, irlandeses, italianos, búlgaros, españoles, chechenos, egipcios, marroquíes, jordanos, tailandeses o sudafricanos, todos los países bebieron en la fuente de Saddam. En total, 16 países árabes, 17 europeos, nueve asiáticos y cuatro de Africa y del conjunto de América están involucrados por la operación. El actual viceministro iraquí del Petróleo confirmó la veracidad de una lista cuya autenticidad se basa en la publicación de los documentos originales que datan de 1999. Según el diario iraquí Al Mada, “se trata de un gigantesco operativo de corrupción por medio del cual se ofrecieron millones de barriles de petróleo a una serie de individuos que nada tienen que ver con las actividades petroleras”.
La identidad de los 270 nombres en juego no fueron aún revelados en su totalidad. Abdel Saheb Salmane Qotob, subsecretario en el Ministerio del Petróleo iraquí, precisó el martes que entre las numerosas personalidades figuraban dos primeros ministros, dos ministros de Relaciones Exteriores así como “hijos” de ministros y de jefes de Estado. La misma fuente adelantó que en las próximas semanas las “nuevas” autoridades iraquíes iban a revelar todos los nombres y llevar “ante la Justicia a las personas citadas a fin de recuperar el dinero del pueblo iraquí”. Abdel Saheb Salmane Qotob acusó a Saddam Hussein de haber “comprado las conciencias y dilapidado la riqueza petrolera de Irak”. Muchos de los implicados reaccionaron el martes denunciando un “complot” o alegando que se trataba de “operaciones legales”. Sin embargo, los documentos y las investigaciones realizadas anteriormente por la prensa permiten constatar que, gracias al programa aprobado por la ONU de “petróleo a cambio de alimentos”, el sistema de Saddam Hussein devolvió con barriles los favores prestados. Lo más notable es que aún queda mucho camino para que se conozca toda la verdad. En realidad, los nombres divulgados por el diario iraquí sólo conciernen al año 1999. Aún faltan los años anteriores y posteriores. Todos los documentos provienen de la SOMO (State Oil Marketing Organisation, Organización Estatal de Comercialización del Petróleo, cuya sede había sido saqueada en los días que siguieron la caída de Bagdad. El diario Al Mada anota que “Saddam Hussein transformó nuestro país en una copiosa mesa abierta donde venían a servirse los valets obedientes y serviles”.
Samman Abdul Majid, el intérprete de Saddam Hussein, ya había contado algunos entretelones sobre “las propinas de Saddam”. Abdul Majid narró a Página/12 un episodio que se remonta a 1987, cuando Saddam, al final de una entrevista con el presidente del Chad, el dictador Hussein Habré, “puso la mano en mi hombro y dijo: “Este muchacho le entregará esta noche un millón de dólares”.

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